El gesto de Abascal que llama la atención de varios expertos: "No descarto que se encuentre mal de salud"
"¿Qué le pasa?"
El líder de Vox, Santiago Abascal, ha extendido su discurso en la moción de censura de este miércoles durante más de una hora y media. Un esfuerzo que le ha pasado factura, según se desprendía de algunos gestos recurrentes que ha hecho en su intervención.
El político ultraderechista no ha parado de beber agua, hasta el punto de que le han tenido que cambiar el vaso en varias ocasiones, y ha utilizado un pañuelo varias veces para secarse el sudor de la cara.
Unos gestos que han puesto en alerta a varios expertos en comunicación política y no verbal. Por ejemplo, José Luis Martín Ovejero, Máster y Profesor en Comunicación No Verbal, Análisis de Credibilidad y Oratoria, ha asegurado que no descarta que Abascal “se encuentre mal de salud en estos momentos” o “pasando mucho calor”.
En otro tuit, el experto ha escrito: “Vuelve a beber agua y mira su reloj. ¿Qué le pasa? Esto no es normal en un orador que es protagonista”.
En otros mensajes, Martín Ovejero ya se había fijado en que Abascal parecía cansado.
También Patrycia Centeno, especialista en comunicación no verbal, ha apuntado a que “hace mucho calor en el Congreso, o está enfermo o el nerviosismo (y/o el esfuerzo que conlleva no ser sincero) se hace patente”.
En su discurso, el jefe de Vox ha reconocido que no puede echar la culpa de la existencia del coronavirus al Gobierno: “No se les puede acusar de fabricar el virus chino. Que o bien lo produjo China o bien permitió que se expandiera por el mundo entre ocultaciones y engaños”. Pero Abascal ha cargado contra el Gobierno por no cargar contra China, a la que acusa de controlar la OMS y a su partido comunista de mantener relaciones con el PP. “China tiene que parar”, ha recalcado.
Abascal no dejado escapar la oportunidad de cargar contra las medidas de confinamiento para frenar el coronavirus. “Nos vuelven a poner una medida del siglo XVI para combatir una epidemia que debe resolverse con tecnología del siglo XXI”. Para la extrema derecha, los problemas del Gobierno en el control de la epidemia son culpa del acercamiento de Sánchez a ETA. “Han pactado con etarras y tiranos en lugar de gestionar la pandemia”.