El inspirador motivo por el que este neurocirujano infantil baila con sus pacientes
De esas historias que merece la pena compartir.
Tony Adkins es un neurocirujano infantil de 42 años que está dando la vuelta al mundo. El motivo es su particular forma de dirigirse a sus pacientes, a los que roba una sonrisa día tras día con sus bailes y canciones.
El especialista en medicina de California (EEUU) baila con la bata puesta, con el pijama o incluso disfrazado. Baila de todas las formas posibles, como se puede ver en los vídeos que él mismo publica en sus cuentas de Instagram y de Facebook, y eso le ha valido el título de The Dancing Doc (el doctor bailarín), como lo llaman sus compañeros.
Lleva tiempo haciéndolo aunque su historia se ha hecho ahora viral gracias a la grabación compartido por el político y empresario estadounidense Khary Penebaker en Twitter. El vídeo recopilatorio, que publicó el miércoles 31 de octubre, acumula más de 192.000 Me gusta y supera los 63.000 retuits.
Atkins defiende que la risa es la mejor terapia, tanto para los niños como para él mismo. "No hay nada mejor que ver una sonrisa en la cara de mi paciente o escucharle reír", cuenta en una entrevista con The Daily Mail. "Hay estudios que demuestran que los efectos de reír, sonreír e interactuar con otras personas son mucho más eficaces para nuestra salud que algunos medicamentos contra el dolor", añade
Además, como escribe en la web Medpage Today, "cantar y baila otorga alegría a estos pacientes de neurocirugía (que a veces no pueden mover manos o piernas) y les ayuda a dejar de pensar en la enfermedad". "Por eso puedes verme en el hall del hospital o en la habitación de un paciente disfrutando de un éxito musical con mis pequeños amigos", añade.
Para este médico es importante que los niños no pierdan la magia de la infancia, aunque estén ingresados, y de ahí que los haga bailar o les baile él mismo.
El amor de The Dancing Doc por la música y el baile viene de tiempo atrás. Él mismo recurrió a esta terapia durante su infancia que, según cuenta, vivió en un barrio complicado con unos hermanos mayores envueltos en líos con pandillas. "Me ofrecieron una forma de salir adelante", revela en The Orange County Register. "Y ahora uso ese mismo método para calmar a mis pacientes", añade.
Sus acciones no sólo las aplauden sus espectadores, sus compañeros de baile o los usuarios de Twitter, también el director del departamento de Neurocirugía del Hospital Infantil de Orange, en el que trabaja. "Bailando con Tony les distrae de la enfermedad y del dolor que están experimentando", asegura el doctor Michael Muhonen para el que esos bailes son como "una inyección de morfina para aliviar el dolor".