Chicote vive el momento más insólito de la historia de 'Pesadilla en la cocina'
El chef, ante uno de sus programas más complicados.
Alberto Chicote se enfrentó este miércoles a uno de los programas más complicados de Pesadilla en la cocina.
El cocinero acudió a salvar el negocio de Pili que —la casualidad— se llamaba Casa Pili. Nada más llegar al restaurante, el primer servicio dejó a Chicote sin palabras.
A los mandos de la cocina estaba Pili, que no dudó en beberse una cerveza en tres tragos mientras preparaba las comandas, algo que Chicote no concibe: "Yo no bebo mientras trabajo. La cocina es un lugar peligroso, gas, aceite caliente, cuchillos...".
Mientras el cocinero enumera todos los peligros a los que puede enfrentarse en su lugar de trabajo Pili sigue dándole a la cerveza, algo que ha sacado de quicio al chef madrileño.
Y después del bebercio ha llegado el drama, las comandas han empezado a entrar en cocina y Pili no daba con la tecla para atender de forma correcta a sus clientes. Pero ella, ni corta ni perezosa, ha culpado a Chicote de "ponerla nerviosa".
Pero ahí no queda la cosa, Pili también decidió fumarse un cigarro para templar los nervios. Una acción que volvió a sacar de quicio a Chicote, que le apagó el pitillo.
Nada más llegar al restaurante, Chicote se encontró un pollo monumental entre la dueña y su hijo, que estaba desayunando en la barra.