Detenidos y hasta cinco días sin comer: la ONU denuncia el estado de los migrantes en Hungría
La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos condena la política de Viktor Orbán en materia de extranjería
Detenidos y sin alimentos hasta cinco días. Así se encuentran un número indeterminado de inmigrantes en Hungría, según ha denunciado la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
A través de su Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos ha denunciado la situación de migrantes en los centros de detención del país magiar. Se trata, según el organismo, de ciudadanos en situación irregular y solicitantes de asilo que esperan una solución.
Para la ONU, el país presidido por el nacionalista Viktor Orbán “ha privado de forma deliberada de alimentos a los internos, contraviniendo las leyes internacionales”. Y es una situación que se ha agravado. Desde agosto del pasado año al menos 21 ciudadanos habrían sufrido este maltrato en los centros de detención.
“Las autoridades húngaras habían prometido revisar y revertir esta situación tras un requerimiento de la Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pero diversos análisis sugieren que estas prácticas continúan”, ha señalado la institución.
La Oficina de la actual Alta Comisionada para Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, señala igualmente que esta “privación deliberada” de alimento no alcanza a mujeres embarazadas y lactantes, pero sí a numerosos adultos. Su falta de una correcta nutrición puede causar trastornos alimenticios y sanitarios a la par de generar un daño “inherentemente inhumano”, puntualiza Naciones Unidas.
Del mismo modo, el departamento de Derechos Humanos critica la actitud de las autoridades nacionales, que, explican en la nota, empujan a los inmigrantes a abandonar “voluntariamente” su territorio para salir en dirección a Serbia. Esta situación podría causarles un riesgo mayor a los migrantes, al entrar de forma ilegal al país serbio.
“Reiteramos el derecho de todos los migrantes a buscar asilo, así como el derecho fundamental de la “no devolución”, que prohíbe la expulsión de cualquier persona que pueda afrontar un riesgo real de persecución, tortura, daño o incluso muerte.