En la lucha contra la violencia machista no sobra nadie, sólo los prejuicios
El carácter abierto e integrador del feminismo liberal que promovemos desde Ciudadanos nos ayuda a sumar fuerzas y evitar el sectarismo.
La violencia machista es una de las peores lacras que sufre el mundo moderno, y uno de los principales retos a los que nos enfrentamos como sociedad. En pleno siglo XXI, podemos reforzar la seguridad en nuestras calles, blindar los derechos y libertades de los ciudadanos con nuestro Estado de derecho, garantizar la igualdad entre las personas… pero miles de mujeres -madres, abuelas, hijas, hermanas- siguen enfrentándose cada día, solas e indefensas, a un verdadero infierno en lo que se considera su hogar.
Para colmo, la eclosión de la pandemia, que ha recrudecido todos y cada uno de los problemas que ya padecía nuestro sistema de convivencia, ha obligado a estas mujeres a confinarse 24 horas con sus agresores, en un espacio cerrado, en condiciones que han llevado al límite la estabilidad psicológica de víctimas y agresores, y en no pocas ocasiones con niños como testigos directos de los malos tratos. En lo que llevamos de año, el número de mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas asciende a 41, lo que eleva a 1.074 el total de víctimas mortales por violencia machista desde enero de 2003.
En Ciudadanos, como no puede ser de otra forma, nos tomamos la lucha y erradicación de la violencia machista como una prioridad absoluta. Para que las mujeres vivan sin miedo, para que las familias descansen y para garantizar la igualdad entre hombres y mujeres desde la dignidad y el respeto mutuos. Nuestro plan de actuación se asienta en dos pilares: por un lado, las políticas públicas, con una dotación presupuestaria y unas medidas de actuación ambiciosas y, por otro, los principios y valores de nuestro proyecto, que invitan a sumar fuerzas desde todos los ámbitos para luchar juntos contra esta lacra que ha causado, y sigue causando, tanta muerte y tanto sufrimiento en el seno de nuestros hogares.
En las cuatro comunidades autónomas y en los más de 400 ayuntamientos donde gobernamos, la protección y ayuda a las víctimas de la violencia machista son ejes fundamentales de nuestra acción política. En nuestros acuerdos de gobierno, Ciudadanos ha apostado por gestionar la Consejería de Igualdad en Andalucía, Murcia o la Comunidad de Madrid no sólo como garantía de que no se va a dar ni un paso atrás en violencia machista frente a quienes la niegan, sino como impulso a medidas ambiciosas e innovadoras y refuerzo de medios con que hacer frente a esta problemática.
En la Región de Murcia, por ejemplo, hemos duplicado en solo un año los fondos para la prevención de la violencia machista –de 2’8 a 5’9 millones de euros, con recursos de acogida especializados en los perfiles y necesidades de las víctimas: casa trata, casa salud mental, casa mujeres gestantes–, mientras que en Andalucía hemos elevado hasta los 44 millones el presupuesto del Instituto de la Mujer, para, entre otras cuestiones, la elaboración y puesta en marcha de cinco nuevos protocolos de actuación, coordinación, atención y buenas prácticas, con especial incidencia en dos itinerarios personalizados y específicos dirigidos a mujeres mayores y con discapacidad, dada su especial vulnerabilidad. Además, hemos multiplicado por 400 el presupuesto de la línea telefónica de atención a la mujer y estamos elaborando el primer Plan institucional contra la trata de personas.
Del mismo modo, en la Comunidad de Madrid estamos consolidando, en colaboración con los ayuntamientos, una red de atención integral a mujeres del teléfono 012, el Servicio de Orientación Jurídica y los Puntos Municipales del Observatorio Regional contra la Violencia de Género, desde los que se aporta información, asesoramiento y acceso a los diversos programas de atención a víctimas. Y estamos implantando un Centro de Crisis para protección personalizada 24 horas.
La segunda vía de actuación se desarrolla a través de nuestro trabajo diario en el Congreso de los Diputados. En Ciudadanos nos jactamos siempre de ser el partido del acuerdo, de la unión y el consenso, y estos valores tienen unos efectos concretos muy importantes –mucho más de lo que pudiera parecer– en la lucha contra la violencia machista. Si tuviéramos que quedarnos con un logro conseguido en esta materia sería, sin lugar a dudas, haber impulsado el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, un foro constructivo, de unión y debate en el que fuerzas políticas, expertos y representantes de la sociedad civil nos escuchamos y acordamos planes de actuación eficaces para ir todos a una en una causa que es de todos. Precisamente, el carácter abierto e integrador del feminismo liberal que promovemos desde Ciudadanos nos ayuda a sumar fuerzas entre distintos, a evitar el sectarismo y los intereses espurios y, en definitiva, a mantener la unidad de los demócratas enfocada en el reto común de salvar vidas. Porque en la lucha contra la violencia machista no sobra nadie, sólo los prejuicios.