En Vitoria han dado la respuesta más aplaudida a la última campaña antiabortista
"El problema es que es VERDAD".
Un conjunto de grupos ultracatólicos ha puesto en marcha esta semana una campaña para criticar la Ley del Aborto y defender el acoso a las mujeres frente a las clínicas de interrupción del embarazo.
La acción, que ha consistido en ocupar cientos de marquesinas en varias ciudades de España con un mensaje contra la reforma de la Ley del Aborto, ha provocado una intensa polémica.
Muchos han pedido la retirada de los carteles, la ministra de Igualdad, Irene Montero, criticó duramente el mensaje que transmiten y otros muchos han expresado su indignación por la campaña en redes, contribuyendo seguramente sin quererlo a su difusión.
En Vitoria, en cambio, han encontrado la forma de contestar a la campaña sin darle cobertura, sino poniéndola en solfa utilizando las mismas armas dialécticas que usan los ultracatólicos en ella.
Desde el Ayuntamiento vasco ya se ha ordenado la retirada de estos carteles colocados en cinco marquesinas tal y como habían pedido los grupos municipales de EH Bildu y Elkarrekin Vitoria, así como la asociación de defensa de los derechos de la mujer Clara Campoamor.
Vitoria se suma a Murcia, donde la empresa que gestiona la explotación de soportes publicitarios retiró la campaña el pasado día 21, después de que el consistorio la enviara un escrito en el que advertía de que “las acciones de presión de los grupos antiabortistas es un acto que vulnera el derecho fundamental a la intimidad personal y familiar, a la integridad física y moral y a la autonomía de las mujeres”.
No ocurrirá lo mismo en otras ciudades como Córdoba o Madrid. En la ciudad andaluza se considera que la campaña no incumple ninguna normativa de las que regula la publicidad. Y en la capital española, el alcalde Martínez-Almeida defendió que el consistorio no tiene competencia para juzgar la opinión del anunciante y consideró que debe prevalecer la libertad de expresión.
“Rezar frente a un pedófilo en una iglesias es lo habitual”, dice el encabezado de la campaña alternativa, cuyo mensaje se completa con más datos sobre los casos de abusos sexuales a menores en la Iglesia española: “Un mínimo de 216.000 víctimas entre 1950 y 2020 de agresiones sexuales a menores perpetradas por entre 2.900 y 3.200 sacerdotes y otros responsables eclesiásticos”. “Todos los sabían y nadie hizo nada”, remata.
La campaña de contestación en Vitoria ha sido aplaudida por muchos como la mejor respuesta posible a la propaganda ultracatólica desplegada en los últimos días contra la reforma de la Ley del Aborto.