El hilo de Twitter que explica por qué Rosie la Remachadora no es un símbolo tan feminista como crees
La escritora Gloria Fortún ha explicado en Twitter por qué este icono de la lucha de las mujeres no es tan feminista como muchos creen.
La escritora Gloria Fortún ha escrito un hilo en Twitter que está siendo muy comentado por los usuarios de la red social. Se trata de una explicación sobre por qué Rosie la Remachadora, la mujer que aparece en una ilustración acompañada de la frase We can do it, no es tan feminista como la gente se cree.
La imagen se convirtió en todo un icono del empoderamiento de las mujeres que hoy por hoy sigue muy vigente en la lucha feminista. Se puede ver a Rosie la Remachadora desde en las pancartas de las manifestaciones del Día de la Mujer hasta en las redes sociales de artistas y famosas como Beyoncé.
Pero es posible que muchas de las mujeres que comparten esta imagen no sepan su verdadera historia. Fortún ha compartido en Twitter su opinión sobre la misma:
En el hilo, la escritora explica que, para empezar, el icono de Rosie la Remachadora fue creada por un hombre, JH Miller, durante la II Guerra Mundial, para animar a las mujeres a que realizasen el trabajo de los hombres cuando estos se marchaban a la batalla. Se creó a principio de los años 40 y no representaba a una sóla mujer, si no a miles de mujeres blancas. Es más, aunque el hilo no lo mencione, les decían a las mujeres que si trabajaban morirían menos hombres.
Por otro lado, Fortún explica que esto era una trampa. Convencían a las mujeres para que realizasen trabajos que la sociedad aún consideraba "de hombres". Y por eso se esperaba que dejaran los trabajos al terminar la guerra y volver los hombres. Además, cobraban un 50% menos que sus compañeros masculinos y sólo las mujeres blancas, ya que las de otra raza sufrían más tipos de discriminación.
Cuando acabó la guerra y los hombres pudieron volver a hacer su trabajo, la misma Rosie la Remachadora fue utilizada para pedir a las mujeres que volviesen a sus casas, según Fortún. Así, volvieron a ser amas de casa y perdieron sus privilegios.
Por eso, la escritora ve con un poco de "angustia" este símbolo y explica que el feminismo no es sólo una moda ni merchandising, si no una lucha.