Carlos Mazón (PP): "Si soy presidente, suprimiré los impuestos de Sucesiones, Donaciones y Patrimonio"
Entrevista con el presidente del PP valenciano, que desgrana sus propuestas fiscales en pleno debate sobre los impuestos.
Horas antes de que el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, anunciase una rebaja fiscal para las rentas hasta 60.000 euros, Carlos Mazón, presidente del PP valenciano, su principal rival en las elecciones autonómicas del próximo mes de mayo, se sienta a conversar con El HuffPost.
Lo hace en un céntrico hotel de Madrid, poco después de concluir la reunión del Comité Ejecutivo del PP, en el que el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, no habló de la llegada al poder de la ultraderecha tras las elecciones italianas del domingo pero sí lo hizo, por supuesto, de impuestos.
Porque ese es el tema que está marcando la agenda política en España desde que Juanma Moreno, presidente andaluz, anunciase su revolución fiscal.
El propio Mazón desgrana en conversación con este diario sus propuestas para la región que aspira a gobernar en ocho meses.
¿Qué le han parecido los resultados de las elecciones en Italia?
Lo más importante son las primeras medidas que se tomen. En función de eso, podremos adivinar. Analizar Italia por un día como el de las elecciones es un poco precipitado. Llevan con una inestabilidad política institucional demasiado tiempo. Cuando uno lleva demasiado tiempo con inestabilidad política institucional pueden ocurrirle cosas como las que les ha ocurrido.
¿Y qué ha ocurrido? Ha ganado la extrema derecha...
Hombre, yo cualquier cosa que no sea Draghi no me congratula demasiado. Yo soy muy de Draghi, me gusta mucho Draghi. En cualquier caso, al día siguiente de unas elecciones hay que esperar y ver, más allá de titulares exacerbados que pueda haber.
¿Algo así podría ocurrir en España?
Yo creo que las situaciones son absolutamente distintas. No sólo lo creo sino que lo palpo. Para mí el problema es ahora. Los problemas de los radicalismos están en los socios del Gobierno de hoy. Hoy el PP de Feijóo es un PP que es claramente una alternativa, que es un partido serio, que tiene importancia en toda España. La única alternativa a los socios radicalistas es Feijóo. El paralelismo, el que lo busque, es que tiene intención. Y esa intención no es buena.
Aun así, las encuestas apuntan a que el PP va a necesitar a Vox para gobernar, tanto en España como en su caso en la Comunidad Valenciana.
Quien quiera hablar del PP lo mejor que puede hacer es fijarse en lo que dice el PP. Y lo que decimos tanto en España como en la Comunidad Valenciana es que queremos gobernar en solitario, y que estamos ganando posiciones y que estamos avanzando para tener gobiernos fuertes, de centro, moderados y liberales. En eso está el PP, no en otra cosa. No estamos buscando cosas que no sean el PP. Lo que estamos viendo en la calle, que son más importantes que las encuestas, aunque nos vayan bien, es lo que quiere el PP. ¿A qué va a estar obligado el PP o no? Lo importante es lo que queremos y lo que proponemos. No somos sospechosos de nada más que de querer gobernar con moderación, en un espacio grande de centro, de encuentro, y en solitario.
Pero a veces querer no es poder. Las encuestas, salvo en el caso de Andalucía, indican que en el resto les puede pasar como a Mañueco.
Bueno, Ayuso gobierna en solitario. Juanma ha gobernado en solitario. En Murcia las previsiones son extraordinariamente buenas. En Galicia se gobierna con mayoría absoluta. Y es verdad que hay un Gobierno con Vox en la Castilla y León. Yo aspiro a gobernar en solitario en la Comunidad Valenciana. Feijóo aspira a gobernar en solitario en España. Me parece que decir claramente las intenciones es un acto de generosidad y de honestidad. No somos sospechosos de nuestras intenciones. Cuando los ciudadanos hablen, los interpretaremos de la mejor manera posible. La tendencia me invita a ser optimista respecto a lo que pretendemos tanto Feijóo para España como yo para la Comunidad Valenciana.
Entonces, si tuviera que pactar con Vox, ¿sin ningún problema?
No es un asunto de problema o no problema. Ya veremos. Cuando los ciudadanos emitan su veredicto, lo interpretaremos. Yo no estoy pensando en pactos, estoy pensando en desarrollar todo nuestro proyecto, que creo que es el que más beneficia a la Comunidad Valenciana. Esto para mí es lo más importante.
Hablemos de impuestos, ¿qué haría usted si fuera presidente de la Comunidad Valenciana?
