EEUU prepara un plan energético alternativo para Europa ante represalias rusas por Ucrania
Desde el Kremlin aseguran que no cerrarán el suministro a pesar de las posibles sanciones que puedan recibir.
Estados Unidos y sus aliados están preparando un plan energético alternativo al suministro de gas procedente de Rusia en caso de que se produzca un aumento de las tensiones con respecto al conflicto con Ucrania.
El presidente de EEUU, Joe Biden, ha asegurado este miércoles que “no tiene intención” de desplegar fuerzas estadounidenses o de la OTAN en Ucrania. Sin embargo, al mismo tiempo ha avisado de “serias consecuencias económicas” para Rusia si lleva a cabo una incursión en territorio ucraniano. Por lo que ante el aumento de la tensión en el conflicto, prepara ya un plan B para “identificar” alternativas al gas ruso en otras partes del mundo, como el norte de África u Oriente Medio.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha admitido este martes en su rueda de prensa diaria que una posible disrupción de los suministros de energía que pasan por suelo ucraniano afectaría de forma “aguda” a los mercados de gas natural en Europa. El 41% del gas natural que se consume en la Unión Europea proviene de Rusia, país que también es su principal proveedor de crudo y combustibles fósiles, según datos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat).
La portavoz ha subrayado que hay contactos con los principales productores de gas natural en el mundo para “comprender su capacidad y disposición para buscar producción de gas natural y distribuir esos volúmenes entre los compradores europeos”.
“Estamos trabajando con países y empresas de todo el mundo para garantizar la seguridad del suministro y mitigar el impacto de los precios que afecten tanto al pueblo estadounidense como a la economía mundial”, ha asegurado este martes un alto funcionario de la Casa Blanca a la agencia alemana DPA.
“Solo estamos en conversaciones con los principales productores de gas natural de todo el mundo para comprender su capacidad y voluntad de aumentar temporalmente la producción de gas natural y asignar estos volúmenes a los compradores europeos”, ha señalado la misma fuente.
Una respuesta coordinada
Así, ha explicado que estas reservas de gas han estado almacenadas en instalaciones de toda Europa durante varias semanas y su fin es servir durante “días o semanas”, no así meses, de reemplazo a los canales habituales, en caso de que la crisis actual afecte a las fuentes procedentes de Rusia.
“Hemos estado hablando con nuestros aliados europeos para planear una respuesta coordinada, que incluyó cómo desplegar sus reservas existentes de energía”, ha dicho Psaki, quien ha agregado que también están trabajando para identificar alternativas al gas ruso en el norte de África, Oriente Medio, Asia y EEUU.
Además, ha hecho hincapié en que EEUU y sus socios están llevando a cabo preparativos en varios ámbitos ante posibles “contingencias”.
En este sentido, han confirmado que Biden recibirá el 31 de enero en la Casa Blanca al emir de Catar, Tamim bin Hamad al Zani, con quien hablará, entre otros temas, sobre cómo garantizar la estabilidad de los suministros globales de energía.
Sobre esta reunión, Psaki ha señalado en un comunicado que brinda la oportunidad a ambos líderes de llevar a cabo consultas sobre ese y otros asuntos de interés común como la promoción de la seguridad y la prosperidad en el Golfo y la región de Oriente Medio, además del apoyo al pueblo de Afganistán.
Graves consecuencias para la economía rusa
Otra de las fuentes consultadas por la agencia alemana, otro alto funcionario de la Administración de Joe Biden, vaticina graves consecuencias para la economía rusa en caso de que el presidente, Vladimir Putin, instrumentalice una posible crisis energética.
“Rusia necesita los ingresos del petróleo y del gas al menos tanto como Europa necesita su suministro. Así que esta no es una ventaja asimétrica para Putin sino una interdependencia”, ha añadido.
Ante esa hipotética invasión rusa de la que Washington ha estado hablando estas últimas semanas, esta fuente sostiene que las sanciones planeadas por Estados Unidos van mucho más allá de las “medidas punitivas” impuestas en 2014 cuando se produjo la adhesión de Crimea.
Estados Unidos ha estado acusando en repetidas ocasiones a Rusia de estar tratando de usar la cuestión energética como arma arrojadiza, algo que desde el Kremlin han rechazado, asegurando que no cerrarán el suministro a pesar de las posibles sanciones que puedan recibir.
El cuarto mayor suministrador para España
Rusia es el cuarto mayor suministrador de gas natural para España y el octavo de crudo, con el 8,7% y el 4,6%, respectivamente, del total de las importaciones de estos suministros energéticos al país. En el caso del gas natural, Rusia suministró a España a lo largo del año pasado un total de 36.119 gigavatios hora (GWh), todos ellos como gas natural licuado (GNL), representado el 8,7% del total.
Por delante de Rusia, tan sólo superaron en el suministro de gas natural a España en 2021 países como Argelia, con el 42,7%; Estados Unidos, con el 14,4%, y Nigeria, con el 11,4%, según los datos de Enagás, el operador del sistema gasista, recogidos por Europa Press.
El pasado viernes, la vicepresidenta tercera del Gobierno español y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguró que España no tendría problemas de abastecimiento de gas natural, a pesar de la tensión con Rusia.
No obstante, reconoció que la situación era inquietante y que podría impactar en los precios. “Es un tema muy sensible. España cuenta con una posición sólida en cuanto a la garantía de suministro y, además, la infraestructura de regasificación de la que disponemos permite el rápido acceso a gas natural licuado por barco. Por tanto, no hay problema de abastecimiento”, dijo.