El ciclo electoral en EEUU arranca con los 'caucus' demócratas de Iowa
La carrera hacia la Casa Blanca arranca sin un favorito claro, con Sanders y Biden en cabeza, y el proceso de 'impeachment' a Trump de fondo
Con Iowa por escenario, el Partido Demócrata de EEUU dará este lunes el pistoletazo de salida formal a un proceso de primarias del que saldrá el candidato presidencial para las elecciones de noviembre. La ausencia de un favorito claro marca en esta ocasión un caucus del que podrían surgir varios vencedores, tanto reales como morales.
Iowa es el estado que da inicio al complejo proceso de nominación desde 1972 y, en las últimas cuatro primarias, el vencedor de esta primera prueba ha terminado haciéndose con la candidatura demócrata al final del proceso. Hillary Clinton, Barack Obama, John Kerry y Al Gore se llevaron el gato al agua en esta simbólica primera cita.
En esta ocasión, sin embargo, los sondeos no se ponen de acuerdo. Así, mientras que una reciente encuesta difundida por The New York Times sitúa al senador Bernie Sanders con siete puntos de ventaja, el periódico USA Today pone seis puntos por delante al exvicepresidente Joe Biden y la cadena CBS dibuja una cerrada batalla a tres bandas a la que se suma también Pete Buttigieg, alcalde de South Bend (Indiana).
La senadora Elizabeth Warren no habría logrado sacar partido a su campaña en este estado y figura en cuarto lugar en la mayoría de los sondeos, aunque desde su equipo ya han dejado entrever que los resultados obtenidos en estos primeros compases de las primarias no tienen por qué inclinar la balanza en uno u otro sentido.
El exsecretario de Vivienda Julian Castro, que tras abandonar la carrera electoral ha dado su apoyo a Warren, ha criticado abiertamente que Iowa tenga que ser el primer estado en votar, por considerar que su composición social -de mayoría blanca y rural- no representa a la base del Partido Demócrata.
Los pronósticos se complican, además, si se tiene en cuenta que se trata de un caucus, un sistema de votación generalizado hasta principios del siglo pasado pero que ahora apenas utilizan unos pocos estados como Iowa o Nevada. Se trata de asambleas que congregan a personas que forman parte del partido en cuestión o, por lo general, muy politizadas.
Además, en esta ocasión el partido difundirá no solo los datos de los delegados obtenidos por cada uno de los candidatos -hay 41 en juego para los demócratas-, sino también cómo evoluciona el sentido del voto desde el principio al final de las asambleas, lo que podría dar pie a que varios de los aspirantes se sientan de algún modo vencedores.
Sanders se presenta a priori como la opción preferida en las primeras votaciones y Biden y Buttigieg, con perfiles más moderados, podrían sin embargo subir posiciones a medida que avancen los debates si arrastran el apoyo de otros candidatos menores. No en vano, hay más de una decena de nombres en liza en las filas del Partido Demócrata.
Los siguientes pasos
Superada esta primera noche, y con el Partido Republicano ya con Donald Trump como candidato de facto a la reelección, los demócratas volverán a verse las caras el día 11 en New Hampshire, para seguir después por Nevada (22 de febrero) y Carolina del Sur (29 de febrero).
El primer gran seísmo llegará previsiblemente en el supermartes del 3 de marzo, cuando habrá votaciones en más de una decena de jurisdicciones. Ese día se pondrán en juego alrededor del 40 por ciento de los delegados que acudirán a mediados de julio a la Convención Nacional Demócrata organizada en Milwaukee, donde se proclamará formalmente al candidato.
Esta proclamación final corresponderá a los delegados designados en el largo proceso de primarias -las últimas votaciones están previstas para principios de junio-, sin que por ahora haya una perspectiva clara de lo que puede ocurrir, a la espera de la previsible reconfiguración de fuerzas y campañas a medida que pasen las semanas.
Los delegados están llamados a votar en la convención nacional por el candidato por el que hayan sido elegidos, con la excepción de que este se haya retirado de la carrera. En este caso, deberían votar en principio por la campaña a la que su candidato haya respaldado -si es que lo ha hecho- tras su salida.
Las sombras de Trump y Clinton
Biden, Sanders, Warren y Buttigieg encabezan la mayoría de los sondeos realizados a nivel general, impasibles aparentemente a la retirada de precandidatos destacados como Kamala Harris o a la irrupción de nuevos nombres como el del magnate Michael Bloomberg.
Trump, entretanto, observa la carrera incapaz de contenerse, viéndose con opciones frente a cualquiera de los precandidatos demócratas en liza y denunciando “amaños” en perjucio de Sanders, especialmente a raíz de que este se viese inmerso en una polémica por supuestamente poner en duda ante Warren las posibilidades de una mujer de llegar a la Casa Blanca.
A tenor de los sondeos, tanto Sanders como Biden parecen los mejor posicionados para batir a Trump en un hipótetico duelo en noviembre. Sin embargo, hace cuatro años, estas mismas encuestas también vaticinaban una victoria casi segura de Clinton, que finalmente vio cómo su rival republicano se terminaba imponiendo en el Colegio Electoral pese a perder el voto popular.
La exsecretaria de Estado, que optó en un primer momento por permanecer al margen de estas primarias, ha entrado de lleno en el debate a través de un documental que difundirá la plataforma Hulu y en el que, como ella misma ha reiterado posteriormente, ha asegurado que Sanders “no le gusta a nadie”.
“Nadie quiere trabajar con él. No ha conseguido nada”, afirmó Clinton en una reciente entrevista a The Hollywood Reporter en la que también ha criticado la “cultura” que rodea a su antiguo rival y que habrían dado pie a “implacables ataques” contra otros precandidatos demócratas, “especialmente las mujeres”.
El Senado, campo de batalla
Gran parte de las opciones del Partido Demócrata para noviembre se juegan estos días en el Senado, donde se desarrolla un juicio político contra Trump por abuso de poder y obstrucción al Congreso. Las supuestas presiones del presidente a Ucrania para que investigase a Biden han copado los titulares estas últimas semanas y eclipsado en parte las primarias.
Así, queda por ver el efecto sobre los comicios del duro golpe propinado por la mayoría republicana del Senado al impedir este viernes la comparecencia de testigos o la admisión de nueva información durante las pesquisas que se están desarrollando en la cámara alta. Ello ha dado el proceso prácticamente por finiquitado, salvo sorpresa de última hora.
El impeachment ha obligado a parte de los precandidatos a paralizar sus campañas para centrarse en su actividad como senadores -este ha sido el caso de Sanders y Warren- y se ha colado en los discursos en actos electorales. Trump mantiene mientras tanto una línea firme de defensa frente a lo que considera un “fraude”, heredero de la “caza de brujas” de la que se siente víctima desde que llegó a la Casa Blanca.