Estas 'start-ups' sostenibles están cambiando el mundo para mejor
Pequeñas ideas de negocio muy ecológicas.
Estaríamos dispuestos a apostar que si todas las start-ups considerasen la sostenibilidad como uno de sus pilares en un futuro cercano, el mundo entero se beneficiaría.
Según los European Business Awards, desde la crisis financiera de 2008, la tasa de nuevos negocios en proceso de creación en la Unión Europea es tres veces más rápida que en Estados Unidos. Somos emprendedores, innovadores y creativos, además de ser cada vez más ecológicos. Y si estas recientes start-ups sirven de ejemplo pronto la sostenibilidad será una parte central de todos los nuevos negocios.
La ciudad de Bristol (Reino Unido) se está convirtiendo rápidamente en una de las ciudades más importantes en lo que a sostenibilidad se refiere. Así que no es ninguna sorpresa que la start-up Grow Bristol, fundada por Dermot O'Regan y Peter Whiting, sea ecológica y comprometida con la comunidad local. Hecha a partir de contenedores de transporte reciclados, esta granja urbana aplica métodos innovadores para producir vegetales y criar pescado de forma sostenible. Después venden sus productos directamente a los clientes o a los restaurantes de la ciudad.
Esto sí es innovación. Thomas Robinson y Alberto Fernández, fundadores de la start-up británica Adaptavate han creado cartón de yeso a partir de desechos agrícolas. Al contrario que el cartón yeso normal, que es dañino para el medioambiente, Breathaboard puede utilizarse como abono. Además, al ser un material transpirable hace que prevenga la condensación y el moho en las casas, y como consecuencia reducir enfermedades. No fue una sorpresa que ganase el premio Green Alley a la sostenibilidad en 2015.
La FCRN (Food Climate Research Network) estima que alrededor de la mitad del porcentaje total de emisiones de dióxido de carbono en Reino Unido vienen de unidades de refrigeración que van moviendo comida de un lugar a otro, así que ifoodbag pretende reemplazar los métodos de envío estándar por bolsas reutilizables y recicladas a partir de papel laminado. La bolsa puede refrigerar y congelar los alimentos durante más de 24 horas y puede volver a utilizarse siete veces más. La compañía también tiene en cuenta la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) como parte de su mantra, con tres valores a largo plazo siempre en el horizonte: prosperidad económica, integración social y justicia, y mejora del medioambiente.
Tirar comida en función de las fechas de caducidad lleva años debatiéndose, al tiempo que tratamos de frenar el cambio climático. Por eso la start-up británica Design by Sol ha creado Bump Mark. Simplemente escaneando un producto, puedes saber de forma instantánea si es sano consumirlo o no, sin tener en cuenta la fecha de caducidad. Si la pegatina escaneada se hincha, no deberías comerlo. Según la Comisión Europea, alrededor de 88 millones de toneladas se gastan anualmente en la UE, y por eso Solveiga Pakstaite está decidido a reducir el desperdicio de comida.
En octubre del año pasado la start-up alemana Green City Solutions recibió el premio Green Alley a la sostenibilidad. Son muy conscientes de que el 90% de la población urbana respira aire contaminado a diario. ¿Cuál debe ser la solución? Árboles en la ciudad, por supuesto. Los cofundadores Dénes Honus, Peter Sänger, Zhengliang Wu y Victor Splittgerber acaban de hacer precisamente eso. The City Tree está hecho a partir de una instalación de musgo con tecnologías inteligentes incorporadas que crean aire limpio y reducen el calor urbano. Una única 'ciudad', City Tree, absorbe 100 kilos de C02 al año, el equivalente a 275 árboles naturales.