"En vida...": el reproche de Felipe González al recordar (en 'Espejo Público') la figura de Rubalcaba

El expresidente del Gobierno Felipe González ha reprochado —en el programa Espejo Público, en Antena 3— que no se haya tratado con respeto “en vida” a Alfredo Perez Rubalcaba, si bien se ha mostrado muy sorprendido por la “despedida de Estado” que ha tenido el exvicepresidente: “No me esperaba una despedida de Estado. En frases de Rubalcaba diríamos ‘sabemos enterrar a nuestra gente, no tratarlos en vida con respeto, pero sí enterrarles’. Esto demuestra fortaleza del Estado democrático”, ha valorado González.

“Ya le echo de menos, hablaba mucho con él. No quiero hablar mucho en púbico todavía, a ver si se serena esta situación de análisis”, ha afirmado González, antes de relatar que “el 29 de abril, que yo salía para Buenos Aires, nos encontramos y hablamos tres horas. Fue la última vez que hablé largamente con él”: “Hablamos de República Dominicana y Colombia”, ha rememorado el expresidente del Gobierno.

Según González, en un tiempo en el que “nos hace falta pensar”, en el que “la política está muy cerca del tuit”, Rubalcaba “sabía mirar más allá de un cuarto de hora”: “Hace 40 años que coincidí con él y su actividad estaba ya en el proceso educativo. Luego asumió responsabilidades muy diversas, tenía esa capacidad. Podía ser todo lo que quiera. Yo me preguntaba si tenía yo esa capacidad y tengo dudas”, ha reconocido González, antes de elogiar el espíritu de diálogo de Rubalcaba.

En referencia a la sensación de tristeza de Rubalcaba por el hecho de que hubiesen apartado a sus más cercanos colaboradores, González ha destacado que quizás ahora sea el mejor momento de “volver a integrar”: “Rubalcaba era leal a un proyecto, no a una persona. Tenía la virtud de decir lo que pensaba, por eso es un buen momento de reflexión a nivel interno en el partido. Pero también es el momento de ver que las fuerzas políticas no vayan solo al tablero de la crispación”, ha argumentado González.

“Lo que más destaca de Rubalcaba lo dijo su sobrina, en muy pocas palabras, es que era un hombre que siempre estaba. Y esa disponibilidad, 17 o 18 horas al día, siempre estaba también para sus sobrinos”, ha sentenciado González.