Diario del juicio del 'procés', día 7: Cuixart y Forcadell finalizan los interrogatorios
El presidente de Òmnium califica el 1-O de acto de "desobediencia civil" y la expresidenta del Parlament insiste en el carácter simbólico de la DUI
[Salir de la cárcel] ya no es mi prioridad. Yo soy un preso político. Después de 500 días en la cárcel, mi prioridad es poder denunciar el ataque y la vulneración de derechos y libertades que hay en Cataluña y en el Estado español". La ha pronunciado el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart.
La autonomía del Parlament. La expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, es una de las que ha sufrido más durante su interrogatorio con la Fiscalía. La tramitación y aprobación de las llamadas "leyes de desconexión" durante los plenos del 6 y 7 de septiembre ha centrado buena parte del interrogatorio, en el que Forcadell ha tratado de justificar su actuación a pesar de los requerimientos del Tribunal Constitucional. La expresidenta de la cámara catalana ha insistido que el reglamento del Parlament no le permitía entrar a valorar el fondo de las normas que se tramitaban.
El lenguaje coloquial de Cuixart. "Le he indicado que evite las intervenciones coloquiales. Usted es perfecto conocedor de ese lenguaje, se expresa muy bien, no necesita el énfasis o el añadido de estas expresiones". El presidente de la Sala, Manuel Marchena, ha llamado la atención en varias ocasiones a Cuixart por el uso de palabras coloquiales como "joder" u "hostia".
El delito de rebelión se sigue tambaleando. La existencia de una supuesta violencia durante el 20 de septiembre y el 1 de octubre es básica para demostrar la existencia de un delito de rebelión. La Fiscalía, sin embargo, está teniendo serias dificultades para demostrar que existió esa violencia y basa su acusación en tuits y en los coches de la Guardia Civil destrozados ante la Consellería de Economía. Tras haber declarado todos los acusados, se constata que el Ministerio Público ha preferido hacer énfasis en el delito de malversación y desobediencia y pasar de puntillas por el de rebelión.
Cuixart, muy vehemente al recordar el "a por ellos" que cantaban los agentes de policía que se desplazaron a Cataluña en otoño de 2017.
El apoyo de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a Cuixart durante su declaración.