El tifón 'Mangkhut' golpea ya Hong Kong, tras dejar 65 muertos en Filipinas
En el sur de China ya ha causado la muerte a cuatro personas. Es el fenómeno meteorológico más grave que ha sufrido en su historia la urbe de Hong Kong.
El número de fallecidos en el sur de China a consecuencia del súper tifón Manghkut asciende a cuatro, mientras varias provincias del sureste del país comienzan a hacer balance de los daños ocasionados por el fenómeno meteorológico más grave que ha sufrido en su historia la urbe de Hong Kong.
La agencia oficial de noticias Xinhua informó hoy de que se ha confirmado la muerte de cuatro personas en la provincia de Cantón, tres de ellas en la capital provincial del mismo nombre por la caída de árboles y una más en Dongguan, por el colapso de materiales de construcción.
Tras causar al menos 65 muertos en Filipinas, el tifón alcanzó a las 17:00 hora local (10.00 horas en la España penindular) del domingo en la ciudad de Jiangmen (Cantón) con vientos de hasta 162 kilómetros por hora, según la estación meteorológica provincial.
Horas antes, el fenómeno meteorológico había llegado a unos 100 kilómetros por hora a su paso por Hong Kong, una de las ciudades más afectadas, donde ocasionó al menos 213 heridos y cuantiosos destrozos en la excolonia. La tormenta más intensa en la historia de Hong Kong arrancó unos 1.500 árboles y esta jornada la urbe limpia los destrozos para volver a la normalidad.
El secretario de Seguridad, John Lee Ka-chiu calificó los daños como "graves y extensos" y dijo que el número de llamadas de ayuda o informes de lesiones fue hasta cinco veces más alto que cuando el tifón Hato azotó Hong Kong en agosto del año pasado.
Según señala hoy el diario South China Morning Post, la ciudad estuvo durante diez horas con la señal de advertencia más severa mientras "los edificios de gran altura se balanceaban, las ventanas se rompían y los andamios se desprendían de los rascacielos".
El transporte público se suspendió durante el domingo y hoy todavía están interrumpidas varias líneas de autobuses mientras que los vuelos del Aeropuerto Internacional de Hong Kong, que fueron cancelados durante el fin de semana, poco a poco han comenzado a reanudarse.
Como consecuencia de los fuertes vientos, que en Hong Kong alcanzaron una velocidad de 175 kilómetros por hora, hubo niveles récord de marejadas ciclónicas, con inundaciones que alcanzaron sus niveles más altos desde 1904. Las zonas más afectadas fueron Quarry Bay y Tai Po Kau, con oleadas de hasta 2,35 metros y 3,38 metros respectivamente.
Según un oficial citado por el South China Morning Post, "Mangkhut fue un ciclón tropical altamente destructivo" y "le trajo a Hong Kong una marea de tormenta que rompió récords ya que fue más severa que las traídas por el tifón Wanda y el tifón Hope".
El responsable de seguridad indicó que entre 1.400 y 1.500 personas buscaron refugio en albergues y la policía recibió 20.000 llamadas de ayuda el domingo. En algunos lugares como Cheung Chau y Heng Fa Chuen todavía continúan sin agua ni electricidad.
En la China continental, hasta la noche de ayer más de tres millones de personas fueron evacuadas a albergues en la provincia de Cantón mientras que en la vecina región autónoma de Guangxi alrededor de 228.000 personas fueron evacuadas y 98 vuelos fueron cancelados en Nanning, la capital de la región.
Según el Centro Meteorológico Nacional, Mangkhut ingresó en Guangxi moviéndose hacia el noroeste a una velocidad de 20 kilómetros por hora. Mientras, las centrales nucleares operadas por la Corporación General de Energía Nuclear (CGN) de China en Cantón y Guangxi resistieron sin problemas al tifón. En la ciudad de Macao, que tuvo que cerrar todos sus casinos, 20.000 hogares tuvieron cortes de electricidad, varias carreteras se inundaron y al menos 17 personas resultaron heridas.
Filipinas busca a sus desaparecidos
El sábado fue el peor día del paso del Mangkhut por Filipinas. Las autoridades han confirmado la muerte de al menos 65 personas y buscan a una decena de desaparecidos, mientras los equipos de rescate logran acceder a áreas remotas azotadas por el que ya se considera el mayor tifón de la temporada.
La mayoría de estas muertes se produjeron a causa de deslizamientos de tierra en las zonas montañosas que recibieron las lluvias torrenciales y fuertes vientos que arrastró Mangkhut a su paso ayer durante unas diez horas por el norte de la isla de Luzón, en el extremo septentrional del país.
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El presidente filipino, Rodrigo Duterte, visitó ayer las provincias afectadas de Cagayan e Ilocos, donde realizó una "inspección aérea" para evaluar los daños y se reunió con las autoridades regionales y nacionales para discutir el plan de respuesta al desastre. "Comparto mis condolencias con quienes han perdido a sus seres queridos", dijo el mandatario filipino en una comparecencia televisada en directo en la que aseguró que el gobierno está haciendo todo lo que está en sus manos para "volver a la normalidad lo antes posible". Está previsto que Duterte visite hoy la región de Cordillera, donde el saldo de víctimas es de momento el más elevado, con 49 fallecidos y 13 desaparecidos.
En la región de Cagayan se han confirmado siete muertes, además de una en Luzón Central, una en Ilocos y otra en Manila. En Cordillera una familia de seis miembros murió cuando su casa en la ciudad de Baguio quedó enterrada por un desprendimiento de tierra; y en Nueva Vizcaya (Cagayan) un hombre de 36 años y tres de sus hijos -uno de dos años y otro de ocho meses- fallecieron en las mismas circunstancias mientras el resto de su familia estaba en un centro de evacuación.
En el pequeño municipio minero de Itogon, región de Cordillera, una avalancha de tierra arrasó cuatro barracones donde vivían los mineros, causando al menos 33 muertos, aunque las autoridades temen que la cifra de víctimas pueda alcanzar el centenar mientras continúa la búsqueda de desaparecidos.
El asesor presidencial Francis Tolentino, designado por Duterte para supervisar la respuesta al desastre, subrayó que se espera finalizar las tareas de búsqueda y rescate para poder empezar mañana las labores de rehabilitación, con el objetivo de restaurar la electricidad y las comunicaciones.
Más de 130.000 personas permanecían todavía en los centros de evacuación habilitados por el gobierno y unos 15.000 se encontraban refugiados en viviendas más seguras de familiares, según los últimos datos ofrecidos por el Centro Nacional de Reducción de Desastres.
A pesar de las dificultades de acceso la ayuda internacional ya ha comenzado a fluir, en concreto 20.000 sacos de arroz del Programa Mundial de Alimentos; además de 570.00 dólares (490.000 euros) donados por Australia en artículos de primera necesidad para unas 25.000 personas que serán distribuidos por Cruz Roja.
El paso del temporal, el peor que golpea Filipinas desde el supertifón Haiyan en 2013, ha causado por el momento más de 250.000 damnificados de manera directa, según ese organismo oficial, aunque más de 5 millones de filipinos viven en las zonas que sufrieron el embate del Mangkhut. Antes del paso del tifón, el Gobierno filipino designó más de 30 millones de dólares (unos 27 millones de euros) para la respuesta de emergencia.
Tras tocar tierra en la localidad de Baggao, en la costa nororiental del país, el sábado a la 01.40 hora local (18.40 del viernes, hora peninsular española), Mangkhut arrastraba vientos de hasta 305 kilómetros por hora, lluvias torrenciales y provocó olas de hasta seis metros.