El 'todo incluido' más loco de Ibiza
(Por Pablo Burgués)
Can Jordi Blues Station es el sitio más auténtico, divertido, improbable y necesario de Ibiza. Para que te hagas una rápida imagen mental del inexplicable universo Can Jordi, te diré que este local es una especie de Corte Inglés "agro" donde lo mismo puedes beberte un carajillo, que comprar 20 kilos de pienso para gallinas, que ver una exposición de fotografía tibetana, que pillar un par de bombonas de butano, que participar en un torneo de ajedrez...
Por si esta amplia y selecta variedad de productos y servicios no fuera ya de por si lo suficientemente tentadora para cualquier ser humano moderno, además todos los viernes y sábados del año hay concierto. Los espectáculos, al igual que el lugar, son de lo más heterogéneo y lo mismo te puedes topar con unos músicos locales haciendo una jam session de jazz, que con dos yankis octogenarios tocando bachata country, que cuatro ucranianas haciendo punk, que un guacamayo tocando la flauta travesera... Vamos que me río yo del eclecticismo musical del festival WOMAD.
Los días de bolo, este bar/tienda de ultramarinos/almacén de productos agrícolas/centro cultural/distribuidor de gas/oficina del paro, se llena hasta la bandera y aparcar se convierte en parte del show. Los arcenes y prados adyacentes se petan de vehículos hasta tal punto que el local tiene en plantilla una cuadrilla de aparcacoches, quienes te ayudan a estacionar en ese minúsculo hueco libre debajo de un árbol, detrás de un tractor o encima de una acequia.
Ante semejante avalancha de gentío, los conciertos se realizan en el exterior del establecimiento ¿Por seguridad de los músicos? No lo creo amigas, ya que el escenario se encuentra a escasos 5 metros de la carretera general de Sant Josep (la vía rápida con menos luz al norte de Burundi). ¿Entonces, los conciertos se hacen outdoor por seguridad del público asistente? Pues tampoco, ya que el respetable está sentado a 3 metros de dicha carretera (y a tan solo 2 de un almacén de bombonas butano). Así es el rock and roll, nena: peligroso y explosivo.
Pero lo realmente divertido de este lugar no es la música, ni la amplia variedad de bebidas alcohólicas low cost, ni la posibilidad de ser arrollado por un autobús de línea, sino sus parroquianos. Porque si Ibiza es ya de por si variopinta, Can Jordi es el sumun de las relaciones humanos improbables, una especie de bolsa de frutos secos "cóctel" donde lo mismo puedes encontrarte con un multimillonario indio jugando a "piedra, papel o tijera" con un hippie que vive en una cueva, que al enterrador de Santa Eulalia hablando en esperanto con 3 modelos rusas, que al campeón paraolímpico de lanzamiento de martillo bailando la danza del vientre con un cura heavy filipino.
Conclusión: En vez de gastarte un pastizal para ir a ver al Cirque du Soleil, mejor vente a Can Jordi Blues Station que las cañas están a 1'40€ y el espectáculo está all included.
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———— Esta historia se publicó originalmente en mi blog Typic d'aquí