El juez insiste en no imputar al primo de Almeida en el caso mascarillas
Después de que descartara imputarle por tráfico de influencias.
El juez Adolfo Carretero ha insistido en un nuevo auto en no imputar a Carlos Martínez-Almeida, primo del alcalde de Madrid, delito alguno al no intervenir en los contratos investigados en el caso de las mascarillas ni obtener beneficio en la operación de compra-venta de material sanitario objeto del procedimiento judicial.
Así consta en un auto dictado el pasado viernes, al que tuvo acceso Europa Press, en el que contesta a la petición de complemento instada por el Grupo Mixto respecto al auto, del pasado 9 de mayo, en el que el juez rechazaba investigar a Carlos Martínez-Almeida por un delito de tráfico de influencias.
El Grupo Mixto se quejó en un escrito que el juez no se había pronunciado sobre la petición de esta acusación popular de imputar al familiar del alcalde un delito de estafa y otros ilícitos penales relacionados con su supuesta vinculación al caso.
En dicho auto, el juez Carretero solo descartó imputarle por tráfico de influencias y no se pronunció sobre otras posibles responsabilidades penales, tal y como pedía el Grupo Mixto.
En su declaración, Carlos manifestó que su intervención se limitó en proporcionar a Luis Medina el correo genérico que le había facilitado la coordinadora general de la Alcaldía, Matilde García Duarte. Esta empleada municipal será citada como testigo una vez que el Ayuntamiento de Madrid aporte a la causa el citado email, un correo que habría sido habilitado por el Consistorio capitalino para canalizar las donaciones de material sanitario.
Ahora, el magistrado se pronuncia al respecto y acuerda que no procede citar al testigo como investigado, alegando que el Grupo Mixto no había solicitado tal pronunciamiento concreto.
Más allá de esta circunstancia, el juez subraya que si no se ha estimado la imputación por tráfico de influencias al “no contribuir de forma decisiva en la celebración de los contratos de los que se deriva la presunta estafa”, mucho menos puede ser citado como investigado por estafa “por mucho que el correo que trasladase al comisionista le hubiera sido útil para contratar”.
“Máxime cuando no existe prueba alguna de la intervención de Martínez-Almeida en la negociación de los contratos con posterioridad y mucho menos que tuviese un beneficio por ello”, subraya.
Por ello, insiste en que no puede ser citado como investigado por tráfico de influencias, ni por estafa ni por otros posibles delitos como malversación o prevaricación, delitos que hacen mención otras acusaciones en la causa.