El Barça deja sin Copa ni Liga al Madrid en cuatro días
Los de Valverde derrotan a los blancos (0-1) y aumentan la ventaja en Liga a 12 puntos. El miércoles eliminó a los de Solari al ganar (0-3) en el Bernabéu.
Lo que puede cambiar la vida en apenas cuatro días. Madrid y Barça, que llegaban a esta semana con opciones a lograr todos los títulos, están ahora en situaciones absolutamente opuestas. Los de Valverde siguen con sus opciones intactas. Los de Solari dependen, un año más, de ganar la Champions.
Porque el miércoles, el Barcelona venció 0-3 en semifinales de Copa en un partido en el que el Madrid mereció mucho más, pero los culés fueron la efectividad hecha equipo. Y pasaron a la final.
Y este sábado, Messi y compañía han acabado con las pocas opciones que tenían los blancos para ganar la Liga este año.
Más bien, compañía y Messi, porque el argentino ha pasado desapercibido en los dos clásicos que se han disputado esta semana en el Bernabéu. Y eso también es noticia.
Si en el partido del miércoles fue Luis Suárez el gran protagonista con dos goles, este sábado el autor del único tanto del encuentro ha sido el croata Ivan Rakitic, que aprovechó un gran pase de Sergi Roberto para marcar salvando la salida de Courtois.
Un gol que ha llegado en la primera parte y que el Madrid, tan falto de puntería como viene siendo habitual durante la temporada, no ha sabido remontar. Ni tan siquiera empatar.
Lo intentó Vinicius con voluntad, pero estrellándose constantemente en la defensa rival. En especial, en un Piqué pletórico, el mejor de la temporada. La pareja que hace con Lenglet en el centro de la zaga ha cerrado la portería de Ter Stegen, probablemente, el mejor portero del mundo, que hoy no tuvo mucho trabajo.
En el Madrid, la misma sensación rara de todo el año. Salió Bale de titular y sólo dejó un disparo en el minuto dos de partido que se fue alto. Nada más. Fue sustituido en la segunda parte y la grada lo pitó. Para sorpresa de muchos, no hizo ningún gesto feo a nadie. También es noticia.
Modric fue el mejor de los madridistas. Le puso voluntad, un par de remates a puerta e intentó sostener el juego de los suyos. Solari dio entrada a Asensio y a Isco, ovacionado por el Bernabéu, que tampoco aportaron mucho más.
Por lo demás, el partido, que dejó para el recuerdo el enfrentamiento cabeza con cabeza entre Messi y Ramos por una agresión del sevillano al argentino, renqueó hasta el pitido final, con otra pequeña bronca en el último minuto.
No pasará a la historia por el resultado ni por el juego, pero sí porque, en apenas cuatro días, el Barça ha dejado al máximo rival con sólo una carta en la mano para salvar la temporada. Y Solari no es Zidane.