El GNL: un problema inesperado de España para desconectarse de la energía rusa
La importación de gas natural licuado (GNL) ruso se ha multiplicado en los últimos meses y España es el país que cuenta con la mayor capacidad de regasificación del continente.
Contradicciones del aislamiento económico a Rusia. Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, la Unión Europea (UE) ha dejado patente su intención de querer dejar de depender energéticamente del país presidido por Vladímir Putin. Pero no lo está consiguiendo del todo.
En 2021, Rusia fue el mayor proveedor de gas natural de la UE con una cuota del 39,7%, según los datos de la Comisión Europea. La misma fuente señala que en el segundo trimestre de 2022, la importación de gas natural ruso descendió hasta el 22,9%, siendo superada por la aportación noruega (23,4%).
Más allá de importar más gas natural procedente de otros países como Estados Unidos o la propia Noruega, la otra solución por la que ha optado la Unión Europea para reducir la dependencia del gas ruso es incrementar la adquisición de gas natural licuado (GNL).
En ese último punto, el del gas natural licuado, entra en juego España, que posee la mayor capacidad de almacenamiento de gas y regasificación de todo el continente. En concreto, un 35% de la capacidad de almacenamiento de gas natural licuado de la UE más el Reino Unido se encuentra en España. Y el porcentaje en cuanto a capacidad de regasificación es del 27%.
Europa quintuplica su gasto en GNL ruso
El problema reside en que, según cálculos de Bloomberg, para hacer frente a la disminución del flujo de gas natural ruso, la UE ha importado GNL procedente de Rusia por un valor de 12.500 millones de euros durante los primeros nueve meses de 2022. Se trata de una cifra que prácticamente quintuplica a la del año anterior.
Esta paradoja ha provocado que, durante el citado periodo, Rusia se haya situado, con un 17% del total, como el segundo país más exportador de gas natural licuado a la Unión Europea, solo por detrás de Estados Unidos (44%).
No obstante, cabe destacar que este incremento de la importación de GNL procedente de Rusia se debe en gran parte a que los contratos firmados en esta materia son a largo plazo y a que el suministro de esta energía procede de grandes multinacionales que continúan teniendo participaciones en empresas rusas.
España duplica la recepción de buques cargados de GNL
El mencionado aumento de importación de gas natural licuado por parte de la Unión Europea se ha visto reflejado en el número de cargas de buques de gas natural licuado (GNL) que han llegado a las plantas de regasificación españolas en lo que va de año. Ya se contabilizan un total de 107, por las 55 que se registraron en el mismo periodo del año pasado, según datos del operador gasista Enagás.
España tiene seis plantas de regasificación que se sitúan en Barcelona, Huelva, Cartagena, Bilbao, Sagunto y Mugardos. Y, en 2023, está previsto que entre en funcionamiento una séptima regasificadora en El Musel (Gijón).