Eres liberal y no lo sabes
El Brexit fue el punto de partida: se demostró que la Unión Europea era reversible. Después vino la victoria de Trump, que está cambiando por completo el orden mundial al apostar por el proteccionismo, cuestionar las viejas alianzas y rechazar el multilateralismo. A continuación llegó una ronda de elecciones europeas en las que el nacional-populismo estuvo cerca de ganar, hasta que lo consiguió en Italia, donde gobierna. Entre tanto, Putin se muestra amenazante y algunos gobiernos europeos que actúan con arrogancia en Bruselas se inclinan serviles ante el nuevo zar de todas las Rusias. Los populistas se han unido aconsejados por el espectral Steve Bannon y utilizarán la xenofobia y el racismo como punto de apoyo para dar un golpe mortal a la Unión Europea en las próximas elecciones a la Eurocámara, en mayo de 2019.
Este es el motivo por el que he escrito Eres liberal y no lo sabes, un libro en el que propongo una alianza contra los populistas que se base tanto en defender lo más valioso de lo conseguido desde la posguerra mundial como en nuevos puntos de vista y propuestas actualizadas para los problemas más acuciantes de nuestro tiempo.
El título del libro es desenfadado pero también desafiante. Elijo una etiqueta, la de liberal, que está muy cargada de significados, y ofrezco lo que para mí debería ser el liberalismo en nuestros días: un paraguas bajo el que podamos unirnos todos aquellos que creemos en el progreso y en las sociedades abiertas, los que deseamos convivir con los diferentes y los que sabemos que no hay que tener miedo al futuro ni al contacto con los demás.
Creo sinceramente que, por muy acuciantes que nos parezcan los temas de debate en la política nacional -ya sabéis, la tesis de Pedro Sánchez, el máster de Casado o el futuro del Valle de los Caídos -lo que de verdad va a marcar nuestras vidas y las de las próximas generaciones se va a decidir en el ámbito internacional. Y en este ámbito, España sólo puede tener algo que decir en la medida en que somos una parte de una entidad mayor y con más influencia: la Unión Europea.
Por tanto, para mí, ser liberal significa, en primer lugar, ser europeísta. Pero también significa creer en los derechos humanos universales; en las libertades individuales; en una economía global cuyos efectos positivos podamos disfrutar y cuyas desventajas podamos limitar; en un Estado capaz de garantizar la igualdad de oportunidades e incluso de ser un fuente de innovación; en una democracia más participativa y de más calidad; en el valor de la negociación y el consenso; en la necesidad de impulsar las reformas globales recogidas en la Agenda 2030, con la lucha contra el calentamiento global a la cabeza; y, por supuesto, en la convicción de que debemos enfrentarnos a los xenófobos en campo abierto, sin tacticismos. Si compartes estos puntos de vista, yo diría que eres liberal, lo sepas o no.
No pido una coalición de los partidos tradicionales, ni mucho menos. Pido que nos centremos en lo decisivo y en lo que compartimos la mayoría de los representantes y de los ciudadanos europeos. Pido que creemos un mínimo consenso para tener en claro quiénes son los enemigos de la democracia liberal. Pido adaptar nuestras ideas a la nueva realidad, buscar nuevas propuestas, encontrar otros caminos. Pido que seamos capaces de convencer a la inmensa mayoría de los europeos de que el camino hacia el futuro no pasa por cerrar las fronteras, las puertas y las mentes.
Espero que Eres liberal y no lo sabes contribuya a un debate político que está teniendo lugar en todo el mundo pero que no parece llegar del todo a los partidos políticos, en especial a los españoles. Confío en poder llegar, sobre todo, a los jóvenes que saben lo que quieren pero no exactamente cómo lograrlo. Me gustaría contribuir al renacimiento de la política abierta, generosa y optimista, independientemente de que se sientan más de derechas, de centro o de izquierdas. A nuestro punto de encuentro es a lo que llamo liberalismo.