Hace nueve meses lo dijimos. Presentamos una gran reforma fiscal que supone un ahorro de 1.530 millones para los ciudadanos de la Comunidad Valenciana, con la prioridad en las rentas medias y bajas y, sobre todo, en el IRPF de los salarios que más lo necesitan. Nosotros proponemos una bajada de impuestos a los salarios bajos de hasta el 31%. Es verdad que proponemos una bajada de impuestos para todos. Hemos sido el primer partido de toda España, el PP de la Comunidad Valenciana, ni siquiera otro partido del PP en España; en proponer la progresividad del impuesto a la vivienda, lo que técnicamente se llama Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, que en la Comunidad Valenciana está al 10%. Nosotros proponemos hacerlo progresivo, es decir, que uno pague por su vivienda en función del valor de la vivienda. Parece lógico que si alguien se compra una vivienda de 600.000 euros tenga un mayor nivel adquisitivo que alguien que se compra una de 80.000. Ximo Puig mantiene un tipo alto de impuestos, tanto para quienes se compran una mansión como para quienes se compran un pequeño piso en el extrarradio. Es el PP y no el PSOE el que propone un impuesto progresivo. Y en las Cortes nos han dicho que no.
¿Quién propone progresividad? ¿Quién propone priorizar a las rentas bajas? Nosotros decimos que hay que bajar los impuestos en los tramos altos del IRPF un 5% en el más alto, pero en el más bajo hemos propuesto bajadas del 31%. También proponemos la supresión de Sucesiones, Donaciones, Patrimonio y una gran reducción en Actos Jurídicos Documentados. El discurso de la progresividad, en estos momentos, lo abandera el PP de la Comunidad Valenciana.
¿No teme que esa rebaja de impuestos suponga una merma de ingresos y afecte a los servicios públicos?
No. En la Comunidad Valenciana sostener que altos impuestos es calidad de servicios públicos es una falacia que, además, ha fracasado. Con la presión fiscal más alta de España, que la mitad de los SAMUR de las ambulancias vayan sin médico, que no se hayan abierto ni la mitad de los consultorios en verano, que tengamos los problemas de lista de espera que tenemos, que en el hospital de Ontinyent se haya cerrado la planta de Medicina Interna, que el hospital de Vinaroz prácticamente no queden especialistas, o que vayamos a cacerolada mensual en el hospital de la Marina Baixa. No se puede sostener. Que el Síndic de Greuges haya dicho que ha colapsado la renta valenciana de inserción. O que haya una carencia de 25.000 plazas en geriátricos en la Comunidad Valenciana, significa que hay un colapso en las políticas sociales. Y esto ocurre con los impuestos más altos de España.
La relación no es esa. Yo defiendo que, reactivando el mercado de la vivienda y haciendo progresivo el impuesto de la vivienda, vía IVA, que lo recaudamos, y vía actividad económica; incluso podemos recaudar más, mejor y con más justicia y equidad en función de la actividad de cada uno y no haciendo tabla rasa para todos. No, la relación entre servicios públicos e impuestos altos es una falacia que ha fracasado hace mucho tiempo.
O sea, que es una gestión ineficaz, a su juicio.
Es una gestión ineficaz y no dirigir las bajadas de impuestos hacia la economía productiva y el empleo. Nosotros proponemos una reforma fiscal que en impacto directo generaría 80.000 puestos de trabajo y lo podemos defender y explicar. Además, no se verían afectados los ingresos, porque reactivaríamos la economía de tal manera que, vía IVA, lo podríamos recuperar. No habría menoscabo de los servicios sociales. Al revés. No se incrementaría el déficit. Esto lo digo respecto a una comunidad que es muy dinámica, que cuando se le alivia fiscalmente se pone en marcha. Una comunidad muy innovadora, si se le deja. Pero si se la oprime, lo que ocurre es que merman los ingresos.
El único incremento de ingresos que está habiendo en la Comunidad Valenciana es por la inflación, que es el impuesto más injusto que hay. Por eso le propusimos a Puig hace siete meses que le devuelva a los ciudadanos, sobre todo a las rentas más bajas, el exceso de recaudación. Se lo dije cuando llevábamos 500 millones de más. Vamos por 2.000. No sé lo que va a hacer, porque en una misma semana ha sido capaz de proponer que se multe a las comunidades que bajan impuestos, lo que es un afán centralista que no había visto nunca en la comunidad, y que a lo mejor hacía algún gesto con los impuestos hacia abajo. Imagino que presa de la presión social que le dice, baje usted los impuestos, por favor.
Si los baja, ustedes lo aplaudirán, claro.
Si hay una bajada de impuestos, aunque sea tarde, aunque sea mal, aunque sea insuficiente y aunque sea por la puerta de atrás, tendrá los votos del PP. Ojo, como también le hemos ofrecido los votos para paralizar la ley de la tasa turística que Podemos y Compromís quiere poner. Él ha dicho que no le gusta, pero que la quiere poner. Oiga, pues lo tiene muy sencillo, con llevar la paralización a las Cortes, tendrá el voto del PP.
Hablando de gustar, ¿le gusta la propuesta de impuesto a las energéticas que ha hecho Bruselas? Porque hay un debate interno en el PP, a Feijóo le gusta y a Ayuso no.
