El mayor fracaso de Apple del que poco se habla
En 1993 la compañía lanzó un híbrido entre ordenador y televisor que se puso a la venta por 2.079 dólares.
Apple ha alcanzo un éxito indiscutible desde su fundación en 1976. La empresa que actualmente dirige Tim Cook ha sido la responsable del lanzamiento de productos como el iPod y el iPhone, pero también ha cosechado más de un fracaso a lo largo de su historia. Desde el Mac Portable hasta la consola de videojuegos Pippin y la red social iTunes Ping.
Sin embargo, uno de los fracasos menos conocidos de Apple, puede que por su corto tiempo de vida, ha sido el del Macintosh TV, según ha destacado el medio especializado Xataka.
Este híbrido entre ordenador y televisor fue lanzado por la compañía en 1993, según recogió Vectronic’s Apple World, se presentaba como un todo en uno y se puso a la venta por 2.079 dólares. Este dispositivo, con una carcasa de color negro, ofrecía una opción poco común para la época con teclado, ratón y control remoto. Además, disponía de un procesador Motorola 68030 de 32 MHz y 5 MB de RAM.
Además, incorporaba una unidad de disco de 160 MB y un lector de CD-ROM. Pero la esencia del dispositivo, según ha destacado el mismo medio, radicaba en la pantalla que básicamente era un televisor Sony Trinitron CRT de 14 pulgadas con su correspondiente sintonizadora de TV.
A pesar de todo esto, el Macintosh TV no consiguió conquistar a los usuarios. El medio achaca su fracaso a sus limitadas capacidades. Sus hermano de la serie Macintosh LC 500 tenían procesadores de 25 MHz, pero el Macintosh TV se lanzó con un bus más lento, lo que penalizaba el rendimiento del equipo.
Además, solo se podía actualizar a 8 MB de memoria, una limitación importante ya que el LC520 original lanzado con anterioridad podía elevar la cantidad de RAM hasta los 32 MB.
Y esta no era la única limitación. El dispositivo carecía de un conector DB-15, muy popular en la época, para pasar vídeo a una pantalla externa. Y solo se podía usar de un modo a la vez, como ordenador o como televisor.
Pero, frente al fracaso, la compañía consiguió reponerse y aprovechar lo aprendido. Más tarde logró lanzar nuevo modelos de la serie LC 500 con tarjetas sintonizadoras de vídeo. Y, finalmente, a partir de 1995, los usuarios pudieron utilizar al mismo tiempo el ordenador y el televisor en sus Mac.