El PP: en shock, buscando líder y esperando otra vez a Rajoy

El PP: en shock, buscando líder y esperando otra vez a Rajoy

El líder popular explica hoy a los barones y la cúpula del partido su hoja de ruta para el futuro

Mariano RajoyGETTY

El Partido Popular es una desquiciada amalgama de sensaciones ahora mismo. Muchos de sus dirigentes están en shock por esa salida exprés del poder, se preparan cuchillos tras las puertas, pero a la vez se espera que Mariano Rajoy aclare su hoja de ruta para minimizar esa guerra por la sucesión. Otra vez esperando sus tiempos entre nervios y ansiedad.

Los populares viven este martes una cita que puede decidir su futuro: Rajoy ha convocado a los barones y a la cúpula del partido en una reunión extraordinaria del Comité Ejecutivo. Varios cargos populares consultados por El HuffPost hablan de la "expectación" que hay sobre las palabras del ya expresidente del Gobierno sobre su porvenir. Empezando por si seguirá o no al frente de Génova y como líder de la oposición.

Las distintas familias esperan una señal para lanzarse a por el poder en la calle Génova. Todo dependerá de lo que diga Mariano Rajoy. En público todos señalan que el líder conservador está legitimado para escoger esa transición, para guiar al partido en esta nueva etapa.

Rajoy descartó durante la moción de censura dimitir de su cargo para intentar salvar a la desesperada el Gobierno durante unos meses. Pero las cuentas no le salían para investir a un candidato de su partido. Algunos en el partido además recelaban de que Soraya Sáenz de Santamaría tomara las riendas temporalmente, otros creían que debía Rajoy dejar su cargo in extremis. El expresidente se refugió en el restaurante Arahy, esa era su forma de hablar (o de huir).

¿Congreso en otoño?

Una de las opciones que barajan varios sectores del PP es la celebración de un congreso extraordinario en otoño, según fuentes populares, para renovar el partido y estar listos de cara a la super cita de mayo del año que viene: europeas, municipales y regionales. Pero una cosa es lo que piensen y otra lo que marca el expresidente.

Y es que a pesar de que se huele una guerra interna, muchos quieren que esta etapa de sucesión sea lo más tranquila posible y que esté tutelada por el propio Mariano Rajoy, Lo que nadie se atreve a decir en público es lo que debe hacer Rajoy.

El Partido Popular es la formación más disciplinada de España. Cuando parece que se a resquebrajar, siempre sale ese instinto de supervivencia. "Ahora toca unidad y fortaleza", dice una persona con mando en Génova intentado evitar hablar de una guerra interna.

A lo largo de estos días, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo, han estado hablando con los barones y diferentes cargos para abordar y calmar la situación.

Todos miran a Feijóo

Pero todos saben que la guerra puede estallar en cualquier momento si no se controla bien la situación. No hay más que escuchar las palabras de este lunes del exministro de Exteriores José Manuel García Margallo, que ha dicho claramente que hará "todo lo posible" para que la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría no sea la portavoz del PP en el Congreso.

Y en estas quinielas para suceder a Rajoy suena con más fuerza que nadie el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. El propio Margallo ya ha dicho que es su favorito para coger las riendas del PP. El gallego esquiva mientras el tema y dice que se hablará del partido este martes. En las quinielas siguen apareciendo habituales como Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal y Ana Pastor. También algunos se fijan en el ministro de Fomento en funciones Íñigo de la Serna, que, por cierto, se queda sin trabajo al no ser diputado, como le sucederá a Alfonso Dastis y a Román Escolano.

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Tendrá gran importancia la estructura del grupo parlamentario, que será pieza clave como principal partido de la oposición, además de ser el que más diputados tiene de toda la Cámara. El portavoz actual, Rafael Hernando, ha confirmado que habrá cambios en el grupo para reconfigurar ahora su papel como oposición.

Preparando una dura oposición

¿Y qué tipo de oposición va a hacer el PP? Pues las primeras señales son de dureza ya. El Partido Popular ya ha movido ficha de cara a los presupuestos generales. Va a enmendar los suyos propios en el Senado y con la vista puesta en los 540 millones de euros que se concedieron al PNV. Además, haciendo uso de su mayoría absoluta en la Cámara Alta, amplía el plazo de enmiendas, retrasa una semana el debate de los vetos y zancadillea así al nuevo Gobierno -Sánchez se ha comprometido a mantener las cuentas del PP-. Si se modifican, deben volver otra vez al Congreso.

Pero, además, en el PP también se están lanzando contra Cs después de la moción. Compiten por el mismo electorado y acusan a los naranjas de haber sido el "detonante" de que prosperara la moción con sus palabras de que había terminado la legislatura y ofreciendo una moción instrumental al PSOE con candidatos como Javier Solana o Ramón Jáuregui.

El PP, en horas decisivas para su futuro.