El drama de una concursante de 'MasterChef': "He tenido que replantearme muchas cosas"
Aunque también ha asegurado que vuelve "con ganas de más".
Las redes sociales son la forma de vida de muchas personas, cuyo trabajo en plataformas como Instagram les puede llegar a reportar miles de euros de beneficios. Por eso, perder tu herramienta de trabajo puede ser una faena importante.
Algo así le ha pasado a Miri, finalista de la quinta edición de MasterChef, el talent culinario de TVE que presentan Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera.
La cocinera e influencer, con más de 260.000 seguidores en Instagram, ha vuelto a la red social después de haber estado tres semanas con la cuenta hackeada.
“He tenido que replantearme muchas cosas. Los primeros días andaba un poco perdida, ‘¿y ahora qué hago?’ pensaba. Mi curro, lo que he estado construyendo hasta día de hoy, mi rutina, se me había derrumbado de un segundo para otro”, ha empezado diciendo.
Miri ha continuado diciendo que no poder acceder a sus redes sociales le ha hecho darse cuenta “de que hay que saber aceptar los cambios”: “No debemos aferrarnos a las cosas y que todo lo que viene a tu vida es para algo; pues son aprendizajes que tenemos que ir descifrando”.
La concursante de MasterChef ha explicado que, durante la cuarentena provocada por la crisis del coronavirus, se ha aficionado al Yoga y se ha sacado el título de 200 horas de Ashtanga y Vinyasa, algo que le ha servido para indagar “en la parte más importante” de la disciplina.
“Creo que el universo no me ha devuelto mi cuenta de Instagram así porque si. Creo que mi tarea esta vez, es utilizar esta plataforma para compartir con vosotros (además de lo que hacía antes) todo el proceso espiritual que estoy pasando, y todo lo que estoy aprendiendo para ayudaros a que no solo viváis de una manera más sana a través de la comida, sino también a través del control de la mente”, ha afirmado.