El auge de los relojes de lujo... pero de segunda mano
Cuando parecía que no había futuro para las casas de súper lujo han llegado los 'millennials' a gastarse el dinero en piezas vintage.
La venta de relojes de lujo se ha ralentizado en los últimos años. La crisis económica, la aparición de nuevos dispositivos inteligentes y la moda de no presumir de las cosas que solo están al alcance de unos pocos han tenido un efecto directo en la caída de las ventas.
Los relojeros de toda la vida, fundamentalmente suizos y franceses, iniciaron a finales de la década pasada una doble estrategia: por un lado apostar aún más por productos de súper lujo, numerados y mucho más caros; y por otro, competir contra los nuevos relojes inteligentes con alianzas que ayudasen a no quedarse fuera del mercado en ese sector. Hermès, por ejemplo, llegó a un acuerdo con Apple para diseñar las correas y vender un modelo conjunto de Apple Watch. Las expectativas eran altas, pero sin embargo las ventas no han cumplido con los objetivos. También lo ha intentado Tag Heuer con su modelo Connected Modular 45, con relativo éxito.
Y cuando parecía que no había futuro para las relojeras tradicionales de súper lujo ha llegado la sorpresa. Los milenials no están por la labor de pagar el coste real de una de estas piezas maravillosas, pero si están dispuestos a gastarse el dinero en el mercado de segunda mano.
Y dicho y hecho, Richemont, dueño de Cartier, ha comprado la plataforma online británica Watchfinder que ha disparado las ventas de relojes de segunda mano en el Reino Unido. Otra de las plataformas online que ha impulsado este mercardo es la alemana Chrono24, que este año espera tener unas ventas de 1.300 millones de euros.
La carrera para liderar este mercado es evidente. Mientras que los millonarios tienen acceso de primera mano a los modelos de lujo y gran complicación, los jóvenes con altos sueldos prefieren la compra impulsiva en internet. La plataforma Ebay asegura que este año venderá relojes de segunda mano por valor de 1.000 millones de euros, y además con la garantía de que son reales. Hasta ahora había dudas sobre la autenticidad de algunas piezas en esta plataforma que quedaron solventadas desde la contratación de Watchbox, empresa especializada en la verificación de productos de lujo.
Según la consultora Bain &Co, el sector de la venta de relojes de lujo de segunda mano tiene un altísimo potencial que cifra en 17.600 millones de euros las ventas anuales, si se incluye también el mercado de joyas vintage. El mercado mundial de los relojes de lujo está creciendo a un ritmo del 7,6% desde 2015 y hasta 2018, y se espera que se mantenga el mismo ritmo hasta el 2019. Buenos resultados pero nunca comparables con las ventas masivas de los relojes de cuarzo y los nuevos relojes inteligentes que superan los 50.000 millones de euros anuales.
La venta de productos de segunda mano o vintage está viviendo una belle epoque. Al compromiso de los más jóvenes con el medio ambiente y el reciclaje, se unen las tendencias mixtas y las compras compulsivas. El Ceo de Vestiare Collective aseguraba que hay un mercado potencial de medio billón de euros en los armarios de la Unión Europea, y que los dueños de esa ropa, joyas y complementos pueden deshacerse de estos productos con garantías y además ganándose un dinero con el que no contaban.