El mensaje de Trump: reconstruir el arsenal nuclear, reabrir Guantánamo y dar dinero sólo a los amigos de EEUU
Y ha detallado el plan migratorio que presentará: "Los estadounidenses también son soñadores".
El presidente de EEUU, Donald Trump, ha mezclado en su discurso sobre el Estado de la Unión una llamada a la unidad y la convivencia entre estadounidenses como "un equipo" y "una sola familia" con mensajes extremadamente agresivos de política exterior.
La gran bala la ha soltado hacia el final: no cerrará Guantánamo, pide al Congreso seguir permitiendo las detenciones ilegales y el transporte de prisioneros a cárceles como ésa, va a ampliar, mejorar y modernizar su arsenal nuclear y va a proponer una ley para no dar ayuda humanitaria a quien vote contra las decisiones de EEUU en la ONU.
"Como parte de nuestra defensa, debemos modernizar y reconstruir nuestro arsenal nuclear, con la esperanza de nunca tener que usarlo, pero haciéndolo tan fuerte y poderoso que sirva para disuadir de cualquier intento de agresión", ha proclamado.
"Los terroristas no son sólo criminales. Son combatientes enemigos ilegales. Y cuando sean capturados en el extranjero, deben ser tratados como los terroristas que son", ha declarado Trump.
"Pido al Congreso que pase una ley para asegurarnos de que los dólares que EEUU envía como ayuda a otros países siempre sirvan a los intereses estadounidenses y vayan sólo a nuestros amigos", ha exigido.
Eso sí, ha querido suavizar la imagen de agresividad felicitándose por la "compasión estadounidense". "Estamos orgullosos de hacer más que ningún otro país del mundo para ayudar a los necesitados, los que luchan y los desfavorecidos del planeta", asegura Trump.
Pero recuerda: "Mi mayor compasión, preocupación y lealtad son los niños estadounidenses, los trabajadores estadounienses en apuros y las comunidades estadounidenses olvidadas. Porque los estadounidenses también son soñadores". Una referencia a los 'dreamers', los indocumentados que llegaron a EEUU siendo niños, a los que ha dejado sin protección y cuya causa blanden los demócratas.
"LA COMPLACENCIA Y LAS CONCESIONES SÓLO INCITAN A LA AGRESIÓN"
Respecto a su política exterior, ha asegurado que "la complacencia y las concesiones sólo incitan a la agresión y la provocación", y promete "no repetir los errores" de sus predecesores.
Y en el comercio exterior también ha tirado de agresividad: "La era de la rendición económica ha terminado. A partir de ahora, esperamos que nuestros tratados comerciales sean justos y, lo más importante, recíprocos".
Trump ha presumido de los avances en la lucha contra el Estado Islámico, al que asegura que se ha arrebatado "casi el 100% del territorio que tenía", de su recorte de impuestos y de haber eliminado "más leyes que ningún otro Gobierno", y ha sacado pecho con los resultados económicos y de empleo.
CIUDADANÍA PARA 1,8 MILLONES DE 'DREAMERS' Y EL MURO
La propuesta para reformar las leyes migratorias que va a presentar al Congreso, y que parece seguro de que los demócratas apoyarán porque "nadie obtiene todo lo que quería" pero es un compromiso. Se sustenta en cuatro puntos:
- Ciudadanía para 1,8 millones de 'dreamers', "tres veces más que el Gobierno de Obama", según Trump. Si cumplen los requisitos de educación y trabajo y no tengan antecedentes penales podrán regularizar su situación "en un periodo de 12 años".
- Un muro en la frontera con México (de coste y longitud que no ha aclarado, como tampoco ha dicho con qué se pagará) y más dinero para aumentar el personal de aduanas, así como cambios en la forma de proceder de éste cuerpo, suprimiendo la liberación de detenidos en la frontera.
- La eliminación de la lotería de visados, más conocida como 'green card lottery', para sustituirla por un sistema de inmigración basado en el mérito. "Gente que tenga formación, que quiera trabajar, que baya a contribuir a nuestra sociedad y que ame y respete nuestro país", ha dicho, sin dar más detalles.
- Reforma de la migración familiar, que los conservadores califican despectivamente como 'migración en cadena', que permitía a los inmigrantes llevar a sus familias a EEUU. Ahora sólo se les permitirá juntarse con sus parejas e hijos.
