España se abre al turismo, pero acusa el duro golpe de Reino Unido
Los viajeros vacunados pueden venir a España desde este lunes, pero el Gobierno de Boris Johnson ha decidido mantener las restricciones. La recuperación se complica.
España se abre al turismo. Una vez concluido el estado de alarma y avanzado el proceso de vacunación, el país ha abierto este lunes sus puertas ansioso por recibir turistas internacionales. A partir del 7 de junio, cualquier viajero vacunado con la pauta completa podrá entrar en España sin necesidad de hacerse ninguna prueba, ni guardar cuarentena.
Así lo anunció a bombo y platillo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la Feria Internacional del Turismo (Fitur). “Todos los ciudadanos de países con los que no haya libertad de movimientos van a poder entrar en España siempre que cuenten con un certificado de haber recibido la pauta completa de la vacunación autorizada por la Agencia Europea del Medicamento o la Organización Mundial de la Salud”, afirmó.
Aquel día, Sánchez vaticinó que España podría recibir durante todo 2021 entre el 60% y el 70% de los viajeros internacionales que hubo en 2019. Si aquel año se superaron los 83 millones de viajeros, ahora el Ejecutivo esperaba atraer a entre 50 y 57 millones de turistas
Sin embargo, estos pronósticos se vieron truncados con una controvertida decisión conocida el pasado viernes: Reino Unido mantenía las restricciones para viajar a España, incluidas las islas. Un enorme jarro de agua fría, otro más, que pone muchas trabas a la recuperación.
Muchos expertos y profesionales del sector no han podido estos días evitar recordar la decisión tomada hace un año, en julio de 2020, por el Gobierno de Boris Johnson de imponer una cuarentena obligatoria de 14 días sin salir de casa tras visitar España. Una auténtica puñalada, que no se justificaba por cuestiones epidemiológicas, sino por una razón económica: fomentar el turismo nacional.
Un año después, la historia parece que la historia se repite. “Nos hemos quedado perplejos. La decisión no parece estar basada exclusivamente en motivos sanitarios”, ha denunciado Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA).
“Se está jugando que les fue muy bien la decisión del año pasado [cuando declararon la cuarentena] con esas playas llenas. La libra está jugándosela. Como han hecho en todo el proceso del Brexit, están jugando sus cartas del mejor modo que saben”, coincide Raquel Huete, profesora de sociología e investigadora en el Instituto Universitario de Investigaciones Turísticas de la Universidad de Alicante.
El turismo cae del 12% al 7,1% del PIB
El presidente intentaba insuflar confianza en un sector clave para la economía española tras el terremoto desatado por la pandemia. El coronavirus provocó la paralización total del turismo internacional. España fue uno de los países más perjudicados, al ser el segundo país del mundo más visitado por extranjeros solo por detrás de Francia.
Sin embargo, la decisión del Ejecutivo de Reino Unido supone un durísimo nuevo golpe al sector turístico español. Las empresas confiaban en que las islas Canarias y Baleares quedaran fuera de las restricciones.
Reino Unido no es un país cualquiera para el turismo español. España recibió 83,7 millones de visitantes extranjeros en 2019, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Hay un grupo destacado en ese impresionante número: los 18,07 millones de viajeros procedentes de Reino Unido. Uno de cada cinco turistas internacionales procedía de las islas británicas.
La reapertura anunciada por Sánchez no significa ni muchos menos la recuperación del turismo. Antes de la pandemia, el sector turístico representaba el 12% del producto interior bruto (PIB) y el 13% del empleo. Esas cifras quedan muy lejanas ahora.
En concreto, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) calcula que la importancia del turismo en la economía española continuará en caída durante este año, hasta situarse en el 7,1% del PIB. La recuperación tardará en llegar.
Si se tiene en cuenta el número de viajeros que recibía tradicionalmente España —más de 80 millones en los últimos años—, la Airef calcula que la recuperación de estos niveles de viajeros internacionales no llegará hasta 2023.
