En la calle, en el trabajo y en todas partes

Diecisiete años después de la aprobación del matrimonio igualitario en España, tres lustros desde la aprobación de la Ley de Identidad de Género y poco más de una semana después de que el Consejo de Ministros aprobara el anteproyecto de la ley trans, la lucha por los derechos del colectivo LGTB+ sigue.

Aunque España ha dado pasos de gigante en diversidad e inclusión, posicionándose como un país referente en derechos, aún queda camino por recorrer. Y no solo por el preocupante aumento de los delitos de odio que sufrimos, sino también en terrenos como el trabajo.  

Según datos de 2019 del Proyecto Europeo ADIM, para el que fueron entrevistadas más de mil personas LGTB+ residentes en España y Portugal, un 26% ocultaba su orientación sexual o identidad de género en el trabajo. Otro estudio publicado por UGT en 2020 arrojaba otro dato: el 90% de las personas LGTB+ entrevistadas (1.260) consideraban que su identidad les suponía un inconveniente a la hora de encontrar un trabajo. 

Algunas de las razones para no salir del armario en el ámbito laboral eran el miedo a ser objeto de bromas y rumores, el no mezclar la parte personal con la profesional o el temor a perder oportunidades profesionales e, incluso, el propio trabajo.

Esto es un problema para el colectivo LGTB+, un reto para el conjunto de la sociedad y, al mismo tiempo, una gran oportunidad para una nueva generación de emprendedores y emprendedoras de hacer las cosas bien.

Pienso aquí, particularmente, en los emprendimientos más innovadores. Son precisamente estos los que tienen que adaptarse al devenir de una sociedad que no cesa en la conquista de los avances sociales. Porque se la juegan cada día con todo tipo de decisiones. Y cuantas más sensibilidades, puntos de vista y, por lo tanto, información haya en la toma de decisiones de un emprendimiento, más posibilidades habrá de acertar y salir adelante. El emprendimiento innovador va a tener que ser el lugar más acogedor y empoderador para las personas LGTB+ si quiere tener éxito en el futuro.

Por este motivo, desde el Gobierno de España, a través del Alto Comisionado para España Nación Emprendedora, trabajamos para construir una nación emprendedora en la que el emprendimiento innovador sea el rompehielos para un nuevo modelo económico, con metas a alcanzar como el desarrollo, la retención y la atracción de talento y aplicando políticas transversales de inclusión para no dejar a nadie atrás. Porque en España estamos orgullosos y orgullosas de todos nuestros talentos.

Cuarenta y cuatro años después de la primera marcha del Orgullo celebrada en Madrid, este sábado 9 de julio las calles de la capital estarán abarrotadas de personas LGTB+ que seguiremos reivindicando la diversidad, la igualdad y nuestro espacio en la sociedad española.

En la calle, en el trabajo y en todas partes.