LOS PLANES DE TRUMP: INFRAESTRUCTURAS Y PRECIO DE LOS MEDICAMENTOS
El magnate ha puesto el acento en otra serie de temas: mejorar la protección a los veteranos, reducir el precio de los medicamentos, un proyecto de infraestructuras de 1,5 trillones de dólares, dinero para luchar contra el narcotráfico y ayudar a los enganchados a los opiáceos y dinero para el Ejército.
Su discurso ha estado salpicado de referencias a Dios. "En EEUU, sabemos que la fe y la familia, y no el gobierno y la burocracia, son el centro de la vida en nuestro país. Nuestro lema es 'en Dios confiamos", ha recordado el magnate.
El discurso ha acabado con un llamamiento a tener "seguridad en nuestros valores, fe en nuestros ciudadanos y confianza en nuestro Dios" para conseguir "un país que será siempre seguro, fuerte, orgulloso, poderoso y libre".
Los que apenas han recibido una mención han sido los hispanos y afroamericanos. Los primeros, de manera indirecta, al abordar el tema de los 'dreamers'. Y los segundos, para presumir de que ambos colectivos se encuentran en sus tasas de desempleo más bajas de la historia.
Sí se ha referido, multitud de veces, al "poderío" y la "fuerza" de los estadounidenses, y a la "libertad" con que se fundó el país, ignorando los millones de esclavos que hubo hasta bien entrado el siglo XX.
LOS INVITADOS DE TRUMP: MILITARES, VÍCTIMAS DE BANDAS Y EMPRESARIOS
Muchos representantes demócratas se han ausentado del discurso por los continuos ataques de Trump "a las mujeres, la gente de color y los inmigrantes".
Los 'dreamers' que han llevado los que han acudido, ellas vestidas de negro en apoyo a las víctimas de acoso sexual, demuestran lo importantes y simbólicos que son los invitados de Gobierno y oposición.
Los Trump se han decantado por víctimas de las maras, violentas bandas latinas, una agente de inmigración, un soldado ciego y sin piernas, víctimas de Corea del Norte, y dueños y trabajadores de una empresa que asegura haber beneficiado a ambos gracias a la rebaja fiscal.
Melania Trump, que no había sido vista junto a su marido desde fin de año, ha llegado por su cuenta, rompiendo con la tradición de que la pareja presidencial llegue en el mismo coche al Congreso.
Según la Casa Blanca, el discurso lo ha escrito el propio Trump con la ayuda del vicepresidente, Mike Pence, el asesor de seguridad nacional, H.R. McMaster, y el asesor sobre inmigración, Stephen Miller.
LA DIFERENCIA ENTRE SER PRESIDENTE Y HOMBRE DE NEGOCIOS, SEGÚN TRUMP
Antes de la comparecencia, durante una comida, Trump había asegurado que su objetivo era "unir" a su país y ayudarlo a superar sus "tremendas divisiones", pero que sería difícil hacerlo sin un "gran acontecimiento" traumático que renueve el patriotismo de los estadounidenses.
Trump parecía referirse a casos históricos en los que los sucesos traumáticos han unido a EEUU en torno a la agenda del presidente, como ocurrió tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, cuando la popularidad de George W. Bush pasó de 57% a 90% en la semana siguiente a los ataques terroristas.
El mandatario ha negado que las "tremendas divisiones" sean algo exclusivo de su primer año en el poder, sino que datan de hace "muchos años", desde la presidencia de Bill Clinton (1993-2001).
Preguntado por lo que ha aprendido durante su primer año como presidente, Trump ha respondido que "mucho" y que gobernar es distinto que ser un "hombre de negocios" porque, en ese caso, sólo hay que preocuparse por "ganar dinero y competir con gente".
"Pero cuando haces lo que estoy haciendo ahora, mucho de ello es (tener) corazón, mucho es (tener) compasión, mucho va más allá del dinero, como la inmigración", ha sostenido Trump.
"Sería fácil resolver lo de la inmigración si fuera simplemente un asunto de negocios, pero no lo es. Y eso es lo que he aprendido, quizá lo que más he aprendido. Tienes que gobernar con los instintos de un hombre de negocios, pero añadir mucho más corazón y alma a las decisiones que antes", considera.