El lamento de 'Los Lobos' tras ganar el bote de 'Boom': "Me parece perfecto tributar, pero algo que sea justo"

Se acabó. Los Lobos ya se han llevado el bote de Boom. Después de dos años y dos meses, Manu, Valentín, Erundino y Alberto han entrado en la historia de la televisión con letras de oro y han ganado 6,6 millones de euros, el premio más grande jamás entregado.

Un día después de la hazaña —aunque realmente el programa se grabó el pasado 20 de junio— los cuatro concursantes han recibido a la prensa con una sonrisa de oreja a oreja. Y no es para menos. Al pastizal —palo de Hacienda mediante— se le suman datos de hito televisivo: 4,2 millones de espectadores y un 28% de cuota de pantalla.

En estos dos años y 505 programas ha ocurrido de todo. Lo más triste, la muerte de José Pinto, uno de Los Lobos más queridos por parte del público y que había abandonado el concurso meses antes, noticia que recibieron durante una de las maratonianas jornadas de grabación.

Manu, Valentín y Alberto no tenían trabajo, este último ya jubilado, pero Erundino tuvo que hacer encaje de bolillos para poder compaginar su trabajo de guarda forestal en Guadalajara con las grabaciones en Barcelona: cuatro programas al día en dos días consecutivos a la semana.

Pero no todo van a ser alegrías. Después de la gloria llega el palo de Hacienda. Los concursantes de Boom tendrán que pagar entre un 40 y un 48% de impuestos —depende de la comunidad en la que residan— derivados de la consecución del bote, algo que han criticado Manu, Valentín y Erundino.

“Este tipo de ingresos, que son atípicos y excepcionales, deberían estar grabados con una fiscalidad menor. Si todos los años ganas lo que hemos ganado este año pues lo entiendo, pero esto solo nos va a pasar una vez en la vida. No me parece mal contribuir, me parece un privilegio poder hacerlo”, ha asegurado a los medios Valentín, concursante que se ha caracterizado por su defensa de los servicios públicos programa sí, programa también.

Erundino vive en Alcalá de Henares, Madrid, con su pareja, por lo que tendrá que tributar un 43%. “Es de los más bajitos”, dice en un primer momento antes de reparar en que es casi la mitad de lo que ha ganado.

“Es una obligación contribuir. Nos hemos pasado todo el programa defendiendo lo público, pero es cierto que la tributación ha cambiado y antes era mucho menor porque se tenía en cuenta la ocasionalidad de los ingresos. Ganar un concurso o se hace una vez o no se hace nunca”, ha defendido Erundino.

Pero el experto en geografía no se ha quedado ahí. Erundino ha hablado de la tributación de las grandes empresas: “Ante Hacienda tienen defensa los que menos deberían tenerla. Tienen una defensa buenísima las empresas que tributan en el IBEX35, su tributación media la comparas con lo nuestro y es un pelín desequilibrada”.

“La gente rica es otra cosa, la gente rica es otro nivel”, ha apostillado Valentín.

Alberto Sanfrutos, el último lobo en llegar a la manada como reemplazo de José Pinto, lo tiene claro: “Lo que me quiten bien quitado está. Si llego al máximo de porcentaje y tengo que pagar un 48% pues mira. Yo he sido funcionario toda mi vida y ahora estoy jubilado y el dinero se saca de ahí”.

“El que establece estos niveles, a los concursantes o a los que ganan un premio de lotería no les deben ningún favor porque no les conocen, son gente anónima que no pertenece a ningún estamento de los que toman estas decisiones, por tanto dicen ’ah, fantástico, a estos los crujimos”, ha afirmado Erundino.

Manu, el alma máter del grupo, discrepa con Alberto, aunque está —como no podía ser de otra forma— a favor de pagar los impuestos que sean necesarios: “Hay que tributar pero es un ingreso excepcional. Me parece muy bien que al que gane ese dinero todos los años le quiten eso. Esta legislación parece que está para concursos de un día y cosas así. Yo le pondría una tributación diferente, más asimilable a lo que es una lotería, un 25%. Me parece perfecto tributar pero algo que sea justo. Yo esto no lo voy a ganar todos los años. Hay grandes empresas que tributan un 3%”.

Dineros aparte, estos cuatro concursantes han logrado el hito de acercar la cultura a públicos de todo tipo: desde niños a jubilados. Ahora, el reto de Antena 3 y de Gestmusic es encontrar a los nuevos Lobos, un equipo que sea capaz de enganchar a la audiencia desde la empatía y desde el humor.