La situación actual del restaurante El Cantábrico tras el paso de Chicote: "Más o menos me arrepiento, soluciona poco"
'Pesadilla en la cocina' ha contado con la presencia de Pablo Carbonell para su nueva visita a Cádiz.
Año nuevo, misma vida para Alberto Chicote y su programa Pesadilla en la cocina. El espacio de laSexta, en el que el cocinero trata de levantar restaurantes que se encuentran en la cuerda floja, ha vuelto este jueves y se ha desplazado a Cádiz por tercera vez esta temporada para inaugurar el 2020.
Esta vez lo ha hecho al buffet libre El Cantábrico, un establecimiento que está llevado por la pareja de hermanos Francisco y Mari Luz Sánchez y que goza con el distintivo de ser el primer buffet libre abierto en la capital gaditana. Además, para la ocasión, Chicote contó en la grabación con la ayuda del cantante Pablo Carbonell.
Año y medio después del paso del cocinero por el restaurante, el local sigue abierto como buffet pero mantiene los mismos problemas que tenía antes de la llegada de Chicote, tal y como cuenta a El HuffPost el propio Francisco, que confiesa que el programa se puso en contacto con él.
“Yo no solicité nada, me llamaron incluso el año anterior (2017) y después me lo volvieron a decir. Al final ya lo acepté para probar y estoy más o menos arrepentido de haberlo hecho”, asegura.
Grabado en abril del 2018, Pesadilla en la cocina cambió el menú, la decoración y reordenó las máquinas donde los clientes cogen los platos dejando de tener forma lineal para pasar a ser circular.
Precisamente, fue este último aspecto el que tiempo después más ha molestado a uno de los dueños del local. “Me cambiaron las máquinas de sitio y la instalación eléctrica porque me lo pusieron todo en un enchufe normal. No se responsabilizaron de eso y lo tuve que pagar yo todo”, se sincera Francisco.
Además, detalla que, como sus principales clientes son grupos de viaje, la cola pasó de ser lineal a circular convirtiéndose en una “pescadilla que se muerde la cola”.
“La he vuelto a poner lineal porque doy paso por los dos lados y es más rápido para estos grandes grupos”, relata el propietario.
Francisco también descarta que la emisión en televisión vaya a cambiar la tendencia: “Viendo como han ido a los demás, no creo que me vaya a ir mucho mejor. Seguimos con las mismas dificultades, Chicote soluciona poco”.
La decoraciónn sí que es la misma que puso el programa, aunque afirma que el logo no lo cambió de la facturación y mantiene ahí el mismo que tenía en la época preChicote.
Hasta el momento, este es el segundo establecimiento de esta temporada que sigue abierto después del paso del cocinero. El food truck El Submarino se encuentra temporalmente inactivo por motivos de salud de su dueño, Manuel Rojas, quien espera volver a la actividad en este 2020.
Por otro lado, La cueva de Juan cambió de dueño al mes de grabar el programa y actualmente se llama Asador los Robles.