No hay ningún debate interno. Lo que hay es que otros quieren provocar la ceremonia de las confusiones. No es lo mismo un impuesto a la facturación que a un beneficio extraordinario. Oiga, si usted es una gran empresa y ha tenido un beneficio extraordinario, me parece sensato que se plantee una mayor contribución por lo mal que está el país. Si usted es una gran entidad financiera y ha tenido un beneficio extraordinario, me parece sensato que arrimen el hombro. Pero lo que ha propuesto el PSOE en España no es un impuesto a los beneficios extraordinarios, sino a la facturación. Yo creo que hay que estar preparado para hablar de impuestos y hay que tener una preparación académica, técnica y real. No es lo mismo un impuesto a cualquier tipo de facturación que a un beneficio extraordinario. Si usted se está lucrando extraordinariamente de la mala situación que hay, yo estoy a favor de que se le pida un mayor esfuerzo. En esto no hay ninguna contradicción en el PP. Todo lo contrario, estamos todos de acuerdo en eso.
Bueno, Ayuso dijo que no le gustaba imponer a las eléctricas.
Ayuso lo que dijo es que lo que no entiende es lo que no entendemos todos, inventarnos impuestos sobre la facturación de las eléctricas. Sobre los beneficios extraordinarios, yo creo que ahí no hay ningún tipo de duda. Creo que es una duda que algunos han querido generar, pero que en el partido no ha calado. Lo habremos explicado mejor o peor. Pero, desde luego, lo que todos tenemos claro es esa línea.
Caso Mónica Oltra, ¿les beneficia electoralmente este asunto?
Hoy hemos conocido la imputación de su ex jefe de Gabinete. Más allá de beneficios electorales, lo que es indigno es que ni el presidente de la Generalitat ni Oltra, ni nadie de Compromís, ni nadie de los imputados, hayan tenido la decencia de pedir perdón o reconocer el más mínimo error en este asunto. He visto hacerse la víctima a Oltra. He visto cómo algunos acusaban a poderes mediáticos y políticos de victimizar a Oltra. Y aquí la única víctima se llama Maite, que ha sido víctima, probada, con sentencia, de abusos por el exmarido de la exconsellera. Y es la única víctima de este asunto. Estando tutelada por la Generalitat. Por tanto, mientras no haya una petición de perdón y un reconocimiento de que algo ha podido fallar, el gobierno de la Generalitat está en posición de indignidad en este asunto. Independientemente de lo que los electores puedan pensar, ese tiempo ya llegará. Pero creo que todos hemos sido suficientemente respetuosos. A mí no me habrá visto con una camiseta de Mónica Oltra con su cabeza boca abajo, ni pedir reprobaciones. Lo único que hemos pedido son comisiones de investigación en las que se nos ha dicho que no. Yo insisto que lo mínimo es pedir perdón y reconocer fallos en la gestión. Y nadie lo ha hecho. Estamos en una posición de indignidad, independientemente de lo que los jueces, los fiscales y el proceso diga. Eso es otro cantar.
Oltra que fue muy dura con el PP en cuanto a la corrupción. ¿Se ha recuperado el PP de los casos de corrupción que le han afectado, especialmente en la Comunidad Valenciana?
Lo que tenemos claro es que llega el momento de que tengamos un debate sereno sobre la presunción de inocencia, porque el señor Camps lleva nueve inocencias. Muchos de los juicios e imputaciones que ha tenido Camps han sido querellas firmadas directamente por Puig. Y ahora resulta que hay veredictos de inocencias y archivos de causas. Rita Barberá, después de lo que le ha pasado, también tiene un veredicto de inocencia. La alcaldesa de Alicante también era inocente. Conviene ir por partes en vez de hacer una causa general. Ahora resulta que tiene gravísimos problemas el PSOE con un caso que se llama Azud y que tiene que ver con su presunta financiación irregular durante muchos años. Y aquí está el PP que no se ha puesto a criminalizar a nadie ni hemos pedido dimisiones de nadie. Hemos dicho, vamos por partes. Presunción de inocencia, tranquilidad y que se vayan demostrando los hechos. Pero alguno tendrá que dar explicaciones, porque los que se inventaron una raya roja fueron Puig y Oltra. Y ahora resulta que esa raya están rezando porque sea lo más difuminada posible. Es una reflexión que tienen que hacerse ellos, no el PP.
Aun así, al PP le afectaron casos de corrupción que hicieron daño electoral al partido.
Sí. A mí, cuando me hacen reflexiones de lo que pudo ocurrir, siempre digo que, después de a los ciudadanos, si algún comportamiento corrupto se cuela en un partido político, a quien más daño hace es a ese partido político. Por tanto, mayor enemigo que yo sobre cualquier comportamiento en ese sentido no puede haber. En cualquier caso, le digo que las circunstancias son distintas. Represento a un partido que tiene que ver con el año 2022, que quiere sacar a la comunidad adelante y que está harta de tanto nacionalismo y de tanto populismo como el que estamos viviendo ahora mismo y sobre todo de tanta falta de gestión con los servicios justos.
Ha mencionado a Rita Barberá, ¿el PP fue justo con ella?
No, no lo fue.
¿Por qué?
Era difícil. Entiendo que era un momento en el que la sensación general era muy complicada de mantener. Hay cosas que sólo se ven con el paso del tiempo y hay veces que los partidos pecan de justicieros. Creo que en el caso de Rita Barberá fue así y espero que hayamos aprendido la lección todos.