España se contrae, pero se recupera
Los datos nos dicen que la economía española se contrae durante el primer trimestre. Sin embargo, el análisis nos dice que España ha comenzado a recuperarse.
Esta misma semana nos hacíamos eco de diversas noticias económicas que, ocupando las portadas de los diarios de color salmón, no han tenido cabida en la tribuna pública; teniendo en cuenta que unas elecciones a la vuelta de la esquina acaparaban los focos. Unas noticias sobre la recuperación económica que prevé experimentar nuestro país, y que conviene comentar; de la misma forma que hace meses comentábamos que el país peninsular era la economía más dañada del conjunto de economías europeas. Pues hablamos de que la economía española ha echado a andar, y por buenas que sean las elecciones en la Comunidad de Madrid, lo importante y lo realmente destacable debía ser esto que comentamos.
Si bien es cierto que nos recuperamos, los datos sobre la economía española, así como de la economía europea, pueden confundirnos. Así pues, España, en lo que respecta a la evolución de su economía durante el primer trimestre, presenta una contracción del -0,5%. En este sentido, una contracción que también viven las economías europeas, pudiendo destacar las economías de la zona del euro, que ven como su producto interior bruto (PIB) se contrae un 0,6%. De la misma forma que podemos destacar a la Unión Europea, como bloque económico, que entra en recesión, también, al anotar una contracción del PIB del 0,4% entre enero y marzo, tras el descenso del 0,5% del último trimestre del año pasado.
Sin embargo, esta contracción que mostramos, tanto para las economías europeas como para su socio, el país peninsular, está más que justificada. Si atendemos al comportamiento de las economías europeas a lo largo de este primer trimestre, lo que observamos es que estas se vieron en la obligación de, por la tormenta Filomena y la tercera ola, intensificar las medidas de distanciamiento social que requería la elevada tasa de incidencia que mostraba el virus. Esto, como registra ahora nuestro PIB y el de otras economías, nos ha costado contraernos y entrar en recesión, nuevamente, en este primer trimestre del año.
Pero ello no quita, como decía, que la economía española no esté recuperándose.
La economía a nivel mundial, como sabemos, va a presentar asimetrías en lo que se refiere al comportamiento de cada economía, a la recuperación económica que estas deben experimentar, así como en el impacto que estas registran tras el paso del virus. No obstante, que este comportamiento no sea el mismo en todas las economías, no contradice que los datos agregados nos dicen que la economía se recupera. El conjunto de economías a nivel mundial prevé crecer este año a ritmos muy elevados, pero China, Estados Unidos y otras economías muestran que la recuperación ya es un hecho.
Quitando a la economía China que cerraba el año y lo comienza creciendo, Estados Unidos prevé recuperar el nivel anterior a la pandemia a lo largo del segundo trimestre, cerrando el año, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con crecimientos de hasta el 6,4%. Su ritmo más elevado en 40 años.
Pese a que los datos que muestra la economía española nos digan que la economía española se contrae, no tenemos razones para ser pesimistas. Las perspectivas nos dicen que tanto España como Europa prevén cerrar el año con crecimientos muy destacables, e incluso los indicadores que monitorizan más frecuentemente la actividad económica nos dicen que esto es así.
Este es el caso de los indicadores PMI, los cuales, desglosando la economía en actividad industrial y actividad del sector servicios, nos dicen que España ha alcanzado en abril su nivel más alto desde el año 1999 en lo que se refiere al sector manufacturero. Por su parte, el sector servicios, el más dañado por la crisis del covid, muestra una clara expansión tras rebasar, ampliamente, la previsión.
Para ser más objetivos, hablamos de que, debido a este reflejo que nos hace la macroeconomía, la economía de España prevé crecer en 2021 a ritmos cercanos al 6,4%, por lo que, de ser así, liderará la recuperación de los grandes países de la zona euro. Unos países que, en su conjunto, progresarán un 4,4% este año, según podemos extraer de las previsiones que realiza el FMI.
Y, de no cumplirse estas previsiones tan optimistas, cabe destacar que las más pesimistas nos sitúan en crecimientos cercanos al 5,5%. Por esta razón, debemos ser optimistas y apostar por una recuperación que podría llevarnos a registrar tasas de crecimiento poco vistas.
Aun así, no debemos obviar los riesgos. Como dijo el FMI, existen una serie de condicionantes que determinarán la solidez de la recuperación en los distintos territorios. Por esta razón, debemos estar atentos. Pero ello no debe ocultar una recuperación que, pese a estar en ciernes, comienza a materializarse en nuestros indicadores, y, por ende, en nuestra economía.