A la espera del turista británico
El propio presidente del Gobierno confiaba en que Johnson tomara otra decisión. “España está encantada de acoger a los turistas británicos que quieran venir a nuestro país”, aseguró Sánchez en Fitur. No era para menos: Reino Unido es el principal país emisor de turistas para España, un 22% del total.
La asociación de empresas turísticas Exceltur calcula que se dejan de ingresar 386 millones de euros cada semana que España se mantenga en la franja naranja del semáforo de restricciones de Reino Unido.
Por el momento, Johnson ha preferido que los británicos se gasten sus libras en las playas del país. “El Gobierno británico quiere que los británicos no salgan de su país este verano”, ha señalado Gándara.
La próxima revisión de este semáforo tendrá lugar a finales de mes. Huete espera que el Ejecutivo británico cambie entonces su decisión ante la protesta de las empresas turísticas. “La presión de los turoperadores allí va a influir. Una parte importante del sistema turístico británico son los turoperadores, que allí mueven mucho dinero. El Gobierno intentará que las vacaciones se acorten y que la salida que hagan los británicos sea la mínima posible”, apunta.
Benidorm, destino icónico del turismo de sol y playa y meca de los viajeros británicos, empezaba a reactivarse tras más de un año de cierre debido a la pandemia del coronavirus. Los empresarios de la ciudad han estado muy pendientes de las decisiones de Johnson.
La patronal hotelera de la ciudad, Hosbec, calcula que 29 hoteles abrirán sus puertas antes del 15 de junio, que se unirán a los 26 establecimientos que ya están en funcionamiento. En total, habrá 55 hoteles abiertos de los 110 que tiene la ciudad.
“La tensión que se está viviendo con Reino Unido está marcando las decisiones de apertura de los hoteles. Es grave para la recuperación de los trabajadores, porque supone alargar los ERTE”, asegura Huete.
El turismo nacional no puede compensar
Ante la gran pregunta de si el turismo nacional puede sustituir al extranjero, la respuesta es no. La dependencia de los viajeros internacionales es muy importante en regiones como las islas Canarias y Baleares.
La gran diferencia entre ambos tipos de turistas reside en el gasto que realizan unos y otros, ya que seis de cada 10 euros de los ingresos turísticos en España procede del extranjero.
Asimismo, tampoco se pueden obviar algunos factores que dificultan una hipotética sustitución. La economía española ha sido la más golpeada por la pandemia del coronavirus —el PIB cayó un 10,8% durante el año pasado— debido a la gran dependencia del turismo y, además, muchas familias no se habían recuperado de los estragos causados por la crisis financiera de 2008.
“La economía española también ha sufrido. Aunque todo el mundo esté contento de salir de vacaciones, también hay mucha gente pasándolo mal. Hay muchos trabajadores y muchos empresarios que lo han pasado mal”, recuerda Huete.
Esta situación de las familias españolas afectará mucho a la hora de organizar las vacaciones, ya que mirarán con lupa el gasto que hagan durante el verano. Los expertos creen que muchos turistas españoles optarán por alquilar apartamentos o acudir a segundas residencias, pero que se gastará más en el supermercado que en los restaurantes.
“Veo una situación más cercana a lo que ocurrió en 2008 y 2009, donde el turismo nacional tenía unas cifras de movilidad gigantescas y un gasto pequeño. Veo más probable alquileres de apartamentos en la playa, que subirán los precios porque la demanda será alta, pero se meterá mucha gente”, señala Huete.
Ante este difícil escenario, las administraciones y los empresarios tienen un reto por delante. “El reto de los destinos turísticos es sacar a los turistas de los apartamentos y ofrecerles alternativas de ocio que no sean muy caras para que las puedan afrontar, pero que dejen por lo menos más dinero en el pueblo”, apunta Huete.