¿Te acuerdas de cuando pensabas que tu padre era el más guay? Este pequeño de momento aún lo piensa (y con razón). Sentado en su trona, esperando la comida, el bebé se deja llevar por los ruidos con la boca el beatboxing de su padre.
Aunque el padre demuestra que no le falta talento, es su hijo quien le roba toda la atención con sus habilidades para el baile.
Sus movimientos de cabeza y brazos y el ritmazo que tiene hacen de este niño toda una estrella en potencia.