El megasatélite de telefonía móvil que enfada a los astrónomos: brilla más que casi cualquier estrella
El satélite BlueWalker 3 de AST SpaceMobile es capaz de arruinar las imágenes de los telescopios terrestres y produce un ruido molesto en el entorno.
AST SpaceMobile, socio del Grupo Vodafone, desplegó a mediados de noviembre con éxito la matriz de comunicaciones de su satélite de pruebas, BlueWalker 3 (BW3), en órbita terrestre baja, para probar su red móvil de banda ancha espacial.
El satélite —que ofrece cobertura de telefonía móvil desde el espacio—, es, sin embargo, un objeto espacial gigante que eclipsa el cielo nocturno a excepción de la Luna. Esto se produce porque brilla más que cualquier estrella y frena las observaciones astronómicas en luz visible, según ha publicado el diario 20 minutos.
Además, como BlueWalker 3 emite señales de radio, ha añadido el medio, también presenta inconvenientes para la radioastronomía. Su antena y paneles solares, al reflejar la luz del Sol en plena noche, es capaz de arruinar las imágenes de los telescopios terrestres y produce un ruido molesto en el entorno.
El socio del operador, que ha invertido en la firma, está construyendo la única red con estas características y prevé conectar teléfonos móviles convencionales desde el espacio mediante pruebas con operadores, como Vodafone, según un comunicado de la firma.
“Queremos poner fin a las brechas de cobertura en nuestros mercados, sobre todo en los territorios en los que la orografía hace extremadamente difícil llegar con la red terrestre. Nuestra asociación con AST, que conecta el satélite directamente con los dispositivos móviles convencionales, contribuirá a nuestros esfuerzos por cerrar la brecha digital”, ha señalado el director de Investigación y Desarrollo del Grupo Vodafone, Luke Ibbetson.
Cientos de satélites aún más grandes para 2024
Para esto, sin embargo, AST SpaceMobile quiere lanzar cientos de satélites aún más grandes para finales de 2024, y muchos de ellos reflejarán bastante luz solar hacia la Tierra. Estos se sumarán a la constelación actual de Starlink y eliminarán las brechas de conectividad.
Para evitar los enfados de los astrónomos, resalta el medio, las empresas tendrán que buscar la forma de minimizar su impacto sobre el cielo nocturno sin dejar de ofrecer el acceso a Internet y telefonía móvil.