Donald Trump, hospitalizado con "fiebre y fatiga" tras su positivo por coronavirus
La Casa Blanca asegura que la medida se toma "por precaución".
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido hospitalizado pocas horas después de haber anunciado su positivo por coronavirus. La medida, que según la Casa Blanca se toma por “precaución”, representa un terremoto en un país que, en poco más de un mes, celebra elecciones presidenciales. Se trata del mayor problema de salud al que se ha enfrentado un presidente de EEUU desde que Ronald Reagan fue tiroteado en 1981.
“El presidente Trump permanece con buen ánimo, tiene síntomas leves y ha estado trabajando durante todo el día. Por precaución y por recomendación de su médico y expertos, el presidente trabajará desde las oficinas presidenciales del [hospital] Walter Reed los próximos días”, ha señalado en un comunicado la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany. Según han señalado dos fuentes al diario The Washington Post, “el presidente sufre una fiebre leve, tos y congestión nasal, entre otros síntomas”.
Visiblemente pálido, Trump ha grabado un vídeo de apenas 18 segundos para decir que cree estar bien, pero que quiere asegurarse de que “las cosas funcionan”. “Quiero dar las gracias a todo el mundo por el apoyo tremendo. Voy al Hospital Walter Reed. Creo que estoy muy bien, pero vamos a asegurarnos de que las cosas funcionan. La primera dama está muy bien. Por lo que muchas gracias, lo aprecio, nunca lo olvidaré gracias”.
El presidente de Estados Unidos, de 74 años, ha ingresado en el Centro Médico Militar Walter Reed de Maryland, uno de los más avanzados del mundo, y estará bajo observación de manera preventiva. La Casa Blanca ha aclarado que no se ha transferido el poder al vicepresidente Mike Pence: “El presidente está al cargo”, ha señalado un asesor.
Trump ha abandonado la Casa Blanca vestido de traje, en aparente buen estado de salud, con una mascarilla en la cara (esta vez sí), saludando a las cámaras y levantando el pulgar. No ha hecho declaraciones.
Antes de ser trasladado al hospital, Trump se sometió a un tratamiento experimental con Regeneron, uno de los fármacos en desarrollo en la carrera contra el covid-19. “Tras la confirmación de la PCR, como medida de precaución recibió una dosis de 8 gramos del ‘cocktail’ de anticuerpos de Regeneron. Completó la toma sin incidentes. Junto al ‘cocktail’ de anticuerpos, ha tomado zinc, vitamina D, famotidina, melatonina y una aspirina convencional”, ha señalado la secretaria de Prensa de la Casa Blanca.
“Esta tarde el presidente continuaba fatigado pero con buen ánimo. Ha sido evaluado por los expertos y conjuntamente plantearemos las recomendaciones en función de los próximos acontecimientos. La primera dama continúa bien, con apenas algo de tos y dolor de cabeza”, ha explicado la responsable de prensa.
Si Trump enferma de gravedad, será el vicepresidente Mike Pence quien asumirá el mando. Sin embargo, no dejan de salir positivos en la Casa Blanca y no es descartable que también Pence dé positivo. Si también él enfermara de gravedad, sería la demócrata Nancy Pelosy, presidenta de la Cámara de Representantes, quien tomaría el mando.
Su rival en las próximas elecciones, el demócrata Joe Biden, ha avanzado que su campaña electoral retira desde este momento todos los anuncios electorales negativos hacia Trump. Biden, que ha dado negativo en la prueba de la Covid-19, ha escrito un mensaje en Twitter en el que puntualiza que “este no puede ser un momento partidista. Debe ser un momento estadounidense. Tenemos que estar unidos como nación”.
El sexo, la edad y el peso del presidente Donald Trump le convierten en una persona más propensa a desarrollar un cuadro grave de coronavirus y, según los datos nacionales, tiene un 4% de probabilidades de fallecer a causa de la Covid-19. Hay otros factores que pueden marcar la diferencia, como sus posibles comorbilidades, su actividad física y su alimentación. Trump es un comedor confeso de hamburguesas.
Según los datos publicados por uno de los médicos de la Casa Blanca en junio, Trump sufre obesidad, lo que triplica las probabilidades de que necesite ser hospitalizado —algo que finalmente ha ocurrido—, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
El presidente y su esposa y primera dama, Melania Trump, habían anunciado su contagio a primera hora del viernes, después de que una de sus asistentes más cercanas, Hope Hicks, también contrajera COVID-19.
La noticia ha obligado a ambos a guardar una cuarentena que ya ha empezado a tener sus efectos en la campaña presidencial a un mes de las elecciones. El equipo de Trump ha suspendido algunos de sus actos programados para los próximos días y ha anunciado que otros pasarán a celebrarse de manera virtual.
“Es un verdadero guerrero. Luchará con la misma fuerza que usa para luchar por EEUU todos los días. Les pido que se unan a mí para rezar por su recuperación. Nunca he estado más orgulloso de alguien y de lo que han tenido que soportar”, ha escrito el hijo del presidente, Eric Trump.