Esta mujer tiene que llevar en brazos a su hijo durante un vuelo porque United Airlines vendió su asiento
La madre, consciente de los últimos incidentes de la aerolínea, tuvo miedo de quejarse por las posibles represalias.
La semana pasada, una mujer de Hawái (Estados Unidos) tuvo que llevar a su hijo sobre el regazo durante un vuelo de tres horas porque la aerolínea United Airlines había vendido su asiento a un pasajero que estaba en lista de espera.
Shirley Yamauchi, de 42 años, compró dos billetes de Hawái a Boston —y pagó casi 1.000 dólares (unos 880 euros) por cada uno— para ella y para su hijo de dos años, Taizo. De acuerdo con la política de United Airlines, los pasajeros mayores de dos años deben viajar en su propio asiento.
Según cuenta Shirley a los compañeros del HuffPost Estados Unidos, estaba sentaba con su hijo en el avión, después de una escala de 5 horas en Houston cuando un hombre se acercó a su fila y le enseñó su billete, que indicaba el mismo número de asiento que el de su hijo. El pasajero también le explicó que estaba en lista de espera.
En palabras de Shirley, le contó su situación a una auxiliar de vuelo después de que llegara el pasajero, pero no le ofrecieron ningún tipo de ayuda.
"Se encogió de hombros y me dijo que todas las plazas estaban ocupadas", recuerda Shirley. "La transacción fue muy rápida".
Según cuenta Shirley, que no llega al metro sesenta de estatura, cuando la auxiliar de vuelo se alejó, tuvo que llevar a su hijo, que pesa unos 12 kilos, en el regazo durante las tres horas y media que duró el vuelo hasta Boston. El pasajero que acabó ocupando el asiento de su hijo fue uno de los últimos en subir al avión, que despegó poco después de su llegada.
Fueron tan incómodos durante el vuelo que, de acuerdo con Shirley, en ocasiones su hijo tenía que ir de pie o agachado en el suelo porque pesaba demasiado como para llevarlo sobre las piernas.
"Taizo mide la mitad que yo", explica Shirley al medio Hawaii News Now. "Estaba muy incómoda. Llevaba la mano y el brazo izquierdos aplastados contra la pared. Se me durmieron las piernas y el brazo izquierdo".
Ningún otro auxiliar preguntó a la madre por su situación en lo que quedaba del vuelo, a pesar de que estaba violando la "política de viajes con niños" de United Airlines. Además, la Administración Federal de Aviación estadounidense recomienda evitar que los niños vayan sentados en el regazo de sus padres o tutores durante el vuelo porque "los brazos no garantizan la sujeción segura de los niños, especialmente en caso de que haya turbulencias inesperadas".
Shirley reconoce que no intentó solucionar el tema con el personal del avión porque tenía miedo de las posibles represalias debido a los incidentes que se han producido últimamente con esta misma aerolínea y que han acabado en violencia.
"Empecé a acordarme de todos los incidentes relacionados con United Airlines que había visto en las noticias. La violencia, los dientes rotos...", explica a Hawaii News Now. "Soy asiática. Tenía miedo y no me sentía cómoda. No quería que me pasaran esas cosas".
El pasado mes de abril salió a la luz un vídeo en el que se veía al personal de seguridad del aeropuerto arrastrando de forma violenta al doctor David Dao de su asiento después de que el personal pidiera a los pasajeros que se ofrecieran a dejar sus asientos a un grupo de empleados de la aerolínea, que tenían que llegar a tiempo a un cambio de turno. Como nadie se ofreció, echaron a Dao de su asiento y le rompieron la nariz y dos dientes en el proceso y, además sufrió una conmoción cerebral a causa del enfrentamiento.
"Son cosas que les pasan a los demás, pero no a uno mismo", comenta Shirley a la NBC. "Esperaba que United Airlines hubiera cambiado su política después del incidente con el doctor Dao".
Según explica Shirley al HuffPost, intentó emitir una queja formal a United Airlines después del vuelo, pero un representante del servicio de atención al cliente le dijo que volviera el 6 de julio. Además, la aerolínea no ha contestado a los correos electrónicos del HuffPost en los que se le pregunta por el motivo de este retraso.
Cinco días después de la llegada de Shirley a Boston, un medio de comunicación de Hawái publicó un artículo sobre su experiencia. Fue entonces cuando United Airlines emitió una disculpa formal para la madre y le envió un vale por la plaza de su hijo.
El portavoz de United Airlines, Jonathan Guerin, explica en unas declaraciones para la NBC que los empleados habían escaneado incorrectamente la tarjeta de embarque de Taizo, por lo que no aparecía que hubiera hecho el check-in. Por lo tanto, entendieron que su plaza había quedado libre para otro pasajero y Shirley se vio obligada a llevar a su hijo en brazos.
"Nuestras más sinceras disculpas para la señora Yamauchi y para su hijo por esta experiencia", declara el portavoz de United Airlines. "Vamos a reembolsarle el billete de su hijo y a proporcionarle un vale. También nos hemos puesto en contacto con el personal de la puerta de embarque para evitar que esta situación vuelva a producirse".
Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense del 'HuffPost' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.