El momentazo de Baldoví en el Congreso: hace una 'pillada' a una diputada de C's y frena en seco
"¿Te ríes?".
Joan Baldoví, diputado de Compromís, ha protagonizado una llamativa escena en el Congreso al darse cuenta de que María Muñoz, de Ciudadanos, se estaba riendo en su escaño mientras él hablaba desde la tribuna de oradores.
Ha ocurrido mientras Baldoví aseguraba que su grupo quiere “un puerto democrático”. En ese momento se ha parado en seco y se ha dirigido a Muñoz: ”¿Te ríes? ¡Te ríes! ¡Te ríes!”. Mientras ella asentía con la cabeza.
“O sea, tú no quieres un puerto democrático. Tú quieres un puerto donde las decisiones las tome la autoridad portuaria sin contar contigo. ¡Perfecto!”, ha exclamado Baldoví mientras Muñoz gesticulaba de forma ostensible.
″’¡Cállate, por favor, que yo me he estado callado! ¡Dile que se calle!”, ha pedido a Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, vicepresidente del Congreso.
Mientras el grupo parlamentario socialista ha votado en contra este martes de la Proposición No de Ley (PNL) presentada por Unidas Podemos y ERC en el Congreso de los Diputados para pedir al Gobierno central que desista del proyecto de la ampliación norte del puerto y desmantele el dique norte de abrigo, ya que para los socialistas “sostenibilidad no es equivalente a autarquía” y “desarrollo económico y sostenibilidad no son incompatibles”, ha sostenido el diputado Vicent Sarrià.
La PNL, presentada a instancias de la Comissió Ciutat-Port, ha contado con el rechazo de PSOE, Cs, PP y Vox y el apoyo de Compromís, ERC, Más País, CUP y Nueva Canarias. Entre otros puntos, reclamaba al Gobierno central que desista del proyecto actual de ampliación norte; renuncie a la construcción de una nueva terminal de cruceros; renuncie a la ampliación de la A-7 (by-pass), de la V-30 o la de la V-31, y, en particular, el de acceso norte; y desmantele el dique norte de abrigo.
La parlamentaria de la formación morada Rosa Medel, en su defensa de la propuesta, ha indicado que el proyecto es “muy diferente al original” y que la declaración de impacto ambiental (DIA) con la que cuenta, de 2007, está “caducada”. Además, ha aseverado que “no es más que financiar con dinero público a una empresa privada”, en una iniciativa que “no aporta valor, solo degradación”; que “pone en peligro a València”, su huerta, l’Albufera, las playas y la “calidad de vida”.
Por su parte, desde ERC, Marta Rosique ha afirmado que el proyecto supone una “agresión hacia la ciudadanía valenciana”, al territorio, playas y huertas, un perjuicio para la calidad del aire y un “robo” y “pelotazo”, “esta vez de manos del PSOE”. Por ello, ha instado al grupo socialista a elegir el camino de la transición ecológica y no el de la “destrucción”, porque “la ampliación no puede hacer compatible el crecimiento económico con el respeto al medio ambiente, como dice Ximo Puig”. “Nadie espera una coherencia absoluta, pero sí un mínimo de coherencia”, ha apostillado.