En las puertas del Supremo: periodistas ansiosos, 'al trullo' y los paseíllos de Abascal y Torra
Todo lo que se ha visto y oído en el arranque del juicio del 'procés'
La plaza Villa de París, reducto neoclásico del Madrid burgués, afrancesada, con balcones exquisitos... Y este martes se ha convertido en un plató frío, extremadamente vigilado por la policía y copado por centenares de periodistas ansiosos y cámaras.
Arranca el juicio más importante de nuestra democracia: la causa del procés. El Tribunal Supremo tiene por delante la tarea de decidir si los líderes independentistas cometieron el delito de rebelión. Buena parte de la historia de nuestro país pasará por la histórica sentencia que se dictará a lo largo de estos meses.
A las 10 de la mañana comenzaba oficialmente el juicio. Pero desde primeras horas de la mañana los helicópteros sobrevolaban la zona. 600 periodistas de más de 170 medios nacionales e internacionales y una larga cola además en el lateral en la calle General Castaños de público que quería asistir: algunos gritaban 'viva España' y otros grupos eran de estudiantes de Derecho. "Es un juicio histórico", decían unas jóvenes que cursan Derecho en la Universidad Rey Juan Carlos.
Los protagonistas: los doces líderes independentistas acusados que se sientan en el banquillo. Trasladados la semana pasada desde las cárceles catalanas, han llegado a primera hora en furgones de la Guardia Civil, que han accedido directamente al parking para que no hubiera imágenes hasta su aparición en la sala.
Sí han llegado a pie los únicos tres que están en libertad provisional: los exconsellers Meritxell Borràs, Carles Mundó y Santi Vila. El segundo ha sido recibido al grito de "golpistas", "al trullo", 'Viva España"... Una exaltada señora con buen abrigo que estaba en la cola se ha desatado ante el exconseller de Justicia con esos gritos y diciendo: ¡Que luego me digan fascista!
Un grito de 'fascista' se ha escuchado al llegar el presidente de la Generalitat, Quim Torra. Ha accedido por la puerta principal y no ha querido dirigirse a la prensa. Minutos antes había estado en la cercana concentración en Recoletos -se han prohibido manifestaciones frente al tribunal- junto al presidente del Parlament, Roger Torrent. "Decidir no es delito", decía la pancarta trasera. Dentro del Supremo, Torra, ha saludado en su despacho al presidente del Tribunal y del CGPJ, Carlos Lesmes.
Caos mediático con Abascal y la chuleta en inglés de Vox
Pero esas puertas del Supremo tenían ansias de cámaras y se ha llevado todo el caos mediático Santiago Abascal. El líder de Vox ha aparecido pasadas las nueve de la mañana, un poco más tarde que Torra. Este juicio al procés va a ser un gran altavoz para los verdes: actúan de acusación particular y su secretario general, Javier Ortega Smith, es abogado dentro de la sala.
El trío de Vox ha provocado el caos mediático: Abascal, Ortega Smith e Iván Espinosa de los Monteros. Se han dividido los papales, el líder ha hecho unas declaraciones políticas: exige un "juicio justo" sin impunidad y sin indultos. Su doctrina es que han fallado los políticos y solo funcionan los tribunales, los fiscales y la Corona. Y dardo al rival PP por el voto de derechas: "inacción" del Gobierno de Mariano Rajoy durante la crisis catalana. Otro lamento: que Torra no esté sentado en el banquillo de acusados, sino que acuda como público.
El único de ellos que ha accedido a la sala ha sido Ortega Smith, recibido al grito de 'Viva España unida', por algunos de los que hacían cola para entrar. Espinosa de los Monteros ha hecho de portavoz para los medios internacionales, dando declaraciones en inglés (llevaba una chuleta en un folio) y en francés.
Tras el show mediático, Abascal se ha escapado de la plaza casi en solitario. Y se ha acercado en un calle aledaña a una cafetería. ¿Adivinan el nombre? 'El Supremo'.
En los alrededores del tribunal, se ha producido pequeñas protestas no muy numerosas. En la esquina con la calle Génova un grupo portaba banderas de España y de la Falange y gritaban por la unidad de España. También cerca algunos portaban carteles a favor de la libertad de los "presos políticos" y banderas republicanas.
Casi al mismo tiempo que Abascal se iba accedía por la puerta lateral el abogado ya más mediático del caso por parte independentista, Andreu Van den Eynde (lleva la defensa de Oriol Junqueras y Raül Romeva). Y por los aledaños hemos visto desfilar también a los portavoces de ERC y PNV, Joan Tardá y Aitor Esteban, y a la consellera de Justicia de Cataluña, Ester Capella. Y hasta el mismísimo vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés.
Las puertas del Supremo: el futuro de Cataluña y de España entra y sale en la plaza de la Villa de París.