Cinco deportistas que tienes que seguir aunque no te interesen los Juegos
La primera olímpica transgénero, el atleta con más Juegos de la historia (y es español)... Figuras que superan lo puramente deportivo.
Simone Biles, Novak Djokovic, Kevin Durant, Alejandro Valverde, Pau Gasol, Katie Ledecky... Los grandes nombres de los Juegos Olímpicos acumulan reportajes y menciones. Todos saben quiénes son y a qué aspiran, por eso todos les buscan.
Pero los Juegos son mucho más que medallas y grandes estrellas. Incluso en una cita tan extraña como la de Tokio 2020, el programa ofrece la oportunidad de lucirse a unas figuras convertidas en auténticos iconos sociales, más allá de sus posibles triunfos
Historias de vida, de superación, de, esa palabra tan de moda, ‘resiliencia’, o focos de atención con su solo nombre.
Laurel Hubbard
La primera atleta transgénero en unos Juegos Olímpicos. Esta haltera de Nueva Zelanda de 43 años, llega como una de las favoritas a la medalla en la categoría más alta (+87 kilos), pero con un camino lleno de problemas, no solo atléticos.
Nacida como Gavin Hubbard, afrontó el paso de someterse a una reasignación de género la pasada década. Llegó incluso a competir en categoría masculina antes de declararse atleta trans.
Su participación en Tokio ha sido posible después de que el COI cambiará sus reglas en 2015, aceptando la participación de deportistas trans si sus niveles de testosterona se mantienen por debajo de 10 nanomoles por litro durante un período de al menos 12 meses. El umbral marca casi cinco veces más de la cantidad prevista en una mujer.
Sabe de su interés. Vive aislada, más que el resto de sus compañeros, sin querer atender a los medios. Todos irían (iríamos por lo mismo). Se enfrenta, también, a los recelos de rivales y buena parte de la sociedad; hay quien llega a hablar de “una decisión de mal gusto”, pero Laurel ha abierto un camino. Y si gana una medalla, opción probable, su caso hará aún más ruido.
Jesús Ángel ‘Chuso’ García Bragado
El gran embajador del deporte español. A sus 51 años, este marchador de fondo madrileño sigue sorprendiendo a todos, incluso a él mismo, y se presenta en la línea de salida de los 50 kilómetros marcha. Quizás, la prueba más agonística del atletismo. De paso, sea consciente o no, ha hecho historia. Es el primer atleta es competir en ocho Juegos, superando los siete de Merlene Ottey.
Anunció su retirada hace años, pero por ‘desgracia’ para él la que iba a ser su última competición, el Mundial de Doha 2019, se le dio tan bien (octavo) que logró billete directo para Tokio 2020, válido para 2021. De hecho, le viene hasta mejor ese año extra, bromea.
El objetivo del abanderado español en la ceremonia de clausura de Rio 2016 ya queda lejos de las medallas. Pero este ejemplo de resistencia y entrega al deporte ha superado, por mucho, los límites de lo considerado ‘lógico’. En una prueba de eliminación física y disciplinaria, que a nadie le extrañe si acaba entre los puestos nobles de la clasificación.
Dice que ahora sí que sí se retira, 28 después de coronarse campeón del mundo, allá por 1993, en Stuttgart. “Soy una persona de palabra y ya dije que hasta aquí llegaba. Estoy decidido a poner fin a una carrera deportiva muy larga para poder centrarme en otras facetas de la vida”, reconocía recientemente a Marca. En su mente, y en la de todos, repetir la hazaña de Doha, que le valdría un diploma olímpico. Ya tiene dos (4º en Pekín 2008 y 5º en Atenas 2004). De ‘Chuso’ se puede esperar todo.
Oksana Chusovitina
Otro ejemplo de constancia y tenacidad llevado al extremo. El caso de esta gimnasta de Uzbekistán es especialmente notable por dedicarse a una disciplina como la gimnasia artística con 46 años frente a rivales que no llegan a la veintena.
Sus dos medallas olímpicas están separadas por 16 años, la distancia que hay entre Barcelona 1992 y Pekín 2008. En Rio 2016 logró un diploma olímpico al ser séptima en salto de potro con 41 años. En esa misma rotación logró uno de sus oros Simone Biles, por entonces con 19.
Colecciona anécdotas deportivas, familiares y hasta geopolíticas. Nacida en una de las repúblicas soviéticas en 1975, compitió bajo la bandera de la URSS. Extinta esta, ganó el oro en Barcelona en su debut olímpico como parte del Equipo Unificado (formado por las exrepúblicas soviéticas que no pudieron conformar equipo propio). Con la independencia de su país natal, representó a Uzbekistán en tres Juegos, antes de hacer lo propio con Alemania en Pekín 2008 y Londres 2012. Desde Rio 2016 vuelve a lucir los colores uzbekos.
En mitad de ese camino decidió dejar el deporte profesional. Después de dar a luz a su primer hijo, en 1999, volvió a calzarse el mono deportivo y compitió en Sidney 2000, previsto como final de su ya por entonces brillante carrera. En 2002, su hijo Alisher fue diagnosticado con leucemia y, para poder ofrecerle el mejor tratamiento posible, la familia se mudó a Alemania. Para poder sufragar los gastos de su tratamiento, Chusovitina volvió a competir a nivel internacional, bajo bandera alemana como agradecimiento al país que trató a su hijo.
Hizo bien en volver. En Tokio seguirá dando guerra a sus 46.
Andrew Hoy
A sus 62 años, este jinete australiano no encara su jubilación, sino sus octavos Juegos. Su carrera olímpica arrancó en Los Angeles 1984 y en ella lucen tres medallas de oro (Barcelona 1992, Atlanta 1996, cuando fue abanderado, y Sidney 2000) y una de plata (también en Sidney). Además ha sido entrenador del equipo ecuestre español mientras seguía en activo. Casi nada.
Hoy tiene ganas de más, junto a su caballo ‘Vassily De Lassos’ y un récord al alcance (todo lo ‘al alcance’ que se pueda llamar a ganar el oro). Si se convierte en campeón olímpico junto a su equipo en la modalidad de concurso completo, batiría, por un año, la plusmarca de más tiempo entre oros de un mismo atleta, un honor que ahora mismo pertenece al húngaro Aladár Gerevich, campeón en esgrima en 1932 y 1960.
Confesó sentirse “aliviado” al conocer su selección para Tokio y, a las puertas de su octava participación, cuando “crees que ya lo has visto todo”, reconoce que esta vez será muy diferente a todas las anteriores. No va por ir. Habla de podio y a sus 62 cualquiera le rebate sus planes.
Jessica Springsteen
El perfil menos rimbombante en lo deportivo, pero con todo el eco concentrado en su apellido. El ‘Boss’ estará en Tokio y no en forma de concierto en la ceremonia de apertura o clausura. La hija de Bruce, Jessica Springsteen, participará en los Juegos Olímpicos y aspira a ser algo más que ‘la hija de’.
De hecho, no tiene nada de ‘regalo’ su participación en los Juegos de la XXXII Olimpiada. La amazona de 29 años es parte del equipo de salto por equipos de EEUU y aunque por ranking no parte entre las principales favoritas (es 27ª en la actualidad y tercera de su país), será un objetivo de los focos junto a su caballo ‘Don Juan van de Donkhoeve’.
Lleva montando en caballo desde los cuatro años y sus progresos desde joven la llevaron a quedarse a las puertas de competir en Londres 2012 (con 20 años). Desde entonces, acumula trofeos y galones que, nueve años después le han llevado a sus primeros Juegos. Allí lucha por vivir sus Glory Days.