Evacuados por el incendio en Gran Canaria: entre la desolación y el temor a perder sus propiedades
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Evacuados por el incendio en Gran Canaria: entre la desolación y el temor a perder sus propiedades

Gobierno central e insular aseguran que el despliegue de medios es el más importante que se ha realizado en Canarias.

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Las instalaciones del polideportivo de Agaete siguen recibiendo a vecinos que han sido evacuados por el incendio forestal de Gran Canaria, que deja ya 6.000 hectáreas afectadas y 9.000 afectados. Todos comparten un sentimiento de desolación y temen haber perdido su pueblo y quedarse “sin nada”.

Carlota Marín, vecina de la zona de El Risco, llora cuando le cuenta a la agencia Efe que el fuego estaba anoche muy cerca de las casas rurales y de su barrio donde, dice, se ha vivido “un tremendo infierno”.

Ella y sus vecinos han puesto a disposición “todo lo que tenemos, equipamiento, bombillas, agua de piscinas y estanques” para colaborar en la medida de lo posible en las labores de extinción.

Tras la noche, ya hoy siente los helicópteros sobrevolando la zona donde está su casa y está más tranquila porque “ya no se ven las llamaradas de anoche ni el fuego metiéndose en el pueblo”. Emocionada, ha agradecido la colaboración de toda la isla y ha confiado en que “el viento no reavive esas llamas”.

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Más de una veintena de voluntarios trabajan sin descanso desde hace más de 36 horas en el polideportivo de Agaete, que ha recibido a los vecinos de las zonas altas y del valle, además de ganado y animales de compañía.

En este espacio se ha instalado un lugar para que los vecinos puedan descansar y pasar la noche y cuenta con un improvisado refugio de animales.

El vecino del valle de Agaete Fausto García dice que tiene “mucha intranquilidad y miedo” a lo que pueda pasar, porque “es una desgracia tremenda”.

Había llamas por detrás, a la derecha e izquierda

Tras la evacuación la situación ha sido “muy tensa” porque asegura que al salir de su vivienda “había llamas por detrás, a la derecha e izquierda” pero lo que más le preocupa es la integridad de sus vecinos “porque lo demás se arreglará y el campo crecerá”.

La vecina del pueblo de Agaete Jessica Herrera llegó el domingo a las 12 horas tras conocer que se había activado el polideportivo como centro de acogida para evacuados y para participar como voluntaria.

Aquí, señala, se han volcado para que los vecinos tengan de todo así como para los efectivos que trabajan en la extinción.

Para Herrera “la parte positiva es que el pueblo se ha unido para ayudar” aunque reconoce que los evacuados “están muy nerviosos, sobre todo los que residen en casas de la zona alta de Agaete”.

Este incendio se ha salido de cualquier otro que se haya vivido en la zona en los últimos años

Todos están muy pendientes del viento y la situación en la zona, afirma la voluntaria, quien insiste en que se trata de algo nuevo porque “este incendio se ha salido de cualquier otro que se haya vivido en la zona en los últimos años”.

El responsable de la Federación de Asociaciones Unidas por la Defensa Animal (FAUDA), José María Docampo, se ha movilizado a este punto en Agaete, que se suma al ya disponible en San Mateo y en el que trabajan desde la tarde noche de ayer domingo.

Docampo afirma que hay mucha actividad en Agaete, sobre todo de animales desplazados con y sin propietario y también han llegado cinco faisanes desde Guayedra.

Durante la jornada de hoy se moverán “burros y animales grandes”, y ya hay alojados en esta instalación “podencos y perros de caza, perros de gran tamaño y domésticos, gatos y una decena de cabras y baifos”.

Docampo y un equipo de diez personas van a encargarse de “comprobar cómo está la situación en la zona y si hay algún animal que desalojar”, además de material y asistencia, también voluntarios encargados de atender y pasear a los perros y alimentar y mantener a salvo a todos los animales.

El vecino de Las Salinas Faustino Rodríguez ha recibido en su finca a una decena de cabezas de ganado desplazadas y que han ido llegando al polideportivo de Agaete porque como ha asegurado tiene “espacio y comida en el terreno, donde estarán más tranquilas y pueden estar sueltas”.

Faustino tiene seis cabras propias, además de la decena de acogida “y hay espacio para al menos medio centenar, caben más” por lo que se mantendrá al tanto de las necesidades de este centro para colaborar en todo lo posible.

Un nuevo tipo de incendio

Este incendio “responde actualmente a la nueva tipología de fuegos muy vinculados al cambio climático y a condiciones atmosféricas extremas, con ola de calor, poca humedad -por debajo de la normal- y viento fuerte”, explica a la agencia Efe la portavoz de la organización ecologista WWF, y experta en temas de incendios, Lourdes Hernández.

 

La orografía de la isla “está provocando que las llamas se propaguen muy rápido, tan rápido que los propios expertos han avisado que el incendio está fuera de capacidad de extinción” y la única forma de actuar es esperar que “las condiciones atmosféricas cambien o que llegue a una zona donde el combustible no arde con tanta facilidad”. El ingeniero técnico forestal y funcionario interino del Cabildo de Gran Canaria, Javier Blanco, explica que al afectarles a las Islas Canarias los vientos alisios, muchas veces hay bruma metida en la zona norte, sobre la cota de mil metros, donde se forma un mar de nubes que dota a la vegetación de mucha humedad.

 

Pero en “condiciones atmosféricas adversas”, con 35-38 grados, de 12-13% de humedad relativa y vientos racheados adversos de 40-45 kilómetros “que hemos tenido estos días, ese colchón de humedad desaparece y la disponibilidad de combustible es bestial”, según el técnico. “Es que ahora mismo estornudas y se prende”, ha asegurado Blanco, quien sostiene que la actuación de los helicópteros Kamov es “más operativa para estas labores en el archipiélago” que mantener una base de hidroaviones que es “económicamente inviable”.

 

El decano del Colegio de Ingenieros de Montes de Galicia y director de la Escuela de Ingeniería Forestal de Pontevedra, Juan Picos señala con claridad: “la mayor parte de expertos coincide en que la crisis climática va a ir agravando gradualmente los problemas que ya hemos tenido en el pasado”. Todo indica en que la incidencia y la intensidad con la que se dan los episodios extremos conducen a un “escenario donde vamos a encontrarnos con combustible cada vez más seco, porque proceden de periodos más prolongados de sequía, y eventos donde el viento va a actuar como factor desecante y avivante”.