Este país lo está haciendo sorprendentemente bien con las energías renovables
Esta es la América que abraza a la sostenibilidad.
Si tienes en cuenta a la administración del Presidente Trump como barómetro para medir la actitud de los estadounidenses en lo que se refiere a energías renovables, pensarás que el país está caminando en la dirección contraria, trabajando para volver a un ambiente lleno de humos y nieblas más parecidas a la primera revolución industrial británica.
Sin embargo, a pesar de retirarse del Acuerdo de París en junio y de la promesa de Trump de duplicar algunos combustibles fósiles como el carbón, la realidad es que Estados Unidos está desde hace tiempo en un camino hacia la energía renovable y ninguna presunción presidencial que diga lo contrario puede cambiarlo.
¿Por qué? Bueno, parafraseando a un expresidente estadounidense, "por la economía, estúpido". Sencillamente, las renovables se están convirtiendo en un gran negocio en Estados Unidos. Por ejemplo, la industria de la energía solar está creando trabajos 17 veces más rápido que el resto de la economía y, a día de hoy, da empleo al doble de personas que la industria del carbón, con aproximadamente 370.000 trabajadores en comparación con los 160.000 de la última.
El crecimiento en el sector de paneles fotovoltaicos solo es superado por el de China y Japón, ya que las compañías norteamericanas han sido incentivadas gracias a una reducción de costes de más de la mitad desde 2008.
Mientras tanto, la energía eólica está convirtiéndose en una de las formas de energía más baratas en Estados Unidos, instalándose una turbina cada dos horas y media. No es sorpresa que esté previsto que vaya a sobrepasar a la energía hidroeléctrica en los próximos años como la primera fuente de energía renovable.
Ya juega un papel principal en estados como Kansas, Dakota del Norte y del Sur e Iowa, produciendo este último un 35% de su energía a través de este método. Lo que es todavía más sorprendente es que están gobernados por los republicanos, que no son conocidos por impulsar políticas de amor a la naturaleza. Son el dinero y la creación de empleo los que están monopolizando las conversaciones. Y con los futuros 700.000 kilómetros cuadrados disponibles para desarrollo de energía eólica según el Departamento de Energía estadounidense, el potencial es enorme.
El boom en las energías solares y eólicas está marcando la diferencia. En marzo de este año, un nuevo informe publicado por la Administración e Información de Energía de Estados Unidos reveló que, por primera vez, generar electricidad a partir de energías renovables ha alcanzado los dos dígitos. El 10% del total de la energía producida en Estados Unidos viene de energías renovables.
Todo esto se ve, obviamente, eclipsado por la mayoría de los países europeos, especialmente Suecia, Noruega, Alemania y Dinamarca. Estados Unidos todavía tiene que esforzarse mucho si quiere conseguir lo que Alemania hizo en abril de este año, al romper el récord de utilización de energía renovable, con un pico del 85% de su energía proveniente de la eólica, solar, biomasa e hidroeléctrica.
Con todo lo dicho, el estado de California no está lejos de conseguirlo. En mayo de 2017, logró producir el 80% de su energía a través de las renovables. Agraciados con la abundancia de energía solar y eólica, además de la presencia de gigantes tecnológicos dispuestos a innovar en esta zona, este estado se ha convertido en el modelo a imitar en América.
Es más, para acomodar la cantidad de energía que se produce (la red no es capaz de soportarlo de otra forma), varias compañías están intentando hacerse con un hueco en el mercado planteando soluciones para almacenar energía.
La visión progresista de los políticos en California también ayuda. Los alcaldes están ejerciendo como líderes y poniéndose metas como intentar conseguir que el sistema de transporte público de San Francisco utilice energías limpias en 2045 y la voluntad de Los Ángeles de generar un tercio de su electricidad a partir de renovables en 2020.
America es competitiva, hasta el punto que, el pasado junio, una Conferencia de Alcaldes de Miami Beach consiguió que más de 250 municipios de la zona se comprometieran a utilizar únicamente energías renovables en 2035.
Es un objetivo ambicioso, pero el momento es el indicado. Por ejemplo, puede que Las Vegas tenga una reputación de exceso, pero la iluminación, los parques, las estaciones de bomberos, los centros comunitarios y las instalaciones del gobierno se abastecen de energía renovable. Chicago (una ciudad mucho mayor) planea hacer lo mismo en 2025. En el caso de Nueva York, el objetivo es que el 50% del consumo de energía venga de fuentes limpias en 2030.
Lo que está cada vez más claro es que, en lo que se refiere a la industria energética, Donald Trump no ha recibido las anotaciones pertinentes. Su equipo puede hablar todo lo que quiera sobre el hecho de que el cambio climático es un mito o hacer planes sobre cómo van a reflotar la industria de los combustibles fósiles, pero America está avanzando y planeando un futuro de energía limpia.
De hecho, un estudio llevado a cabo por el Departamento Nacional y Laboratorio de Energía Nacional indica que, teniendo en cuenta los parámetros del presenta, Estados Unidos podría producir un 80% de su energía a través de las renovables en 2050.
Así que, a pesar de que las industrias de energías renovables en Estados Unidos están intentando llegar al nivel de Europa en este momento, su típica actitud de 'ir a por todas' podría hacer que consiguieran el 80% de sus objetivos en las próximas décadas, poniéndoles en la misma liga en lo que se refiere a energía limpia. Quién sabe, puede que ese eslogan de America First se haga realidad. Al menos en este ámbito, todos salimos ganando.
Electrify the World es una iniciativa de Nissan. Como pionera en vehículos eléctricos, Nissan cree en la necesidad de actuar ahora para un futuro más sostenible. Descubre más sobre estilos de vida inteligente y sostenibilidad.