‘Eclipse total’ y ‘Forever Young’ o tus yayos y yayas tienen algo que cantarte

‘Eclipse total’ y ‘Forever Young’ o tus yayos y yayas tienen algo que cantarte

Obras que ponen en escena a un grupo social que rara vez se ve protagonizando teatro: los ancianos.

Elenco de 'Forever Young' cantando en el escenario.Haidé Costa/ Grupo S Media

Coinciden en la cartelera dos obras que se acercan al tiempo humano. El tiempo de seres finitos. Una se va este domingo, Eclipse total de Pont Flotant en el Teatro de la Abadía. Otra se ha repuesto esta semana, Forever Young producida y dirigida por Tricicle en el Teatro Cofidis Alcázar. Obras que ponen en escena a un grupo social que rara vez se ve protagonizando obras de teatro como son los ancianos.

A ninguna le duele hablar de ellos. Incluso, darles el protagonismo o dedicársela. Ancianos que tienen una historia. Su lugar común. El de una generación. Al que siempre se refieren. Un lugar y una generación que resignifica lo que sucede hoy, la relación que tienen con los otros, de su misma edad o de edades distintas. En la que están más presentes los recuerdos, sobre todo los musicales, que muchas otras cosas.

Eclipse total es un producto típico de Pont Flotant. Se presenta como una autoficción en la que los actores protagonistas, que conservan sus nombres reales y sus familias, convocan a la mesa a abuelos, padres, sus parejas e hijos. Personas interpretadas por sus dos únicos actores, que se irán eclipsando a medida que pasa el tiempo. E irán dejando sitio a otros para sentarse a la mesa. La muerte como rito de regeneración.

  Escena de 'Eclipse Total'.Nerea Coll/ Teatro de la Abadía

Forever Young, sin embargo, es una obra en la que los ancianos se rebelan contra la enfermera que los cuida en la residencia. Una profesional que les recuerda cada tres por dos lo cerca que tienen la muerte y la necesidad de una pastillita, que, por supuesto, no se toman. Una rebelión musical ya que la hacen cantando las canciones pop de su juventud. Incluida la Forever Young de Alphaville que proporciona el título.

Por algo fueron artistas que se codearon con los grandes: Antonio Banderas, Javier Bardem y Pepe Rubianes, que en el montaje original de 2011 podría tener sentido pero que tal vez quede muy lejano como referencia, al menos en Madrid. Todos ellos criando malvas, mientras que los ancianos que protagonizan esta comedia musical siguen vivos y con ganas de juerga. La vida no descansa, aunque se tengan dentaduras postizas, se lleve peluca, se hayan sustituido las piernas por prótesis y la memoria, y otras partes anatómicas, vayan más lentas.

Obras en las que se ríen de la muerte, porque los que las protagonizan están vivos y coleando. Y, a pesar de la edad, todavía saben disfrutar de una comida, una tarde con la familia o con los amigos. Para los que un día es un día, un día más aquí disfrutando de los suyos y lo suyo, y mañana, si es que lo hay, Dios dirá.

  Elenco de 'Forever Young' cantando en el escenario.Haidé Costa/Grupo S Media

Y, a pesar del tema, el buen rollo, en ambos casos, llega a las plateas. En el caso de Eclipse total, por la simpatía de sus protagonistas. Dos actores que manejan la cotidianidad y el colegeo. Que recurren al lugar común con sencillez, pues de lo que hablan no es muy diferente de lo que se habla todos los días.

No es lo mismo en Forever Young. Esta se trata más de un chiste o motivo que se repite una y otra vez. Como si se estuviese ante una obra de arte minimalista. Ancianos, que fueron artistas de jóvenes, pero que a pesar de sus limitaciones todavía recuerdan canciones de todas sus épocas vitales, sobre todo de las juveniles, y son capaces de cantarlas y cantarlas bien cuando menos te lo esperas. 

A los que Tricicle ha sabido adaptar a la historia sentimental y musical de muchos cincuentones en España. Muy cercana a las de las radiofórmulas y concursos como La Voz o Got Talent que explotan estándares clásicos y que han producido una juventud bastante viejuna en gustos musicales.

La música que como recurso da el mejor momento de Eclipse total. Cuando Jesús, uno de los actores, representa a su padre cantando El mundo que popularizara Jimmy Fontana en los sesenta. Momento en el que el escenario gira lleno de globos, como un pequeño sistema solar con sus planetas moviéndose alrededor del sol. Escena muy emocionante, de musical. Tan emocionante como cuando en Forever Young, los ancianos se levantan, se acercan al borde del escenario, con un fondo lleno de carteles de obras de teatro tan clásicas como la Tortuga de Darwin de Mayorga con Carmen Machi, y cantan la canción que da el título a esta comedia musical. 

  Jesús Muñoz cantando 'El mundo' en 'Eclipse Total'.Nerea Coll/Teatro de la Abadía

Mientras en las butacas de ambos teatros, la platea se divide en dos grupos de espectadores. Los que se encogen en sus asientos tocados emocionalmente. Y los que sacan pecho y, si les dejaran, se levantarían a cantar. Pues algo de karaoke con amigos tienen ambos espectáculos. Sobre todo, Forever Young, en el que el medley de canciones, troceadas, se trabaja a fondo sin que, al oído en la butaca, parezca que se salten una nota. Y hay medleys que se lo ponen difícil a los actores cantantes llegando a mostrar virtuosismo fallando, tal vez, en la pronunciación del inglés.

Así que aquí están los yayos, la palabra que se usa para referirse a los abuelos en Valencia, de donde viene Pont Flotant, y en Barcelona, de donde vienen los Tricicle, pisando fuerte el escenario. Recordando a las plateas que la juventud es un divino tesoro que normalmente se dilapida, pero que las ganas de cantar y cantarle a la vida no. Que mientras uno pueda cantar o sentarse a la mesa a comerse una paella con familiares y amigos, hay posibilidad de juego. Hay partido. Y ¡ay de aquellos que se atrevan a llevarles la contraria!

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Como el dramaturgo Anton Chejov, me dedico al teatro y a la medicina. Al teatro porque hago crítica teatral para El HuffPost, la Revista Actores&Actrices, The Theater Times, de ópera, danza y música escénica para Sulponticello, Frontera D y en mi página de FB: El teatro, la crítica y el espectador. Además, hago entrevistas a mujeres del teatro para la revista Woman's Soul y participo en los ranking teatrales de la revista Godot y de Tragycom. Como médico me dedico a la Medicina del Trabajo y a la Prevención de Riesgos Laborales. Aunque como curioso, todo me interesa.