Por qué 'El poder del perro' debe ganar el Oscar a la Mejor película y por qué no
Más de una década después, Jane Campion ha vuelto al cine por la puerta grande y parte como la favorita de la edición.
El poder del perro y su éxito tiene mucho que ver con “el poder de Jane Campion”, como bien decía Lucía Tello. La directora es responsable también de títulos de culto como El piano (1993), con el que ganó la estatuilla hace 28 años, así que sobran los argumentos. La cinta de Netflix, nominada a Mejor película en los Oscar, parte como la gran favorita con doce nominaciones y con los elogios de críticos y académicos. Han pasado 13 años desde su último largometraje —Bright Star (2009)— y parece que ha invertido muy bien el tiempo.
La neozelandesa fue la primera mujer en conseguir dos nominaciones a Mejor dirección, precisamente por El piano y por la de 2022. Y sí, para quienes lo sigan poniendo en duda: es tanto un drama como un western.
El largometraje, basado en la novela homónima de Thomas Savage (1967) —una semiautobiografía cuyo título hace referencia al Salmo de la Biblia “líbrame el alma de la espada; mi amor del poder del perro”—, no tiene nada que ver con Brokeback Mountain (2005), por mucho que haya quien se empeñe en compararlas. Según Deadline, El poder del perro es el western “más hermoso en 43 años, desde Días de cielo”.
Contextualizada en Montana en 1925, los hermanos Phil (Cumberbatch) y George Burbank (Plemons), dueños de un rancho y con abundancia económica, son la cara y la cruz de una misma moneda. Phil es cruel, rudo y machista, y George todo lo contrario. George se casa con una viuda (Dunst), madre de Peter (Smit-McPhee), y comienzan los problemas dentro del hogar.
Los hermanos tienen (casi) la relación de Caín y Abel. Phil reprocha a George su matrimonio con Rose, a la que se refiere como “la viuda suicida”. El personaje de Benedict Cumberbatch busca cualquier debilidad en el resto para mofarse públicamente de ellos. Se ceba especialmente con Peter, por “ser un blando”, aunque acaban por establecer una buena relación.
El acoso del vaquero es de tal magnitud que su cuñada comienza a utilizar el whisky a modo de tranquilizante, algo de lo que él disfruta. El problema real de Phil es todo un misterio. Más de una década después, Jane Campion ha vuelto al cine por la puerta grande.
Por qué SÍ debe ganar el Oscar a Mejor película
1. Porque ha reinventado el western y lo ha modernizado.
2. Porque los personajes, estupendamente construidos, esconden secretos que hacen que la trama vaya creciendo.
3. Por su fotografía (y por su luz), realmente cautivadora, y sus escenarios naturales.
4. Por el trabajo admirable de Benedict Cumberbatch —el mejor papel (y el más diferente) de su carrera, según la crítica—, Kirsten Dunst y Jesse Plemons (ambos pareja en la vida real), todos nominados en sus respectivas categorías.
5. Por una atmósfera realista y que genera angustia al espectador de 2022, aunque la historia se desarrolle en los años 20.
6. Porque habla de los defectos humanos sin que el discurso resulte un tópico.
7. Porque, aunque sea realista, es a la vez perturbadora. Incluso incomoda.
8. Por su complejidad psicológica.
9. Por su crítica al poder masculino. El personaje de Cumberbatch, que representa toda esa testosterona de la que le gusta hacer gala, es la representación de ello, del perro (o más bien, de un lobo), del instinto animal del que alardea, un macho alfa a la vez que un hombre que se odia a sí mismo y a los demás, especialmente a los homosexuales —“no dejes que tu madre te convierta en un marica”, le dice a Peter—. Y, a pesar de ello, todo es una careta, de ahí que se deteste.
10. Porque se empatiza con unos personajes y se detesta a otros, cuando uno se pregunta: ¿Qué narices le ocurre a este? Juega con los ritmos y las emociones.
11. Porque habla de los miedos: el protagonista, antes que reconocer sus temores —tiene muchos muertos en el armario—, prefiere morir.
12. Porque a Campion no le obsesiona mostrar la parte más amable del mundo.
13. Porque es imprevisible y se está a la espera de que ocurra una catástrofe (excepto para los lectores de la novela). Deja sin palabras.
14. Por la sensación al terminar de verla. Es de las películas a las que hay que volver por puro placer. Una cinta para el recuerdo llena de aristas.
15. Porque le preceden premios como el León de Plata a la Mejor dirección del Festival de Venecia, la Mejor película de los BAFTA o el premio de Mejor dirección, Mejor actor y Mejor actor secundario del Círculo de Críticos de Nueva York.
Por qué NO debe ganar el Oscar a Mejor película
1. Difícil encontrarle un pero. Es una película muy completa en todos los sentidos. Quizás, el único, es que el western no es un género para un público masivo.