Esto es lo que le ocurre a tu cuerpo cuando te rompen el corazón
Efectivamente, hay síntomas físicos.
Hay un motivo por el que te sientes agotado y descompuesto después de una ruptura: el desamor afecta físicamente a tu cuerpo.
Por desgracia, suele pasarse por alto, tal y como señala Ronald A. Alexander, psicoterapeuta y autor de Wise Mind, Open Mind: Finding Purpose and Meaning in Times of Crisis, Loss, and Change.
"No eres el único que se va a la cama y se siente apartado del mundo", comenta Alexander. "Un corazón roto puede hacer que te sientas como si hubieras perdido el timón de tu vida. Llorar y gimotear es habitual, al igual que el sentimiento de melancolía, pero además hay síntomas físicos".
Una ruptura, al menos en su primera fase, suele causar estragos en el ritmo de sueño. Los trastornos del sueño, como el insomnio, son comunes entre las personas que acaban de quedarse solteras, explica Alexander. El estrés de una ruptura puede llevarte al límite, interfiriendo en los procesos biológicos que normalmente contribuyen a que te duermas al final del día.
"Cuando sufres de desamor puede ser muy difícil calmar tu mente, callar tus pensamientos y descansar", afirma.
La ansiedad y el aumento de palpitaciones cardíacas suelen ir de la mano de las rupturas, añade el experto. "Es importante saber que la tristeza y la pena pueden alborotar y abrumar al sistema nervioso. Es muy normal que este estado de hipoexcitación desencadene una sensación de pérdida de control", cuenta.
En algunos casos extremos, una ruptura puede llevar incluso a síntomas similares a los de un ataque al corazón. El síndrome del corazón roto —o miocardiopatía de Takotsubo, como fue descrita por primera vez en la literatura médica japonesa de los 90― es una afección cardíaca temporal semejante a un ataque al corazón que suele producirse por situaciones estresantes, como la muerte de un ser querido o una ruptura.
Harmony Reynolds, cardióloga del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York, explica al HuffPost que el síndrome del corazón roto se diagnostica aproximadamente al 1% o 2% de pacientes que acuden al hospital con síntomas de ataque al corazón.
Reynolds afirma que los síntomas, los cambios en el electrocardiograma y los análisis de sangre en personas con síndrome del corazón roto son semejantes a los de pacientes con un ataque al corazón, aunque las arterias del corazón permanecen abiertas en su caso. (En cambio, en un ataque al corazón normal, se obstruyen las arterias)
"Los pacientes con síndrome del corazón roto también sufren otras anormalidades en la función del músculo del corazón", añade Reynolds. "Ese fallo en el músculo del corazón suele resolverse en unas semanas o meses. Por desgracia, los pacientes que han tenido el síndrome del corazón roto siguen teniendo un mayor riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca y accidentes celebrovasculares en el futuro".
Reynolds llevó a cabo en 2016 un estudio con 20 mujeres que sufrieron esta afección que reveló que el síndrome afecta más a las mujeres mayores.
"En Estados Unidos se producen al menos 6.000 casos cada año, y casi el 90% de los pacientes son mujeres, normalmente postmenopáusicas", apunta.
Jeanine Romanelli, cardióloga del Centro Médico Lankenau en Wynnewood (Pensilvania, EE UU), cuenta que los doctores tienen que descartar otras causas potenciales, como cardiopatías, coágulos u obstrucciones, antes de diagnosticar y tratar el síndrome del corazón roto.
"Enfocamos el tratamiento del mismo modo que hacemos con una insuficiencia cardíaca, usando anticoagulantes, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) y betas bloqueantes", señala. "Y como el 10% de los pacientes que experimentan un episodio de síndrome de corazón roto sufren un segundo episodio, es importante que controlemos también el progreso del paciente con ecocardiogramas".
Si sufres este síndrome, vas a necesitar algo más que una buena tarrina de helado para pasar página y olvidar a tu ex. Romanelli recomienda pensar en las actividades que te ayudaban a desestresarte en el pasado y empezar a hacerlas más.
"Las técnicas no saludables, como beber alcohol o comer más, pueden poner en riesgo tu corazón, así que trata de evitarlas y recurre a vías de escape que te ayuden a luchar contra el estrés", aconseja. Como por ejemplo: "Practicar meditación, respiración profunda, yoga o incluso desconectar temporalmente de las redes sociales para quedar con un amigo o leer un libro".
Aunque puede parecer básico, es importante respirar profundamente y tener en cuenta que tus seres queridos pueden ayudarte cuando sientes que estás perdiendo el control.
"Respira, llama a un amigo, ve a terapia o da un buen paseo", propone Alexander. "Si puedes, ve a pasear cerca de un río o un lago; cuando tienes el corazón roto, sólo el hecho de ver el agua pasar te puede llevar a entender de forma inconsciente que todo cambia y nada permanece igual. Las rupturas ocurren y es normal sentir pena, pero recuerda: esto también pasará".
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' EEUU y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano