El verde de la ultraderecha amenaza 'el cinturón rojo' de Madrid
Vox supera el 15% de los sufragios en los grandes municipios del Sur que nutren de trabajadores a la capital
La extrema derecha ha irrumpido con tanta fuerza -tercer partido en el Congreso con 52 escaños y el 15,09% de los sufragios- que amenaza el color del denominado cinturón rojo metropolitano del Sur de Madrid. Vox ha superado el 15% de los votos en las cinco localidades más grandes que nutren de trabajadores a la capital, que albergan buena parte de la industria de la Comunidad y que han sido feudos tradicionales de la izquierda.
Fuenlabrada, bastión socialista de 201.194 habitantes, es donde más votos han conseguido los de Santiago Abascal: segundos con el 20% de los apoyos. Un resultado sin precedentes, similar al respaldo que han conseguido en el madrileño distrito de Salamanca (20,2%). En abril fueron cuartos con el 12,71%.
En Móstoles (206.589 habitantes), tras el escándalo en el que se ha visto envuelta la alcaldesa del PSOE por nepotismo, Vox ha quedado tercero a 2.000 papeletas del PP y ha sumado el 18,7% de los sufragios. Lo mismo ha ocurrido en Alcorcón, donde se han hecho con el 16,3% de los votos. En Getafe y Leganés han sido cuartos, pero prácticamente igualando a Unidas Podemos (16,6% y 15,5% respectivamente).
Estos resultados son un aviso a la izquierda a pesar de que el PSOE haya ganado en estos grandes municipios. La campaña de Vox ha cuidado los barrios de trabajadores y ha dirigido algunos mensajes hacia quienes viven en ellos. No es casualidad que uno de los mítines más grandes del partido se celebrara en Vistalegre, en Carabanchel.
El propio Abascal se ha hartado de recordarles que su partido es “la alternativa patriótica y social”. En la noche electoral, además, apeló a los votantes progresistas a sumarse a su proyecto. Habla a la “España que madruga”.
Fuenlabrada, epicentro ultra del cinturón
Fuenlabrada es uno de los municipios con más suelo industrial de la Comunidad. Alrededor de los bloques de viviendas de esta antigua ciudad dormitorio, que se expandió en los años 80, han proliferado nueve polígonos industriales donde se asientan más de un millar de empresas que emplean a casi 12.000 personas.
Los socialistas, que gobiernan esta localidad desde 1979, ven con preocupación “el peligro” del auge de la extrema derecha, según el alcalde, Javier Ayala. Y temen que el ascenso sea una contestación a las políticas de género e integración con los inmigrantes del Consistorio, como la tarjeta de identificación que permite a los sin papeles acceder a servicios municipales usar las bibliotecas.
Género e inmigración: dos temas de contestación de la extrema derecha, cuyo líder ya ha dejado claro que pretende recurrir al Tribunal Constitucional “las leyes liberticidas” que se han aprobado en España. Por ello, el secretario general del PSOE-M, José Manuel Franco, ha apelado este lunes de resaca electoral a combatir a Vox en Madrid, “su cuna”.
Javier Otero, fuenlabreño de 28 años, cree que “la formación de Abascal ha presionado muy fuerte respecto a la inmigración y los votantes de derechas en Fuenlabrada han abrazado sus tesis”. En este municipio viven 6.500 rumanos, (3,2%), 4.600 son marroquíes (2,31%) y 1.700 chinos (0,88%). “Y la mayoría están en el centro del pueblo”, cuenta.
“La comunidad árabe del casco histórico es importante”, señala Elena Hinojosa, otra vecina de Fuenlabrada de 27 años. Esta joven apunta hacia los escándalos de corrupción que han protagonizado algunos miembros de la comunidad china en el polígono de Cobo Calleja, como el que involucró a Gao Ping, a quien Hacienda señala por defraudar 17 millones en IVA y aranceles. “Puede ser que los fuenlabreños contrarios a la inmigración hayan visto en Vox un partido en el que pueden confiar”.
Las claves del auge
El politólogo José Fernández-Albertos, cree que una de las claves de este éxito de Abascal está en PP y Ciudadanos. “Ambos partidos eligieron acceder a los gobiernos locales y autonómicos con el apoyo de Vox. Eso mandó una señal a su electorado: ‘Si os gusta, podéis votar tranquilamente a este partido’. Eso ha favorecido su crecimiento”, ha comentado en Twitter.
Algunos expertos en comportamiento electoral señalan que la subida de Abascal se ha nutrido, esencialmente, de Ciudadanos. El politólogo de la Universidad Carlos III de Madrid, Pablo Simón, recuerda que el voto a Vox sigue explicándose con fuerza en función de la renta: “Cuanto mayor sea en un municipio, mayor será el porcentaje de voto a Vox”, dice a El HuffPost.
El problema son los RENI, los Resultados Electorales No Identificados, como el de Fuenlabrada, donde el éxito de Vox no se puede explicar por la renta. Allí la media bruta es de 22.092€ y la del distrito de Salamanca de 61.562€. No solo los euros vitaminan a la extrema derecha.