La erupción de La Palma cumple 85 días y se convierte en la de más duración de la historia en la isla
Hasta ahora, la más prolongada en La Palma era la del volcán Tehuya, que entró en erupción el 19 de mayo de 1585.
La erupción del volcán en La Palma cumple este domingo 85 días expulsando lava, con lo que se convierte en la más larga registrada en esa isla y en una de las más duraderas de España. La Palma, como el resto de islas del archipiélago de Canarias, tiene origen volcánico, y en la memoria de sus habitantes está la existencia de otras erupciones, pero esta, por su duración y magnitud, se ha convertido en un hecho relevante.
Desde que el pasado 19 de septiembre comenzó la erupción en La Palma, conocida como “la isla bonita” por sus paisajes verdes, el volcán ha cubierto de lava 1.184 hectáreas, llevándose por delante zonas de cultivo y más de 3.000 edificaciones, entre viviendas y otras construcciones.
Además, ha provocado la evacuación de más de 7.000 personas, ya que otra de sus características es que ha tenido lugar en una zona habitada.
85 días de erupción
Los 85 días de erupción del volcán lo convierten en una de las más duraderas registradas en España, aunque muy lejos aún del Timanfaya, en la isla canaria de Lanzarote, que en el siglo XVIII estuvo activo durante seis años, periodo en el que levantó montañas y sepultó once municipios.
Hasta ahora, la erupción más prolongada en La Palma era la del volcán Tehuya, que entró en erupción el 19 de mayo de 1585 después de una intensa actividad sísmica que se prolongó durante 84 días y finalizó el 10 de agosto de ese año.
La última erupción en La Palma hasta la de ahora fue el 24 de junio de 1949, el volcán de San Juan o Nambroque, que se prolongó durante 47 días.
Ceniza y tremor
La ceniza que volvió a emitir este domingo el volcán de La Palma ha cesado después de que se registraran durante este mediodía pulsos de fuerte intensificación en el tremor y expulsara bombas volcánicas en la vertiente este.
La portavoz científica del Plan de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca), María José Blanco, ha informado de que también ha parado el rugido del volcán, que después de 36 horas con una actividad “bastante tranquila” y sin mucha emisión de lava ha experimentado este domingo, sobre las 13:00 hora local, “un pulso muy claro” en la señal del tremor volcánico, que estuvo acompañado de emisión de cenizas, de un sonido continuo y de eyección de bombas volcánicas.
También se ha producido un pequeño desbordamiento hacia el norte de la colada preexistente que transcurre sobre coladas anteriores.
A este respecto, el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, ha indicado que se ha observado una salida “importante” de lava que, en principio, discurre por coladas anteriores, y que está siendo monitorizada por la Unidad Militar de Emergencias (UME) con el fin de poder obtener más datos.
“Es importante saber si ha cesado en su impulso energético o continúa”, ha manifestado Morcuende, quien ha indicado que, no obstante, el tremor en estos momentos es bajo y ha cesado la emisión de gases, tal y como se puede ver desde Tajuya.
Antes de que se produjera esta emisión de cenizas, se ha reproducido la misma dinámica que en los últimos días, sobre todo en lo referido a la presencia de gases, como dióxido de azufre, monóxido de carbono y dióxido de carbono, al sur de la erupción, zona que está evacuada.
Todo esto hace que la mayoría de los días las personas que vivían en los barrios de Las Manchas, Las Norias y La Bombilla no puedan acceder a sus casas para limpiarlas de ceniza. El motivo es que los niveles alcanzados de estos gases son “muy altos” en determinados momentos y perjudiciales para la salud, ha precisado Morcuende.
Cambia la fisonomía de La Palma
La actividad volcánica ha cambiado la fisonomía de la isla. En primer lugar, el cono principal del volcán, que surgió en una pequeña colina, alcanza ya una altura de 1.124 metros sobre el nivel del mar, según ha informado este domingo el Instituto Geográfico Nacional (IGN), y se ha convertido en un icono de la isla.
Por otra parte, las sucesivas coladas de lava que han llegado al mar han hecho crecer la superficie de La Palma, generando 44 hectáreas de suelo, terreno similar al Estado Vaticano.
Esta erupción ha permitido a los científicos hacer un seguimiento al minuto de todas sus incidencias y poder recabar datos para su estudio. Y también se ha convertido en una atracción turística, con la llegada de cientos de personas que quieren ver de cerca, grabar y fotografiar un fenómeno tan espectacular.
Sin embargo, frente a la belleza de las imágenes que el volcán proporciona, está el daño que ha causado entre los vecinos de la zona. En estos casi tres meses de actividad, el volcán, aún sin nombre, ha causado daños de más de 900 millones de euros (más de mil millones de dólares).
La buena noticia es que nadie ha perdido la vida durante la erupción, aunque se investiga la muerte de un hombre mientras visitaba sus propiedades en una zona evacuada, para saber si falleció debido el volcán o por causas naturales.