Dicho y hecho: Trump aseguró que haría trampas y está cumpliendo su palabra
"Queremos que la ley se aplique de manera correcta, de modo que iremos al Tribunal Supremo”.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, no ha tardado en cumplir una de sus últimas promesas electorales: hacer trampas e intentar impedir el recuento de votos por correo, que están siendo fundamentales para evitar su reelección.
Trump verbalizó su plan el domingo y prometió enviar a “nuestros abogados” a Pensilvania para evitar el recuento de esos votos. Ayer mismo, repitió sus quejas desde la Casa Blanca: “Es un fraude mayúsculo para nuestra nación. Queremos que la ley se aplique de manera correcta, de modo que iremos al Tribunal Supremo”.
Estas declaraciones se produjeron después de semanas esforzándose por declarar ilegítimas las elecciones si gana Biden, que parece el escenario más probable: “En mi opinión, la única forma que tienen los demócratas de ganar es hacer trampas”, aseguró en septiembre en una entrevista para la cadena Fox Sports Radio.
Anthony Scaramucci, antiguo amigo de Trump, exdirector de comunicaciones de la Casa Blanca y ahora detractor del presidente, asegura que estas declaraciones probablemente le hayan hecho más mal que bien: “Telegrafiar sus planes ha causado una mayor urgencia por votar en su contra. Está enfermo, está completamente enfermo”.
Durante el recuento en el día de ayer, la campaña de Trump, que ha pasado cuatro años acusando a Hillary Clinton de no asumir los resultados de 2016, tomó varias medidas para negarse a aceptar su derrota: realizó demandas en Pensilvania y Michigan para detener el recuento (legal) de votos por correo, protestó para que los medios dejaran de decir que Biden había ganado en Arizona y hasta se autoproclamó vencedor en Pensilvania (y en las elecciones).
La campaña de Trump incluso organizó una rueda de prensa en Philadelphia (Pensilvania) para celebrar la victoria, pese a que todavía no ha terminado el recuento de más de un millón de votos por correo. “Esto es un auténtico fraude”, declaró Eric Trump, tercer hijo del presidente, sin aportar ninguna prueba. Entretanto, el abogado personal de su padre, Rudy Giuliani, aseguró que iba a iniciar una investigación para averiguar cuántos fallecidos habían votado.
Trump continuó la batalla por Twitter reclamando su victoria en Pensilvania, Carolina del Norte, Georgia y Michigan. Y, por supuesto, sin aportar pruebas de que estuviera sucediendo nada irregular en dichos estados.
En Estados Unidos, es frecuente que los recuentos se demoren varios días, sobre todo en estados muy disputados. Y, en el caso de Pensilvania y Michigan, los legisladores del estado republicanos rechazaron la petición de los gobernadores demócratas de permitirles empezar el recuento antes del día electoral para no tardar tanto en anunciar los resultados oficiales.
La exigencia de Trump de que cese todo recuento de votos por correo también afecta al millón de miembros del ejército que permanecen de misión en el extranjero. En Pensilvania, se estima que el recuento de esos votos estará para el 10 de noviembre, mientras que en Michigan, tardarían hasta el día 17, siempre con la condición de que el envío se haya realizado antes del día de las elecciones.
La campaña de Biden, mientras tanto, ha manifestado su confianza en que una vez contado hasta el último de los votos, ganarán en Arizona, Pensilvania y Nevada. Si se cumplen estas proyecciones, Biden habrá superado con creces los 270 votos electorales necesarios para proclamarse presidente.
“No estoy aquí para declararme vencedor, sino para comunicaros que, cuando terminen los recuentos, confiamos en ser los vencedores”, declaró Biden en una breve aparición pública en Delaware.
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Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.