El procés suma y sigue
Batlle, hasta ahora director de los Mossos, es la última 'víctima' política: dimite y es sustituido por Pere Soler, un independentista convencido.
El llamado procés hacia la independencia de Cataluña suma y sigue mientras el calendario camina hacia el 1 de octubre, fecha marcada para la celebración del referéndum.
Este lunes ha vivido un nuevo e intenso capítulo con la dimisión por motivos políticos de Albert Batlle como director de los Mossos d'Esquadra. Una baja muy sintomática, puesto que se trata de un exalto cargo socialista, catalanista moderado, que había manifestado varias veces en privado su desacuerdo con la vía unilateral tomada por el Govern y que en varias ocasiones había pedido "neutralidad e imparcialidad" a los agentes.
El elegido por el conseller de Interior, Joaquim Forn, para sustituirle es Pere Soler, independentista convencido que se ha expresado en varias ocasionesa favor del derecho a decidir de Cataluña a través de las redes sociales. Y todo ello después de que el pasado viernes renunciara al cargo el hasta entonces conseller Jordi Jané, que fue relevado por Joaquim Forn, de perfil más netamente independentista que su antecesor.
Nacido en Terrassa en 1967 y abogado de profesión, Soler fue concejal de CiU en ese Ayuntamiento cuando el actual 'conseller' de Territori, Josep Rull, lideraba el grupo municipal. En 2013 fue nombrado director general de Servicios Penitenciarios de la Generalitat -cuando la consellería de Justicia la lideraba Germà Gordó- en sustitución de Xavier Martorell, que dimitió a raíz de informaciones que le vinculaban al caso Método 3.
LOS MOSSOS: "PODEMOS VERNOS ATRAPADOS"
La marcha de Batlle y la llegada de Soler ha provocado inquietud dentro de los Mossos d'Esquadra. Sindicatos policiales y altos mandos del cuerpo, estos últimos de forma anónima, han reconocido a El Periódico la "inquietud" ante lo que temen que puede ser el peor de los escenarios posibles: verse en medio del fuego cruzado entre la legalidad estatal, que puede ordenarles la retirada de las urnas, y las órdenes que les den sus responsables políticos en la Generalitat.
"Podemos vernos atrapados. Por un lado, como policía, a ver quién es el guapo que se atreve a desobedecer una orden judicial. Pero por otro, si nos mandan a retirar las urnas o a impedir la entrada en los centros de votación, la lógica de enfrentamiento que se puede generar con toda la gente que quiera votar puede ser terrible", asegura un alto responsable del cuerpo.
En declaraciones a Efe, Valentín Anadón, el portavoz de SAP-Fepol, el sindicato mayoritario en los Mossos d'Esquadra, ha reconocido que estos últimos cambios en la consellería y la actual situación política generan "incertidumbre" y "preocupación", por lo que ha solicitado a los nuevos responsables que den "instrucciones claras" de cara al referéndum que el Govern ha anunciado para el 1 de octubre.
EL GOBIERNO HABLA DE UNA DINÁMICA "GRAVÍSIMA"
Tras conocer la dimisión de Batlle, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha considerado "gravísima" la dinámica de la Generalitat porque cualquier persona que respeta la ley y quiere cumplir con su obligación se ve obligada a dimitir por motivos políticos.
"Cuando la gente moderada, que ponía realismo político, se tiene que ir de la Generalitat, Puigdemont y Junqueras pueden hacer dos cosas: o asumir su fracaso ahora o asumirlo el 1 de octubre", ha subrayado, antes de reiterar que el referéndum no se va a celebrar.
El Govern sigue, en cualquier caso, con sus planes y retomará este martes la compra de urnas para el referéndum del 1 de octubre en su primera reunión con los tres nuevos consellers Jordi Turull, Joaquim Forn y Clara Ponsatí, y el nuevo secretario del Govern, Víctor Cullell.
Fuentes de la Generalitat consultadas por Europa Press han explicado que el primer paso previsto para reactivar esta compra es aprobar un acuerdo de Govern por el cual el área de procesos electorales de la Generalitat pase del Departamento de Gobernación al de Vicepresidencia.
"TENSIONANDO"
Santamaría ha advertido al Govern que si siguen "tensionando" a la sociedad catalana tendrán "una respuesta por parte del Gobierno".
"Cualquier Gobierno sensato lo que haría es pararse, reflexionar y analizar la deriva en la que están colocándose y a la que están llevando a tanta gente moderada y sensata que solo quiere hacer su trabajo bien en Cataluña", ha enfatizado.
La actitud de Santamaría no ha contentado a la portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, quien ha achacado la dimisión de Batlle a la "persecución política, económica, judicial y policial" del PP, que en su opinión está generando un "choque de trenes" en Cataluña.
RAJOY, EL JUEVES EN CATALUÑA
Mientras, el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, cree que la dimisión se debe a que éste no quiere asumir responsabilidades penales ante la celebración del referéndum. "Esto tiene consecuencias de orden penal y me imagino que alguien que dirige los Mossos, que además se integran en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, no quiere asumir responsabilidades que en este caso serían agravadas", ha dicho en rueda de prensa tras una reunión de la comisión permanente de la Ejecutiva Federal socialista.
Y, en medio de este clima, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, viajará este mismo jueves a Cataluña. Pero no para tratar estos asuntos, sino para presidir la inauguración del Parador Nacional de Lleida.
Fuentes del Ejecutivo han confirmado a Efe la presencia de Rajoy en ese acto, al que no acudirá Puigdemont, y que, previsiblemente, supondrá la última vez que viaje a Cataluña antes de que a finales de mes se ponga fin al curso político.