El dramático final de la historia entre el embajador de Reino Unido en España y Lourdes, una mujer de Burgos
La ha relatado en Twitter el propio Hugh Elliott 35 años después.
Hugh Elliott, embajador de Reino Unido en España y Andorra, decidió contar esta semana su primera experiencia al llegar a España en 1984.
Fue en un viaje que planeó desde Inglaterra hasta Santiago de Compostela en bicicleta.
Según su relato, se demoró demasiado tiempo en Francia así que decidió “cargar” su bicicleta en un tren desde Carcasona (Francia) a Burgos, donde llegó el propio Elliott. Pero la bici no.
Así que pidió ayuda porque “tenía muy poco dinero y una tienda de campaña”. “Yo contaba con alojarme en el camping, pero se encontraba a varios kilómetros de la estación y no tenía bicicleta, claro”, explicó.
Entonces, asegura, fue al bar “a reflexionar” y allí se encontró con un joven de Canadá que se encontraba allí visitando a su novia, Lourdes Arnaiz. “Tal vez a ella se le ocurriría algo”, indicó.
Según Elliott, la mujer “no dudó en hospedarme con ella y su hermano en su piso en la ciudad y luego volver al día siguiente para recoger la bicicleta”.
El problema es que la bicicleta no llegó al día siguiente. Ni al siguiente tampoco. Así pasaron cinco días, en los que Elliott estuvo alojado en la casa de Lourdes y su hermano sin que le dejaran pagar nada.
″¿En cuántos países, me pregunto, se habría acogido a un forastero así? Mi afecto por este país y el pueblo español empezó aquí. Siempre he estado agradecido y si todavía estás aquí, Lourdes, te digo gracias de nuevo y me encantaría decírtelo en persona”, acaba el vídeo Elliott.
Lo que nadie esperaba es el dramático final de esta bonita historia, que el propio embajador ha publicado este sábado: “Lamento mucho tener que decir que Lourdes falleció a los 35 años a causa de la esclerosis múltiple. Había esperado otro desenlace pero no pudo ser. He hablado con su hermano Alfonso, a quien conocí hace tantos años. Vive con su familia en Burgos. Hemos tenido una conversación muy amistosa y nos pusimos de acuerdo en mandar este mensaje”.
El embajador ha reconocido que ha “llorado más que un poco” y ha tratado de concienciar sobre la esclerosis al final de su mensaje.