Denuncian la muerte de una mujer en Valladolid que no consiguió atención médica en una semana
La mujer se encontraba mal y pidió asistencia, pero le dijeron que tenían que atenderla desde su centro de salud, que estaba "siempre comunicando".
La familia de una mujer de 63 años que murió el pasado martes en su domicilio de Valladolid ha denunciado en el Juzgado de Guardia a la sanidad pública de Castilla y León (Sacyl) por falta de asistencia médica, tras una semana de llamadas telefónicas a su centro de salud y sin que le facilitaran una ambulancia para trasladarla.
Así figura en la denuncia presentada por la familia, adelantada por el diario El Norte de Castilla, y de la que ha informado este jueves la asociación del Defensor del Paciente. Esta ha reclamado que la Fiscalía emprenda una investigación para tratar de aclarar las circunstancias en que se produjo este fallecimiento, al entender que puede existir supuestamente una omisión del deber de socorro.
Fue el pasado 12 de enero cuando esta mujer comenzó a encontrarse mal y llamó al 112 para solicitar asistencia médica y le derivaron a su centro de salud. Pero al intentar pedir una cita se encontró con que el teléfono estaba “siempre comunicando” y decidió acostarse para ver si se recuperaba, según el comunicado enviado por la asociación, que destaca que “le dolía el brazo derecho y se le dormía la mano”.
Tras seguir insistiendo en los siguientes días, hacer un test de farmacia para descartar el coronavirus —que dio negativo— y tratar de encontrar asistencia médica en el centro de especialidades Arturo Eyries, siguió sin ser atendida, según figura en la denuncia presentada por la familia, de cuyo contenido informa la asociación.
La octogenaria madre de esta mujer fue quien encontró el cuerpo sin vida de su hija, después de que los hijos trataran de localizarla por teléfono y no hubiera respuesta. La madre llamó al 112, que no movilizó medios sanitarios al entender que ya se encontraba fallecida, y luego a la Policía, que sí movilizó un médico del centro de salud Casa del Barco, según el relato de la familia y la asociación.