El Mini revoluciona el mercado de coches... a pesar de la crisis
El modelo más pequeño de BMW se ha convertido en el utilitario de moda en el mundo.
¿Quién dijo crisis? BMW acaba de anunciar que se ha disparado en ventas: dos millones de coches vendidos en los diez primeros meses de 2017. Un récord histórico. Prácticamente un 3,5% más que en el mismo periodo del año anterior, a pesar de que la inestabilidad económica global permanece.
Y el secreto está en los coches pequeños y compactos. Pero también en los eléctricos. Los millennials compran coches nuevos y de ellos quieren potencia y cuidado del medioambiente, tecnología punta y confort. Lo de BMW es la reinvención del "¿Te gusta conducir?" elevado a la máxima potencia.
El Mini se ha convertido en el utilitario de moda en el mundo, pese al Brexit y pese al cambio monetario. Le ha ganado por la mano a Fiat y a los pequeños de Volkswagen, que aún están luchando por quitarse de encima los malos hunos. El Mini es un concepto de vida que por fin BMW ha sabido transmitir.
Esta es la tarea que ahora tienen que copiar otros modelos pequeños de la casa, como el BMW X1 y el BMW Serie 5, más caros y dirigidos a un público más asentado laboralmente, pero con un brillante futuro por delante si se acierta con las campañas de publicidad.
Un nuevo concepto de coche —utilitario con estilo— ha llegado para quedarse y desde hace un par de años la tendencia hipster apadrinada este tipo de modelos. Ahora son los más jóvenes de la casa y las mujeres las que apuestan por los vehículos más pequeños y de diseño. De hecho, según los expertos, claramente la demanda se está dividiendo en dos grandes grupos: por un lado, los monovolúmenes reinventados —familiares y potentes—; y por otro, los pequeños coches de ciudad, a ser posible eléctricos. Veremos si la tendencia se mantiene.