Siete errores que todavía cometemos al llevar mascarilla
Error 4: reutilizar las desechables.
Si 2020 nos enseñó algo es que las mascarillas (junto a la distancia social y el lavado de manos) son una de las formas más eficaces de frenar el avance del coronavirus.
Aunque la vacunación ha empezado, los contagios continúan y los datos son muy preocupantes. En España desde que empezó la pandemia se han registrado más de 52.000 muertes y más de 2,1 millones de contagios.
“Sigue falleciendo gente a causa de esta enfermedad y llevar mascarilla puede disminuir la circulación del virus, lo que reducirá las hospitalizaciones y la mortalidad”, aseguró el epidemiólogo Rashid Chotani a la edición estadounidense del HuffPost.
Pero por muy fácil que parezca usarla y por mucho tiempo que llevemos haciéndolo, todavía cometemos errores, especialmente relacionados con la renovación (en las desechables) y los lavados (en las reutilizables). Hay datos que llegan a ser alarmantes. Un estudio realizado por Signs.com en Estados Unidos durante 2020 revela que muchos usuarios comparten mascarilla y otros esperan días para lavarlas.
Son errores frecuentes, llamativos y también muy fáciles de corregir. Chotani y otros expertos en Salud Pública explican cómo hacerlo.
Error 1: no lavarse las manos antes y después de quitarse la mascarilla
Aunque es uno de los consejos más repetidos por los especialistas, también es uno de los que más olvidados.
Para prevenir la transmisión del virus, Chotani recuerda que hay que lavarse las manos durante 20 o 30 segundos antes de ponerse y quitarse la mascarilla, ya que las infecciones que se transmiten a las manos se pueden transferir fácilmente a nariz, boca y ojos.
“Lavarse las manos es la piedra angular para el control de infecciones”, asegura. “Lavarlas antes de ponerse una mascarilla evita que los agentes contaminantes que podamos tener entren en la mascarilla. Hacerlo después de quitársela es igualmente importante para asegurarse de que los posibles agentes contaminantes no se queden en las manos”.
Error 2: no limpiarse la cara después de usar la mascarilla
Este gesto no es preventivo frente al coronavirus, pero ayuda a prevenir el acné relacionado con el uso de la mascarilla. Para la asesora médica senior de Sedgwick, Teresa Bartlett, lavarse la cara al quitarse la mascarilla es imprescindible.
“Mucha gente asegura que este acné es un problema, por lo que lavarse la cara con más frecuencia puede ayudar a evitarlo”, explicó Bartlett.
Para limpiar la piel adecuadamente, la Academia Estadounidense de Dermatología recomienda limpiar el rostro todos los días con un limpiador suave sin fragancia y luego humedecer la piel. También hay productos que mitigan los efectos derivados del uso de mascarilla.
No es frecuente pero ocurre. Uno de cada cuatro encuestados en EEUU aseguró haberlo hecho alguna vez. No es buena idea, al fin y al cabo tampoco se comparten cepillos de dientes ni ropa interior.
Al hacerlo se están incumpliendo las recomendaciones de los profesionales de salud ya que se comparten fluidos, lo que contribuye a la propagación del virus.
El médico y cirujano otorrinolaringólogo Gan Eng Cern insiste en la necesidad de deshacerse de este hábito lo antes posible.
No sólo por el coronavirus. Cada persona tiene sus propias bacterias y virus y esos patógenos pueden pasarse a la mascarilla, explica Rivka Abulafia-Lapid, directora de los laboratorios de vacunación celular de inmunología en el Centro Médico de la Universidad Hebrea Hadassah en Israel. De ahí que no sea prudente compartir este sistema de protección.
La recomendación cambia si la mascarilla se lava antes de dejársela a otra persona, apuntan Bartlett y Chotani. En esas circunstancias sí podría dejarse.
“Si hay varias personas viviendo en una misma casa, es muy importante tener las mascarillas marcadas individualmente para evitar errores”, apunta Chotani.
Su nombre lo dice, son desechables. Pero no siempre se cumple con la norma. Según la encuesta de Signs.com, el 44,2% de los participantes admitió haber usado su mascarilla desechable varias veces antes de tirarla.
No se debe hacer. Como explica Jagdish Khubchandani, profesor de salud pública en la Universidad Estatal de Nuevo México, están diseñadas, fabricadas y certificadas para un solo uso durante un máximo de seis horas.
“Las mascarillas desechables deben usarse sólo un día y luego tirarse, ya que rápidamente destruyen la capacidad de filtrar partículas, y aumentan la de transportar microorganismos y ensuciarse”, apunta. “Incluso un par de días de uso de una mascarilla desechable ya es excesivo, al tercero dejan de ser efectivas”.
Hay que lavar la mascarilla después de cada uso, aunque lo cierto es que muchos no lo hacen.
“El lavado garantiza que la mascarilla permanece higiénica y siga siendo efectiva para evitar que esparzamos nuestros fluidos”, explica Cern. “Si la mascarilla no se lava durante días, disminuye su funcionalidad. Para entonces lo más probable es que ya haya acumulado grandes cantidades de sudor y grasa que le hagan tener un olor fétido y eso dificulte la respiración”.
Lo has visto, seguro. Es una práctica muy habitual que se debe evitar a toda costa.
“Mucha gente usa las mascarillas hacia abajo y expone la nariz y parte de la cara”, explica el inmunólogo Mark Fischer. Esto se carga las ventajas de llevarla. Hay que tapar boca y nariz en todo momento para que sea efectiva, tanto para protegerse a uno mismo como a los que nos rodean.
Según un estudio publicado en la revista Cell, la nariz presenta una gran cantidad de ACE2, la proteína que usa el virus para infectar nuestras células. De ahí que sea tan importante cubrirla.
No vale llegar a casa, quitarse la mascarilla y abandonarla de cualquier modo. “El sitio donde se guarda es importante”, asegura el inmunólogo Chris Xu.
“Ten un lugar seguro que esté lejos del lugar de almacenamiento de las otras personas de la casa y que sólo haya contacto con las superficies a través de las correas. Antes y después de quitarla hay que lavarse las manos”, añade.
Otro tema importante, y que a menudo pasa desapercibido, es la forma de tirarlas. Hay que colocarlas en una bolsa de plástico que luego se meta en el contenedor del resto. Y si es una mascarilla reutilizable, hay que meterla igualmente en una bolsa hasta que se vaya a lavar.
Para almacenar mascarillas limpias, los CDC recomiendan guardarlas en una bolsa seca y transpirable (tanto el papel como la tela de malla funcionan) hasta que se vayan a usar.
Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense del HuffPost y ha sido adaptado del inglés.