El plátano de Canarias se muere
Los agricultores de las Islas Canarias pueden perder unas ayudas de 10 millones de euros al año por los recortes de Europa.
El mes de noviembre es crucial para la salvación del plátano de canarias. Las autoridades europeas negocian los últimos flecos del acuerdo de la Política Agrícola Común (PAC) —uno de los programas más conocidos de la Unión Europea— para los próximos siete años. Si no se produce un cambio de última hora, supondrá una mala noticia para 15.000 familias canarias.
La Comisión Europea ha propuesto recortar un 3,9% el dinero destinado al POSEI, cuyas siglas proceden del francés: Programme d’Options Spécifiques à l’Éloignement et l’Insularité. Este programa está destinado a apoyar las producciones agrarias de las regiones ultraperiféricas de la UE como las Islas Canarias, Guadalupe, Martinica, Azores y Madeira, entre otras.
Este recorte supondría una merma de ingresos de 10 millones de euros anuales para los productores de plátanos de Canarias entre 2021 y 2027. Estos siete años son los mismos que estará en vigor el nuevo Marco Financiero Plurianual.
“La propuesta es un recorte del 4% respecto al septenio anterior. Nosotros significamos un 0,01% del montante total de la PAC. La agricultura de las Islas Canarias perdería 10 millones al año durante siete años. España recibirá en ese mismo periodo 47.000 millones. Es una cantidad muy pequeña, pero para nosotros es la vida”, asegura Sergio Cáceres, gerente de la asociación empresarial Asprocan.
Actualmente, el archipiélago recibe 268 millones de euros cada año en ayudas para su agricultura. La cantidad de dinero repartido por el programa POSEI debería revisarse cada siete años, pero en realidad no se ha actualizado desde que se puso en marcha en 2007.
Los productores piden a las autoridades europeas que se mantengan las ayudas a las regiones ultraperiféricas y recuerdan que los tratados de la UE reconocen la singularidad de estos territorios, que están muy alejados del resto del territorio.
“Las regiones ultraperiféricas están reconocidas por tratado de la UE. Las islas Canarias estamos en un mercado único y nos sometemos a las normas comunitarias, pero estamos a miles de kilómetros. Por eso, surgió este programa de apoyo para proporcionar ayudas que tratan de compensar los sobrecostes de la producción que derivan de la lejanía y de la insularidad”, afirma Cáceres.
Los productores también señalan que las autoridades europeas han beneficiado la entrada de bananas en el mercado europeo con la firma de acuerdos de libre comercio, que han rebajado los aranceles en la importación de productos.
“La UE ha incentivado la importación de banana de terceros países. El mercado se ha beneficiado de una reducción arancelaria a favor de la banana por encima del 50% en los últimos siete años. Esto ha hecho que los ingresos de los productores sean menores. Participamos en el mismo mercado con cartas totalmente diferentes”, lamenta Cáceres.
Un nuevo golpe para Canarias tras el parón del turismo
España solo produce plátanos en el archipiélago de las Islas Canarias. Este sector da empleo a 15.000 familias, tanto de manera directa como indirecta. “El plátano es el principal cultivo de las Islas Canarias, es la segunda fruta más consumida en España después de la naranja. El 97% de los hogares españoles consumen plátanos de Canarias. Llegamos a 17 millones de hogares durante todo el año”, asegura Cáceres.
Las ayudas de este programa de apoyo se reparten entre 8.000 productores, que, en muchos casos, son pequeñas empresas familiares. “Los productores reciben una parte de sus rentas de estas ayudas directas y otra parte del mercado. La ayuda puede suponer entre el 35% y el 40% de los ingresos”, explica Cáceres.
El recorte de las ayudas europeas puede ahondar todavía más en la situación de debilidad económica que viven las islas por la paralización del turismo internacional. El Gobierno de Canarias calcula que el archipiélago recibirá este año un 66% menos de turistas que el año pasado.
Los productores alertan de que afectará especialmente a algunos municipios o zonas donde representa entre el 30% y el 40% del empleo, como Los Llanos o Puerto de la Cruz. “El plátano se desarrolla en lugares donde no se desarrolla el turismo, no se puede diversificar. La isla de La Palma es la más platanera, con 5.000 productores. Tiene turismo, pero la sustenta el plátano”, señala Cáceres.
Tras no haberse logrado un cambio en el Consejo Europeo, noviembre es la última oportunidad para que estas ayudas no se vean recortadas. “Quedan muy pocas semanas. Solo tenemos una ventana de oportunidad, que son los trílogos, las reuniones de las tres instituciones para cerrar las cuentas”, apunta.
Si no se logra un acuerdo para mantener esas ayudas, los productores alertan de que muchas empresas se verán obligadas a cerrar. “Eso supondrá una desaparición progresiva de los pequeños productores. Si un producto de gran consumo no tiene capacidad para abastecer al mercado, empieza a retirarse de los lineales. Eso es lo que no queremos que ocurra”, afirma Cáceres.